Alteraciones neuropsicológicas en lupus eritematoso sistémico
- coin mejias, Mª Angeles
- Miguel Pérez García Director
Defence university: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 24 April 2008
- Juan Francisco Godoy Chair
- Antonio Verdejo García Secretary
- Manuel María Gómez Río Committee member
- Norberto Ortego Centeno Committee member
- Estíbaliz Arce Committee member
Type: Thesis
Abstract
RESUMEN: El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) constituye un síndrome complejo que puede abarcar diferentes órganos y sistemas, entre ellos el sistema nervioso. Sin embargo, las consecuencias neuropsicológicas que se derivan de dicha posible afectación cerebral no han sido siempre reconocidas y dotadas de la importancia que merecen. A partir de este trabajo han quedado demostradas la existencia de alteraciones neuropsicológicas en LES en pacientes españoles, tal y como ocurre en otras poblaciones (Carbotte y cols.,1986; Denburg y cols., 1987;Sabadini y cols., 1999; Spangerberg y cols., 2000; Monastero y cols., Glanz, 2006, Ad Hoc Comitee on Lupus Response, 2007, Panopalis y cols., 2007). El objetivo principal era estudiar la existencia de éstas en población española, ya que tal y como se propone en la literatura, existe un importante efecto cultural sobre la ejecución en los test neuropsicológicos (Puente y Agranovich, 2004; Puente y García-Pérez, 2000; Rosselli y Ardila, 2003). Por esta razón, es importante investigar el deterioro cognitivo en pacientes LES españoles, con el objetivo de identificar si la prevalencia y patrón de deterioro son similares a otras poblaciones. Para ello, se han usado tests adaptados a la población para solventar el aspecto cultural y arrojar unos datos de prevalencia fiables y ajustados a la población española. Por otro lado, determinar la prevalencia de dichos deterioros, tal y como se predecía, está en relación con el criterio de deterioro que se adopte. Así, criterios más laxos arrojan prevalencias elevadas en todas las áreas estudiadas, mientras que si se consideran criterios más estrictos, la prevalencia disminuye considerablemente. En función de los objetivos que se planteen con la evaluación neuropsicológica se debería adoptar uno u otro criterio. Por otra parte, parece ser que dichas alteraciones cognitivas no son comunes a todas las enfermedades autoinmunes, si no que de aquellas con clara implicación cerebral como es el LES. Por tanto, el resto constituyen un excelente grupo control que pone otra vez de manifiesto la existencia de deterioros en memoria visual, sugiriéndose un daño cerebral lateralizado todavía hoy difícil de explicar en términos de mecanismos cerebrales (Coín y cols., 2008; Glanz y cols., 2005; Sabbadini y cols., 1999). Dicha implicación cerebral en el LES ha podido ser corroborada con los hallazgos encontrados con SPECT cerebral. De hecho, se ha hallado una correspondencia entre deterioros funcionales en determinadas zonas que están relacionadas con determinadas funciones cognitivas, y los deterioros encontrados mediante evaluación neuropsicológica. Así, Los resultados han mostrado una relación significativa entre deterioros en atención, y un anormal funcionamiento en zonas occipitales izquierdas y el área del cingulado posterior izquierdo y derecho. Esta área ha sido relacionada con la atención y la función cognitiva (Salloway y Cunnings, 1994).También se ha demostrado una relación significativa entre deterioros en memoria verbal y visual, e hipoperfusiones en zonas temporales posteriores derechas e izquierdas, y áreas precentrales derecha e izquierda, área frontal superior e inferior izquierda y derecha. Esta última área se ha visto implicada en procesos de memoria a corto plazo (Perani, 1993). Así mismo, se han encontrado alteraciones en el área temporal derecha, relacionada con la memoria visual (Mc Carthy y Warrington, 1990), y el área cingular posterior izquierda y derecha, asociada a la memoria a largo plazo (Petrides, 1993). Dichos resultados permiten por un lado corroborar la implicación cerebral en el LES, y por otro, demostrar la utilidad de la evaluación neuropsicológica para detectar dicha implicación. Por último, se han analizado algunas de las posibles causas que podrían explicar el deterioro cognitivo en la enfermedad. Por un lado, se ha demostrado que la posesión de anticuerpos antifosfolípidos persistentemente elevados se relaciona con una peor ejecución cognitiva, de forma que los paciente LES con dichos títulos elevados se comportan igual que los pacientes SAFP, y a su vez son diferentes a los controles en todas las funciones cognitivas estudiadas. Esto corrobora los resultados encontrados en la literatura (Hanly y cols., 1999; Menon y cols., 1999; Whitelaw y cols., 1999; Jacobson y cols., 1999; Leritz y cols., 2002; Afeltra y cols., 2003; Crhistos y cols., 2005; Tomietto y cols., 2007). Por otro lado, también se ha podido demostrar el papel del estrés cotidiano mantenido durante seis meses como predictor, junto con otras causas, del deterioro en memoria visual, concretamente en procesos de recuerdo libre y reconocimiento, así como con un deterioro en atención, en concreto, en la velocidad de ejecución de tareas de atención sostenida y en fluencia visual.de la peor ejecución en memoria visual y fluidez (Peralta y cols., 2006).