Utilización de minerales y otros nutrientes en el lechón ibérico sometido a distinto manejo nutricional durante la lactancia

  1. CASTELLANO PÉREZ, ROSA
Dirigida per:
  1. Isabel Seiquer Gómez Pavón Directora
  2. Rosa María Nieto Liñán Codirector/a

Universitat de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 17 de de setembre de 2012

Tribunal:
  1. Jose Fernando Aguilera Sánchez President/a
  2. Elena María Planells del Pozo Secretària
  3. Elena González Sánchez Vocal
  4. Roberto Barea Vocal
  5. Beatriz Isabel Redondo Vocal

Tipus: Tesi

Resum

La etapa de lactancia supone una de las fases más críticas en la vida del lechón, puesto que en ella van a concurrir una serie de cambios fisiológicos de los que dependerán que el animal supere con éxito el difícil proceso del destete. Durante esta etapa, la provisión de nutrientes a través de la leche de la madre será fundamental para el desarrollo del animal, aunque hoy día es una práctica habitual en la producción ganadera introducir el alimento sólido, a través de pienso de iniciación, unos días previos al destete. De esta forma, se pretende reducir el gran estrés que supone para el lechón la separación de la madre y las consecuencias negativas que podría tener el cambio brusco de una dieta láctea, altamente digestible, a una sólida, con grandes proporciones de cereales, relativamente difícil de digerir para el lechón. Por ello, el destete se suele asociar con una reducción de la ingesta de alimento, menor crecimiento, y una mayor susceptibilidad a la diarrea. El aporte de nutrientes orgánicos en la leche de cerdas convencionales ha sido objeto de diversas investigaciones; sin embargo, la composición de la leche de cerda Ibérica es un tema muy poco estudiado, y menos aún la composición de su fracción mineral, sobre lo que no existen datos actualmente. También hay una falta de información respecto a los cambios que el diferente manejo nutricional durante la fase de lactancia pudiera suponer en la composición corporal del lechón, especialmente en los componentes minerales. La nutrición mineral del ganado porcino no ha sido nunca un tema prioritario para los especialistas, a pesar de las importantes funciones que los minerales realizan en el organismo y que el mantenimiento de unos niveles adecuados de éstos será imprescindible para el buen desarrollo y la salud del animal. Las diferencias en la composición de la leche de cerda Ibérica respecto a la de otros genotipos, así como las potenciales diferencias en la utilización de sus nutrientes por el lechón, pueden servir de punto de partida para formular piensos de iniciación para lechones Ibéricos, puesto que los existentes están diseñados específicamente para genotipos magros. Tales piensos contienen cantidades sobreañadidas de elementos inorgánicos, que superan las necesidades del animal y que, además, finalmente fluyen al medio ambiente, con grave deterioro del mismo. Por todo ello, la presente Tesis Doctoral pretende aportar nuevos conocimientos en el área de la nutrición mineral en el ganado porcino, concretamente en el cerdo Ibérico, en el periodo comprendido durante la lactación entre el nacimiento y el destete. Uno de los sistemas más utilizados para estimular la ingesta de pienso de iniciación es la lactancia intermitente, que consiste en separar a los lechones de las madres durante un periodo de tiempo fijo a lo largo del día. En nuestro estudio hemos realizado un ensayo de intermitencia progresivo, en el que el periodo de separación entre el lechón y la madre fue aumentando diariamente. Se realizaron dos réplicas consecutivas en las que la temperatura ambiental de las salas fue de 27 ± 2 °C en la primera, y 22 ± 2 °C en la segunda. Para ello, se seleccionaron 38 cerdas Ibéricas de la estirpe Silvela, entre ellas 4 cerdas por réplica se utilizaron como nodrizas para la obtención de muestras de leche, en un experimento realizado en dos réplicas consecutivas (cada una de ellas con 5 camadas por tratamiento). Nuestro experimento comenzó con el nacimiento de los lechones y finalizó tras 34 días de lactancia. Se realizaron los siguientes grupos experimentales: a. Tratamiento de lactancia exclusiva: los lechones tuvieron libre acceso a la madre las 24 horas del día, siendo la leche materna su única fuente de alimento. b. Tratamiento de lactancia convencional: durante los primeros 14 días de vida sólo ingirieron leche materna. A partir del día 14 tuvieron, además, libre acceso al pienso de iniciación y agua ad libitum hasta el día 34. c. Tratamiento de lactancia intermitente: los lechones fueron sometidos a la siguiente pauta de alimentación: ¿ Primeros 14 días de lactancia, sólo leche materna. ¿ Días 15 a 28: acceso permanente al pienso de iniciación a libre disposición. ¿ Días 29 y 30: 6 horas de restricción de acceso a la madre (de 8:00 a 14:00 horas). ¿ Días 31 y 32: 8 horas de restricción de acceso a la madre (de 8:00 a 16:00 horas). ¿ Días 33 y 34: 10 horas de restricción de acceso a la madre (de 8:00 a 18:00 horas). Durante los periodos de restricción de acceso a la madre, los lechones tenían libre acceso al pienso de iniciación así como agua ad libitum. Los animales se pesaron individualmente al nacimiento y semanalmente a partir del quinto día del periodo de lactación. Por otra parte, las muestras de leche se recolectaron los días 5, 12, 19, 26 y 34 tras el parto. Mediante la técnica de los sacrificios comparados se determinó la retención corporal de nutrientes en los lechones durante el periodo experimental. Para ello, se sacrificaron 8 animales al nacimiento, 4 en cada una de las réplicas, y un animal de cada camada al final del ensayo (es decir, 5 por tratamiento y por réplica). En cada réplica, los datos de composición del grupo inicial fueron utilizados para estimar la composición del resto de los lechones al nacimiento. Una vez analizados estadísticamente los datos experimentales, se observaron escasas diferencias significativas entre ambas réplicas para algunos de los parámetros estudiados. Por un lado, realizamos el estudio de la utilización de minerales de la leche y la composición mineral de los lechones Ibéricos bajo el tratamiento de lactancia exclusiva. Según los resultados obtenidos, el contenido en cenizas tanto de la leche como de los lechones (g/kg) fue más alto que en genotipos magros. Así mismo, el contenido medio de cenizas por kg de peso ganado fue considerablemente mayor en lechones Ibéricos (40,6 g/kg frente a 28-29 g/kg descrito en lechones convencionales). Los lechones al destete contenían más Ca (11-12,7 frente a 7,4 g/kg de PVV) y P (7-7,5 frente a 4,9 g/kg de PVV), en comparación con los datos existentes procedentes de lechones de razas convencionales. Los diferentes macro-minerales derivados de la leche materna se retuvieron en el lechón Ibérico con una eficiencia del 78,3 %, 66,3 % y 48,7 % para el Ca, P y Mg, respectivamente. Encontramos una tendencia hacia una mayor eficiencia de conversión de la dieta en la réplica 1 en comparación con la 2 (P = 0,075), la cual podría explicar en parte, la mayor deposición de minerales que encontramos en la réplica 1 (P < 0,05). La biodisponibilidad de Ca (porcentaje de Ca corporal retenido respecto al ingerido en los lechones bajo el tratamiento de lactancia exclusiva) fue mayor (p < 0,05) en el ensayo 1 que en el ensayo 2 (81,8 ± 1,4 y 74,9 ± 2,6 %, respectivamente). Las diferencias en el metabolismo mineral entre los ensayos podrían deberse a las diferencias en la temperatura ambiente, aunque no se pueden descartar otros posibles factores. En cuanto a la comparación entre los grupos de lechones sometidos a lactancia convencional o intermitente, encontramos una mejora en la ingesta media diaria de pienso de iniciación en el tratamiento de intermitencia durante los días en los que se impuso la separación de la madre, es decir, los últimos 7 días del ensayo (125 ± 12 en el grupo de intermitencia frente a 67 ± 15 g/lechón en el grupo de lactación convencional, P = 0,04), aunque los pesos corporales al destete no alcanzaron diferencias significativas entre los dos grupos (8,1 ± 0,3 frente a 7,2 ± 0,4 kg, intermitente y convencional, respectivamente, P = 0,11). Por otro lado, no observamos diferencias entre los lechones sometidos a lactancia convencional o intermitente respecto al contenido o concentración corporal de proteína al destete. Sin embargo, los valores de grasa corporal, en estrecha correlación con los de energía, fueron significativamente superiores en los lechones del tratamiento de lactación intermitente, tanto en la cantidad total de grasa detectada (P = 0,015) como en su concentración corporal (P = 0,040). En cuanto al contenido total de cenizas se produjo un incremento en el tratamiento de lactación intermitente (P = 0,016), aunque las diferencias no fueron significativas cuando los valores se expresaron en relación al peso del animal. La concentración corporal de cenizas se correlacionó de forma positiva y muy significativa con los niveles de Ca (r = 0,920, P = 0,000), pero no encontramos correlación con los niveles de P. El tratamiento de lactancia en intermitencia no afectó a la deposición proteica, pero sí mejoró significativamente la retención diaria de grasa, energía, cenizas totales y Ca, en comparación con el tratamiento de lactancia convencional. En, cada kg de peso ganado por los animales del grupo sometido a lactancia intermitente se observó una tendencia a una mayor riqueza en grasa respecto a los animales del grupo de lactancia convencional (149 vs. 121 g/kg, P = 0,073), lo cual fue debido fundamentalmente a una mayor deposición de grasa en la canal en este grupo (24,2 ± 2,46 vs. 15,1 ± 1,24 g/d, para el grupo de lactancia intermitente y convencional, respectivamente, P = 0.004). Sin embargo, la ganancia de peso contenía prácticamente la misma cantidad de cenizas totales (y por lo tanto de Ca y P) en ambos tratamientos. Se realizó un estudio comparativo entre los tres grupos experimentales, para determinar si el diferente tratamiento nutricional de los lechones durante la lactancia afectaba a la retención y a la composición corporal al destete de los elementos traza (Fe, Cu y Zn). El contenido medio de dichos elementos en la leche de cerda Ibérica fue de 1,65, 1,46 y 11,10 mg/kg, para Fe, Cu y Zn, respectivamente, mientras que los valores analizados en el pienso de iniciación suministrado a los lechones fueron de 240, 170 y 2900 mg/kg, respectivamente. Por tanto, el consumo de pienso en los grupos sometidos a lactancia convencional e intermitente supuso un incremento drástico en la ingesta de elementos traza respecto a los lechones alimentados exclusivamente con leche. Sin embargo, la concentración corporal de Fe no mostró diferencias entre los distintos grupos al destete, aunque sí se observó una mayor concentración de este elemento en el hígado de lechones bajo el tratamiento de lactación en intermitencia (32,3, 30,5 y 50,0 mg/kg para los tratamientos de lactancia exclusiva, convencional e intermitente, respectivamente; P = 0,101). La ingesta de pienso de iniciación no supuso aumentos en la concentración corporal de Cu en los animales que lo consumieron, respecto a los que solo tomaron leche, ni tampoco se observaron incrementos a nivel hepático. La concentración de Cu fue mayor en algunos componentes (sangre y cabezas-patas-rabo) en el tratamiento de lactancia convencional respecto al tratamiento de lactancia exclusiva, pero la contribución relativa de dichos componentes al Cu total corporal es minoritaria. Las diferencias más notables debidas al manejo nutricional fueron las observadas para el Zn, ya que se detectó un aumento progresivo en la retención y contenido corporal del Zn según los tratamientos: lactación intermitente > lactación convencional > lactación exclusiva (P <0,001), presentando diferencias significativas en todos los compartimentos del animal. La concentración de Zn hepático aumentó aproximadamente 3 veces en los lechones alimentados con leche y pienso de iniciación respecto a los alimentados exclusivamente con leche materna (53, 149 y 157 mg/kg para los lechones en lactancia exclusiva, convencional e intermitente, respectivamente; P = 0,029). Los resultados obtenidos en este trabajo de Tesis Doctoral nos permiten establecer las siguientes conclusiones: 1. La leche de cerda Ibérica presenta una cantidad de minerales totales superior a la descrita para cerdas convencionales, debido, fundamentalmente, a su elevado contenido en Ca, pero también a niveles superiores de P, Mg y Zn. Las concentraciones corporales de dichos minerales observadas en los lechones Ibéricos al destete son, además, mayores que las observadas en lechones de razas convencionales. 2. El tratamiento de lactancia intermitente supone un estímulo efectivo para el consumo de pienso en el lechón Ibérico, aunque no llega a mejorar de manera significativa el crecimiento de los animales. Dicho tratamiento da lugar a aumentos en la retención y en la concentración corporal de grasa en lechones, cambios que pueden suponer una ventaja para superar la movilización lipídica que tiene ligar en los primeros días tras el destete. Este hecho puede ser de mayor relevancia para el lechón Ibérico cuando la cría se realiza en sistemas extensivos o semiextensivos. 3. La ingesta de pienso de iniciación durante la lactancia suplementado con niveles farmacológicos de elementos traza, supone ciertos cambios en los niveles corporales de dichos elementos respecto a los animales alimentados exclusivamente con leche de sus madres. Entre ellos, destaca el drástico aumento de la concentración de Zn en todos los compartimentos corporales en el momento del destete. Es necesario evaluar la idoneidad de la inclusión de altos niveles de elementos traza en el pienso ofrecido a los lechones en la etapa previa al destete, intentando buscar un equilibrio entre sus posibles ventajas para la salud del animal y el deterioro que su elevada excreción puede causar en el medioambiente. 4. Los resultados obtenidos en la presente Tesis Doctoral aportan información sobre la composición en minerales de la leche de cerda Ibérica y del organismo del lechón Ibérico durante el periodo de lactancia bajo distinto manejo nutricional. La información existente en la bibliografía sobre esta materia es escasa en nutrición porcina en general, e inexistente para la raza porcina Ibérica. De esta información aportada, se pueden deducir aplicaciones prácticas directas relacionadas con el manejo nutricional y la formulación de piensos de iniciación específicos del lechón Ibérico.