Formas de hacer. Experimentación y prácticas emergentes en los movimientos sociales. Una etnografía de las oficinas de derechos sociales
- Arribas Lozano, Alberto
- Aurora Alvarez Veinguer Directora
- Carmen Gregorio Gil Codirectora
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 24 de marzo de 2014
- María Soledad Vieitez Cerdeño Presidenta
- Antonio Ortega Santos Secretario
- Ramón Grosfoguel Vocal
- Elena Casado Aparicio Vocal
- Gunther Dietz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Este trabajo explora cómo los y las integrantes de los movimientos sociales reinventan su política. Vemos emerger nuevos protagonismos sociales, formas organizativas, sujetos, discursos y repertorios de acción que difieren profundamente de la imagen clásica de un actor político organizado, y que se despliegan a través de una topología compleja de redes enredadas, constelaciones de herramientas y sentidos compartidos cuyo carácter abierto ¿indefinido, cambiante- es uno de los elementos clave en las formas de pensar, imaginar y hacer política hoy desde los movimientos sociales. Se trata de un panorama novedoso que aún estamos aprendiendo a nombrar. Redes difusas donde los vínculos que sostienen la acción se tejen en la materialidad de las prácticas y luchas concretas, cuando la gente se encuentra y se reconoce en torno a problemas y malestares compartidos que operan en un plano, el espacio/tiempo cotidiano, que habitualmente resulta imperceptible para nuestros análisis, que tienden a centrarse en los momentos más visibles de la acción colectiva. Mi investigación es una apuesta explícita por insertarme al interior de ese espacio/tiempo `imperceptible¿ que funciona como laboratorio de experiencia y experimentación. ¿Qué veríamos si nos situamos al interior de dichas redes difusas?, ¿están sucediendo cosas que no podemos percibir con las categorías, los mapas y preguntas de que disponemos?, ¿cómo toman cuerpo esa otra política y esos protagonismos sociales emergentes?, ¿qué herramientas de análisis necesitaríamos para dar cuenta en nuestras investigaciones de estos procesos abiertos, de estas lógicas en movimiento? Intento así cartografiar las lógicas y prácticas emergentes de la acción colectiva a partir de una aproximación etnográfica a la red de Oficinas de Derechos Sociales (ODSs), un entramado de dispositivos que se creó en la segunda mitad de la década del 2000, pero que tenía su origen al interior de redes y comunidades de activismo que compartían una amplia trayectoria previa de proyectos comunes. Las ODSs surgieron, de hecho, a partir de la reflexión crítica que estas comunidades hicieron sobre determinados rasgos de sus propias prácticas; y esta genealogía particular, esta dimensión de largo recorrido en la que querían dejar de hacer lo que venían haciendo y ensayar algo diferente, es lo que convertía a esta red en un espacio privilegiado para trazar un mapa en el que observar y analizar, con cierta perspectiva, la aparición de lógicas políticas emergentes. Dicha red ponía en conexión experiencias presentes en diferentes ciudades cuyo objetivo era promover y dinamizar procesos colectivos de autoorganización contra la precariedad, buscando especialmente tejer alianzas ¿producir un común- entre precarios/as autóctonos/as y migrantes. Este era el contenido político de las ODSs, lo que hacían los diversos nodos que componen esta experiencia; sin embargo, para los y las integrantes de la red la característica más importante de su propuesta, aquello que definía su razón de ser, no era tanto dicho contenido sino lo que nombraban como: la experimentación en torno a las formas de hacer política. Esta idea de las formas de hacer es central a lo largo de todo mi proyecto. No remite a las técnicas concretas de organización o intervención de la red, sino a la manera de entender (imaginar y producir) la política; no es un programa cerrado, sino un estilo de trabajo abierto ¿en construcción. Y en ese sentido, mi trabajo no pretende analizar un episodio particular de movilización o protesta, ni es tampoco una etnografía de la actividades que se despliegan en el día a día desde las ODSs; sino que la práctica que observo es la experimentación en torno a las formas de hacer, las lógicas reflexivas a partir de las cuales a lo largo del tiempo se crean y se transforman los sentidos compartidos que serán los que activen las innovaciones ¿discursivas, organizativas, etc.- (de las que las ODSs serían un ejemplo) y que ponen en cuestión las maneras en las que se venían pensando y estudiando los movimientos sociales. A nivel metodológico, el trabajo de campo de la investigación tuvo lugar entre la primavera de 2008 y la primavera de 2012, incluyendo un total de 10 nodos de la red situados en Málaga, Zaragoza, Sevilla, Terrassa, Pamplona/Iruña, Barcelona y Madrid. Como veremos, el proyecto está basado en el trabajo con materiales producidos por los y las integrantes de la red (informes internos, correos electrónicos, textos de reflexión publicados en diferentes formatos, etc.); en episodios de observación participante en múltiples contextos; y, fundamentalmente, en una primera fase de entrevistas en profundidad realizadas entre diciembre de 2009 y octubre de 2010, y una segunda fase de talleres de discusión y análisis colectivo, diseñados y elaborados junto y con los y las activistas de la red, y que se desarrolló entre 2011 y 2012. A modo de síntesis, podríamos decir que este proyecto se estructura principalmente en torno a cinco ejes: 1) cartografiar la emergencia de lógicas y prácticas políticas novedosas, y la experimentación en torno a las formas de hacer desde los movimientos sociales; 2) observar el trabajo conceptual y discursivo en relación a la cuestión de la precariedad/precarización, y la puesta en marcha de dispositivos políticos que pudieran funcionar como herramientas para intervenir sobre dicho marco; 3) elaborar las preguntas y tensiones que se abren en torno a la posibilidad/dificultad de crear procesos y proyectos ¿territorios comunes- entre sujetos, racionalidades y experiencias sociales que no estaban en diálogo, ese deseo de una política mestiza, una política entre diferentes, que en el caso de la red de ODSs buscaba sobre todo construir alianzas entre precarios/as autóctonos/as e inmigrantes; 4) analizar la centralidad que tienen para estas comunidades de activistas la investigación, la auto-formación y la producción y circulación de saberes; y 5) reflexionar sobre los cuestionamientos epistemológicos y metodológicos en torno a la producción del conocimiento, y sobre la importancia de las propuestas colaborativas de investigación.