La relación entre la tecnología de la información, las prácticas de gestión de la calidad y el desarrollo de las capacidades dinámicasuna aproximación empírica

Resumen

La mayor turbulencia y complejidad que caracteriza al actual contexto empresarial ha obligado a las empresas a desarrollar nuevas técnicas y recursos que consigan su adaptación a los nuevos cambios del entorno. Una de las principales herramientas empleadas para mejorar la posición competitiva de la empresa es la gestión de las Tecnologías de la Información (TI). Sin embargo, la evidencia empírica ha puesto de manifiesto que la TI, por sí sola, conduce a la obtención de una ventaja competitiva sobre el resto de empresas, pero no a su sustento. Por lo tanto, los recursos propios de TI necesitarán de la complementariedad de otros recursos y/o prácticas organizativas para conducir a la empresa hacia un mejor desempeño organizativo. La Gestión de la Calidad (GC) es una filosofía de gestión que identifica un conjunto de prácticas organizativas cuyo desarrollo conduzca a la mejora continua, la excelencia y la orientación hacia el cliente. La relevancia de ambas disciplinas en el contexto actual nos ha llevado a analizar, en el presente trabajo, cómo las organizaciones pueden aprovechar las sinergias surgidas de la implantación de la TI y las prácticas de GC como un modelo para adaptarse al entorno a través de las capacidades dinámicas de innovación, aprendizaje y adaptación. Con este fin, se define una competencia en TI compuesta por recursos relativos a esta disciplina: las habilidades técnicas y directivas ligadas a la TI, la flexibilidad de la infraestructura tecnológica y la integración de la TI dentro de la estrategia empresarial. De esta manera, se mide el impacto de una competencia en TI sobre las prácticas de GC más implantadas en las empresas, al igual que el sentido de la relación entre las prácticas de GC y el desarrollo de las capacidades dinámicas. Las hipótesis en las que se divide nuestro objetivo son contrastadas a través de una muestra de 230 empresas españolas. Los resultados avalan la relación positiva entre una competencia en TI y las prácticas de GC, al igual que el impacto positivo de ambas disciplinas sobre la generación de las capacidades dinámicas.