Evaluación y valoración de los hábitos y estilos de vida determinantes de salud, y del estado nutricional en los adolescentes de ceuta

  1. RUIZ LASO, ADRIÁN
Dirigida por:
  1. Francisco Javier González Vázquez Director/a
  2. Pablo Cobo Martínez Director

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 29 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Emilio Martínez de Victoria Muñoz Presidente
  2. José Antonio Naranjo Rodríguez Secretario
  3. Valentín Gavidia Catalán Vocal
  4. Vito Battista Brero Peinado Vocal
  5. María José Sánchez Muros Lozano Vocal
Departamento:
  1. DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES

Tipo: Tesis

Resumen

Objetivos Evaluar el estado nutricional y determinar la prevalencia de malnutrición por déficit de masa corporal como por exceso, y describir los factores determinantes de la salud en los adolescentes ceutíes con edades de 13 a 19 años. Trasladar estos conocimientos a las intervenciones para la Promoción de la Salud y la Educación para la Salud: desarrollos curriculares, actividades extraescolares y talleres, formación permanente del profesorado, elaboración de materiales didácticos y un largo etcétera. Introducción En los últimos años se vienen potenciando las actuaciones de carácter preventivo, tanto a nivel individual como comunitario, para favorecer la salud y la calidad de vida. La Educación para la Salud resulta ser capital. El punto de mira se ha focalizado en la etapa de la infancia, por considerarse unos años decisivos en la construcción biológica del individuo y en el inicio del establecimiento de los hábitos del niño/a. Sin restarle importancia a la etapa de la infancia, hoy no quedan dudas sobre la transcendencia de la ADOLESCENCIA para el futuro físico y emocional del individuo en su larga etapa como persona adulta. Esta transcendencia viene dada tanto por la cantidad y calidad de los materiales que hacen posible el crecimiento y los cambios corporales, tan abundantes en esta etapa, como por el afianzamiento de los hábitos insanos iniciados en la infancia, principalmente los desajustes alimentarios entre la ingesta y el gasto energético (delgadez, sobrepeso y obesidad). La obesidad ha crecido tanto a nivel mundial que se considera como la Pandemia del Siglo XXI. Sin embargo al tratar la casuística de la adolescencia debemos tener muy presente el hecho de que es justamente en esta etapa en la que pueden iniciarse hábitos determinantes de una mala salud, tales como: el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas; el mal uso o abuso del tiempo que se dedica a las nuevas tecnologías como teléfono móvil, Internet, redes sociales etc.; la escasa actividad física y el estilo de vida sedentario; inadecuado horario de descanso y sueño; problemas emocionales, de autoimagen , de autoconcepto y de autoestima. Durante mucho tiempo la sociedad consideraba que el individuo se desarrollaba y adoptaba unos hábitos debido principalmente a un gran determinismo genético. A partir de la segunda mitad del Siglo XX ha ido creciendo la ponderación que sobre la vida del individuo tienen las decisiones que voluntariamente toma en relación con sus hábitos determinantes de la salud. La persona asume que es ella la principal locomotora que le va a conducir por los raíles de su existencia. Llegados a esta convicción se abren las puertas a la necesidad de una educación para la salud, y a unas grandes líneas de promoción de la salud como maneras eficaces de formar a la persona, y con esta manera poder tomar decisiones responsables y acertadas. Desde Organismos globales como la ONU hasta europeos como el Consejo de Europa, Nacionales como los ministerios de Educación y Sanidad, regionales y locales como las consejerías y concejalías, se están potenciando grandes campañas para promocionar hábitos saludables, principalmente en este Siglo XXI. La Estrategia NAOS es un ejemplo de ello. La promoción de la salud exige grandes trabajos de investigación que aporten luz sobre la realidad social, y así poder planificar acciones que potencien los hábitos determinantes de una buena salud, y corrijan , disminuyan o eliminen aquellos que resultan nocivos para la salud. Ceuta, quizás por su situación de aislamiento geográfico, quizás por su complejidad poblacional caracterizada por su multiculturalidad enriquecedora, o quizás por ambas causas, no ha sido incluida en los grandes estudios epidemiológicos llevados a cabo en el resto del territorio nacional. En los escasos estudios en los que aparece lo hace con un tamaño de muestra muy pequeño, y generalmente unida umbilicalmente a la población de Melilla, con lo que la representatividad es muy escasa. Habida cuenta de las grandes diferencias existentes entre la composición y las culturas de Ceuta con la ciudad hermana de Melilla. Solamente el reciente Estudio Aladino analiza con cierta profundidad el estado corporal y los hábitos en la infancia entre los 6 y los 9,9 años de edad de los niños y niñas de Ceuta. La presente investigación sobre los hábitos determinantes de salud, y la evaluación de la composición corporal de los adolescentes de Ceuta se plantea con la clara intencionalidad de obtener información precisa, suficiente y actual para permitir proyectar y llevar a cabo actuaciones en todos los ámbitos implicados en la salud individual y comunitaria. Además, las teorías sobre los mecanismos subyacentes de la construcción de los hábitos vinculados con la salud nos ha llevado a incluir en la investigación variables tales como: auto-concepto, autoestima, conducta alimentaria y autoimagen corporal, muy poco frecuentes en este tipo de investigaciones. Para cubrir este vacío casi absoluto de datos sobre el estado nutricional de los adolescentes ceutíes y sus hábitos determinantes de la salud, se ha proyectado y llevado a cabo este trabajo de investigación. Un trabajo de investigación que no nace con una vocación finalista. Nace con una visión muy amplia y muy ambiciosa de alcanzar ser una investigación de referencia, que se inicia con una recogida de medidas y datos que superan en número de mil variables en más de quinientos adolescentes de ambos sexos, de culturas cristiana y musulmana, y de edades entre los trece y los diecinueve años. Aporta datos referidos a la malnutrición y triangulados con diferentes mediciones y metodologías antropométricas y de bioimpedancia eléctrica. Contrasta diferentes criterios y propone las combinaciones más idóneas para aplicar en los futuros trabajos de investigación en la población ceutí. Ofrecemos los datos por edades, sexos y culturas que hacen posible comparaciones fáciles con otros trabajos de investigación en este campo realizados en otras regiones de España y del mundo. Los conocimientos obtenidos con esta investigación van seguidos de recomendaciones para acciones en los ámbitos educativos y de salud comunitaria. Creamos una base de datos que va a permitir profundizar, en futuras investigaciones, sobre multitud de aspectos de la adolescencia en Ceuta. A modo de síntesis/resumen de esta investigación, que desarrollamos como trabajo de Tesis Doctoral bajo el nombre de “Estudio Abyla”, exponemos los datos más relevantes: Metodología Estudio epidemiológico descriptivo transversal sobre una muestra probabilística, representativa de la población adolescente ceutí, de 507 chicos y chicas entre los 13 y los 19 años, que representa el 12,5% de la población de estudiantes desde 2º de la ESO hasta 2º de bachillerato. Se elaboró un amplio cuestionario con ítems agrupados en 11 capítulos con el objetivo de obtener suficientes conocimientos sobre las prevalencias y porcentajes que se dan en más de 697 variables vinculadas a determinantes de salud. Además se midió objetivamente el peso y la estatura del adolescente, junto con otras variables antropométricas como perímetro medio-braquial, perímetro de muñeca, diámetro de muñeca, perímetro de cintura, perímetro de cadera. Se calcularon diferentes índices como el índice de Masa Corporal, el Índice cintura/cadera y el índice de Complexión corporal. Se hicieron mediciones mediante Impedancia Bioeléctrica para conocer el porcentaje de la composición corporal en grasa, en masa muscular, en agua, así como el gasto energético en reposo, el requerimiento energético estimado y el nivel de riesgo cardiovascular. El trabajo de campo se realizó entre junio de 2013 y junio de 2014. Se hallaron las prevalencias de malnutriciones alimentarias por déficit (delgadez) o por exceso de masa ponderal (sobrepeso y obesidad) según sexo, cultura y edad. Para que los resultados pudieran ser fácilmente comparables con los datos obtenidos en otros estudios de esta naturaleza a todos los niveles geográficos, se han utilizado los criterios de la Fundación Orbegozo (F.O) , de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), de la International Obesity Task Force (I.O.T.F), del Center for Disease Control and Prevention (CDC). Se calcularon los porcentajes en los distintos comportamientos de los adolescentes ceutíes respecto de los principales hábitos determinantes de la salud y de la calidad de vida. Resultados En relación con la valoración del Estado Nutricional, la prevalencia de la malnutrición en la adolescencia ceutí alcanza el 40%, siendo el normopeso del 60%. La malnutrición comprende la prevalencia de infrapeso con valores comprendidos entre el 7,7% (con criterio de corte CDC) y el 10,6% ((criterio FO). La prevalencia del sobrepeso tiene valores con una horquilla que va del 19,1% (criterio FO) a un 24% (criterio IOTF). La prevalencia de la obesidad va del 7,26% (criterio IOTF) al 10% (criterio OMS). Por sexo y cultura, la prevalencia de infrapeso es mayor en varones que en mujeres, y en musulmanes que en cristianos. Aproximadamente 1 de cada 10 adolescentes presenta un estado nutricional de desnutrición o delgadez. La prevalencia de sobrepeso es superior en mujeres que en varones, y en cristianos que en musulmanes. Entre 2-3 mujeres adolescentes ceutíes de cada 10 presentan sobrepeso. En los varones son 2 de cada 10 los afectados por sobrepeso. La prevalencia de obesidad es más alta en mujeres que en varones, y en musulmanes que en cristianos. 1 de cada 10 jóvenes presenta obesidad. Por edades, es el grupo etario de 13-15 años el que presenta, [tanto en varones como en mujeres, y en cristianos como en musulmanes], mayores niveles de exceso de grasa. Por el tipo de obesidad (criterio OMS) la obesidad central o abdominal representa el 60% y la generalizada o periférica el 40%. Por nivel socioeconómico, la delgadez en cristianas es más frecuente en la clase media y alta, mientras que el sobrepeso se da principalmente en la clase media y la obesidad en la clase baja y clase media. En musulmanas la delgadez es casi exclusiva de la clase baja, al igual que el sobrepeso y la obesidad. En varones cristianos la delgadez se presenta principalmente en la clase baja, el sobrepeso en la clase media y la obesidad tiene igual prevalencia en los varones de clase baja y de clase media. En los varones musulmanes la delgadez se presenta sobre todo en los de clase baja, el sobrepeso y la obesidad en los de clase baja y clase media. En relación con la valoración de los Hábitos determinantes de salud • El desayuno: la frecuencia de nuestros adolescentes que desayunan diariamente es de un 80,9%, una gran parte de ellos desayuna en su casa (83%), dando muy poco tiempo a esta comida. La calidad del desayuno es muy baja o deficiente en un 39,6%. Si añadimos a este porcentaje de jóvenes con desayuno de mala e insuficiente calidad el de aquellos que no desayunan (19,4%), alcanzamos un 59% de jóvenes que no siguen las recomendaciones para un buen desayuno. Por sexo, los jóvenes varones presentan un superior porcentaje (67,4%) de desayunos de calidad aceptable y buena que las mujeres adolescentes (55,3%). Por cultura, son las jóvenes cristianas y los jóvenes musulmanes los que desayunan con más calidad. Podemos vincular la frecuencia y la calidad del desayuno con el PIMC y el nivel socioeconómico, los jóvenes que no desayunan presentan mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, dándose también casos de delgadez. Por nivel socioeconómico familiar, la ausencia de desayuno es más frecuente es los niveles bajo y medio-bajo. El aporte calórico del desayuno a las necesidades diarias de los jóvenes es de un 15,62% en chicas y de un 12,45%. En ambos casos no se llega al mínimo recomendado del 18%. • La comida a Media mañana: un 63,25% de nuestros adolescentes hacen una comida a media mañana Este porcentaje es mayor en mujeres cristianas (67,4%) y en varones musulmanes (67%). • Porcentaje de AYUNO: resulta muy preocupante que un 7,3% de nuestros jóvenes adolescentes no ingieran alimentos en toda la mañana. Siendo su primera comida el almuerzo de mediodía. • El grado de adherencia a la Dieta Mediterránea: la adherencia baja alcanza un porcentaje del 24,4% de la población de jóvenes, siendo este porcentaje mayor en mujeres (28,3%) que en varones (18,2%). Por cultura, son las mujeres musulmanas y los varones cristianos los que presentan un grado de adherencia más baja. Por edades, en los de cultura cristiana la adherencia más baja se da en el grupo etario de 13-16 años. En los de cultura musulmana se produce en el grupo etario 17-19. • La Calidad de la Dieta: según criterio del índice IASE, que estudia a la población con edades 16-19 años, el porcentaje de población que sigue una alimentación poco saludable es de un 19,8%, siendo de un 21,6% en mujeres y de un 17,4% en varones. Las mayores insuficiencias en ingesta por grupo de alimentos se da en verduras y hortalizas (69% de la población), seguido de frutas (38,2%) y legumbres (33,8%). El alejamiento de la calidad IASE por exceso de ingesta se presenta en un 82,7% en el grupo de dulces, golosinas y chuches, seguido de refrescos con gas y azúcar (45,6%) y por las fiambres (39,3%). Se hallan diferencias tanto por sexo como por cultura y nivel socioeconómico. • Las Preferencias alimentarias de los adolescentes ceutíes nos reportan los siguientes resultados: el 14,5% de los jóvenes sigue dietas especiales (hipocalóricas un 8,4% e hipercalóricas un 3,39%), principalmente en edades de 12 y 13 años. Toman estimulantes como café y fármacos un 13,79% de la población entre 13 y 19 años, bien sea de forma habitual (37,5%) como en períodos de examen (37,5%). Sus principales bebidas son el agua (35,59%) y las que contienen cola (22,03%). Las bebidas de cola son más preferidas por los jóvenes de cultura musulmana. Las frutas preferidas son la manzana, seguida del plátano y la mandarina. Se aprecian diferencias importantes en los gustos por la fruta entre cristianos y musulmanes. Las verduras preferidas son el tomate, la lechuga y la zanahoria. Las legumbres con más aceptación son las lentejas, las alubias blancas y los garbanzos. El plato elaborado más solicitado son las patatas, seguido por los macarrones y el arroz. El desayuno preferido es el que lleva pan tostado o cereales. Las verduras, los embutidos y las legumbres son los alimentos que más rechazo tienen entre los adolescentes ceutíes. • Los Conocimientos sobre alimentación: han demostrado ser muy deficientes, siendo el porcentaje de la opción de respuesta “NO SÉ” superior al 50% de los jóvenes de la investigación. Este desconocimiento sobre cultura alimentaria es de igual dimensión tanto en los adolescentes de cultura cristiana como musulmana, y se produce en todos los grupos etarios. La opinión que autorrefieren sobre la calidad saludable de su dieta, el 21% opina que no es sana. Sobre la importancia de desayunar antes de salir de casa, un 93,22% opina que es importante para la salud. Opinan que no es bueno para la salud comer mucho azúcar un 75%. • La Actividad física y deportiva: un porcentaje muy elevado de adolescentes (86,44%) dice hacer deporte o actividad física, con un tiempo de dedicación entre 1 a 3 horas semanales, disminuyendo según avanza su edad. Un 43,10% de los jóvenes manifiesta no encontrarse en buena forma física. • El Sueño / descanso: los adolescentes se levantan antes de las 8 de la mañana en un 87,2%, siendo los musulmanes los que lo hacen antes de las 7 de la mañana en un 20,2%. Un 7,69% de nuestros adolescentes duerme menos de 7 horas, existiendo una correlación entre las pocas horas de sueño con el cansancio matinal y las dificultades para dormir. No se encuentra correlación con el Índice de Masa Corporal. • Consumo de sustancias dañinas para la salud: el consumo de tabaco alcanza un porcentaje del 10% de los adolescentes, más en cristianos que en musulmanes, y más en el grupo etario de 14 a 19 años. El consumo de bebidas alcohólicas alcanza el porcentaje del 35,8%, preferentemente en las edades de 17-19 años. El consumo de cannabis, aunque sólo haya sido una vez, alcanza un porcentaje del 19,10%. El de tranquilizantes y ansiolíticos se eleva al 10,5%. Debemos destacar el elevado porcentaje de jóvenes de entre 14 -16 años que consumen tabaco, cannabis, alcohol y tranquilizantes. Este consumo es algo más elevado en los jóvenes de cultura cristiana que en los de cultura musulmana. La consideración como droga del tabaco no supera el 72,3%, existiendo un 27,7 de jóvenes que no consideran el tabaco como droga. En el caso de las bebidas alcohólicas el porcentaje de adolescentes que no catalogan al alcohol como droga alcanza un 35,8%. De igual forma, no consideran droga a los tranquilizantes un 24,5% de los adolescentes. La edad a las que se inician en el hábito del consumo de tabaco es a los 11 años. A los 12 ya se han iniciado en el consumo de alcohol un 17,1% de los bebedores. A esa misma edad de 12 años ya se han emborrachado un 14,3% de los bebedores de alcohol. La diversión es la razón más aducida. Los adolescentes fumadores y bebedores de alcohol presentan, en un porcentaje más elevado, cansancio matinal, menor interés por asistir al instituto, peor percepción de su estado de salud, menor actividad física y deportiva, así como un mayor consumo de horas viendo televisión o videoconsolas. • Sobre el Estado de salud: la valoración positiva del estado de salud alcanza un porcentaje del 83,2% de nuestros adolescentes, siendo los más jóvenes (12-13 años) los que mejor salud creen tener. Por cultura, son los musulmanes los que manifiestan estar muy sanos, mientras que los jóvenes cristianos se autoconceptúan mayoritariamente como de salud bastante sana. La frecuencia de encontrarse cansados por la mañana al ir al instituto es muy elevada en nuestros adolescentes, alcanzando un porcentaje del 45,3% los que siempre o varias veces por semana se encuentran cansados. Los dolores más frecuentes son el cansancio ya mencionado, el estar nerviosos, las dificultades para dormir, y el dolor de espalda. Los accidentes que sufren con mayor frecuencia son dependientes del lugar en el que suceden, hogar, centro educativo a la calle. Las torceduras o esguinces, las quemaduras y las fracturas de huesos ocupan los primeros lugares. Los adolescentes ceutíes toman medicamentos básicamente para el resfriado/gripe, para los dolores, para la fiebre y para las infecciones. • Sobre los sentimientos: más de la mitad de los adolescentes (54,7%) dice sentirse muy feliz, que unidos al 38,9% que declara sentirse medianamente feliz suman un 93,6%. Por cultura son los musulmanes los más felices, y por edades los más jóvenes (13-16 años). No tienen buena percepción sobre lo que los profesores piensan de ellos como estudiantes, y prefieren a los amigos como confidentes de sus preocupaciones. Las madres ocupan un segundo lugar en esta confidencialidad de los adolescentes, y los padres y tutores los últimos puestos. Rara vez se sienten solos, hacen nuevas amistades con facilidad y se ven con frecuencia con sus amigos fuera del horario escolar. • Horas dedicadas al entretenimiento: en un día de clase la máxima dedicación horaria la tiene el teléfono móvil, seguido de la televisión. Los libros ocupan el último lugar. En un día sin clase los adolescentes ceutíes incrementan el uso intensivo del teléfono móvil, televisión, videoconsola y ordenador. Solamente se produce una disminución el día festivo del tiempo dedicado a la lectura. Conclusiones La prevalencia de malnutrición en los adolescentes de Ceuta alcanza al 40% de nuestros jóvenes de 13 a 19 años. El infrapeso en Ceuta es superior a la media nacional. Es igualmente superior a la media nacional la prevalencia de sobrepeso. Son justamente las malnutriciones por sobrepeso y por delgadez los dos puntos débiles que deben ser objetivos prioritarios para implementar actuaciones urgentes. La prevalencia de obesidad en los adolescentes ceutíes está por debajo de la media nacional. No hay diferencias relevantes que puedan ser originadas por razones genéticas. Más bien los resultados encontrados en este estudio multicultural apuntan a variables como la moda y las costumbres culturales alimentarias como principales responsables del estado nutricional. No hay que desdeñar los altos niveles de población en riesgo de pobreza que hay en Ceuta como factor importante en la desnutrición. Los hábitos vinculados al desayuno (tales como frecuencia, cantidad y calidad) que se dan en nuestros adolescentes son deficientes en unos porcentajes muy elevados. Estos comportamientos, unidos a la preocupante cifra de jóvenes que guardan ayuno durante toda la mañana, obligan a todos los implicados: padres, profesores y autoridades educativas, sanitarias y de acciones sociales a elaborar programas de rápida implementación. El grado de seguimiento o apego de nuestros adolescentes a la dieta mediterránea, con los beneficios que ello representa, es bajo. Siendo el pescado azul su principal fortaleza. La calidad de la dieta en general presenta un elevado déficit en la ingesta de verduras, hortalizas y frutas, siendo excesivo el consumo de azúcares refinados y embutidos. Las preferencias alimentarias de los adolescentes ceutíes no se diferencian de forma relevantes de la media de los jóvenes de otras regiones, salvo en lo referente al mayor consumo de azúcar, de pan tostado y de las bebidas de cola. Se aprecian pequeñas diferencias en razón a la cultura y al grupo etario. Los conocimientos de nuestros jóvenes sobre temas alimentarios son deficientes. Los niveles de conocimientos están por debajo de los referidos para jóvenes de otras regiones de España. La actividad física de los adolescentes ceutíes ha mejorado sustancialmente desde el último estudio llevado a cabo en 2006, sin embargo todavía no alcanza el porcentaje medio referido por el Estudio Enkid para el conjunto de España. Sí está próximo a los porcentajes alcanzados para Andalucía y para Canarias. El grado de actividad física disminuye con la edad, al tiempo que aumenta el porcentaje de sedentarismo. Las horas de sueño/descanso de los adolescentes ceutíes se encuentran dentro de las recomendaciones para cada grupo etario, superando la media referenciada por INJUVE-2013 de 7,4 horas. El consumo de tabaco no ha disminuido desde el 2006, sobre todo en los adolescentes de cultura cristiana y con edades de 17 a 19 años. Mayor ha sido el incremento de manera alarmante del porcentaje de bebedores desde 2006. La edad de iniciación en los consumos de tabaco y de alcohol se ha adelantado incluso a los 10-11 años. Los bebedores son principalmente de fines de semana, cristianos, y con alta incidencia de consumo intensivo o de “borrachera”. El consumo de cannabis ocupa el tercer puesto en el consumo, después del alcohol y del tabaco. Su consumo esta mantenido, sin que se aprecie un incremento en el mismo. Son los adolescentes cristianos los que más lo consumen. El consumo de pastillas tranquilizantes y otros medicamentos ansiolíticos ocupa el cuarto puesto en la lista de drogas. Sin embargo muchos jóvenes no consideran estas sustancias como drogas, lo que hace más difícil su prevención. El consumo de drogas “duras” alcanza porcentajes semejantes a los hallados en otras regiones de España e incluso ligeramente inferior. No se aprecian diferencias relevantes en razón a la cultura de pertenencia. La percepción del grado o nivel de salud en los adolescentes ceutíes está mejorando en los últimos años, sin embargo aún sigue por debajo de la media nacional. Por edades, son los más jóvenes los que se declaran más sanos. Existe un problema cuya frecuencia sigue en aumento, el cansancio juvenil al iniciar su jornada. Esta realidad debe suponer una toma de conciencia del desajuste horario, y de la necesidad de un análisis sobre los horarios en los centros escolares y su adecuación a los ritmos biológicos de los niños y adolescentes. Aunque ello pueda suponer una aparente distorsión de los horarios laborales y de la organización familiar. El grado de medicación de los adolescentes ceutíes está por debajo de sus homólogos de otras regiones de España. En este mismo sentido sufren con menor frecuencia dolencias crónicas. El grado de adicción al teléfono móvil es muy elevado entre los jóvenes ceutíes. Siendo España el país con más horas de uso del teléfono móvil de Europa, Ceuta no se queda a la zaga. Ello hace que los niveles de ansiedad de los jóvenes de 15 a 18 años hayan aumentado mucho en los últimos años, llegando a hablar de adicciones al teléfono móvil o “nomofobias”. Esta gran facilidad de penetración del teléfono móvil en la vida de nuestros adolescentes no sólo hay que tomarlo en el sentido de abuso en el uso de las nuevas tecnologías. Puede verse como una gran oportunidad para utilizarlo como medio que permita llevar, de manera eficaz y económica, los mensajes y orientaciones sobre la Promoción y Educación de la Salud a un sector amplísimo de nuestros jóvenes.