La crisis económica en el servicio de salud de Castilla-La Manchaevaluación de las medidas para garantizar su sostenibilidad
- Carretero Alcántara, Luis Miguel
- José Sánchez Maldonado Director/a
- Álvaro Hidalgo Vega Codirector/a
Universitat de defensa: Universidad de Málaga
Fecha de defensa: 11 de de febrer de 2016
- José Jesús Martín Martín President
- Antonio Garcia Ruiz Secretari/ària
- Antonio Bañares Cañizares Vocal
- Josep Santacreu Bonjoch Vocal
- Joan Rosselló Villalonga Vocal
Tipus: Tesi
Resum
En la presente tesis se analizan las medidas que se han tomado en el periodo 2010-2013 en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha para hacerlo viable económicamente y el impacto que estas han tenido sobre el sistema sanitario de la región, medido con las limitaciones que tiene la cercanía en el tiempo. La pregunta es muy compleja y amplia, y por tanto debemos descomponerla en varias preguntas: • Cuáles fueron las causas que llevaron al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha a una situación de grave crisis de sostenibilidad. • Cuáles han sido las medidas que se han tomado en Castilla-La Mancha para resolver esta situación, cuál era su motivación y qué efectos han tenido. • Cuáles han sido las consecuencias de esas medidas o En el gasto público sanitario o En la actividad asistencial y las listas de espera o En la calidad asistencial o En la eficiencia del sistema sanitario o En el acceso a los fármacos recetados por la población o En la satisfacción de los pacientes La síntesis del conjunto es la de unas comunidades autónomas que reciben en las transferencias del INSALUD en el año 2001 unos servicios de salud eficientes y que no están capacitadas en muchos casos para gestionar, hasta el punto de que el gasto inicial para prestar estos servicios se duplica en pocos años. Con crecimientos del gasto muy fuertes, aparece la crisis económica, y deja de haber soporte de riqueza para financiar estos incrementos y el sistema sanitario en general. Se generan enormes déficits, que de forma acumulativa van convirtiéndose en deuda hacia los proveedores. Este círculo vicioso alcanza su máxima expresión a finales de 2011 o primeros de 2012, cuando la crisis llegaba a sus niveles más críticos. En Castilla-La Mancha, la región más deficitaria en sus cuentas públicas en 2010, hubo que hacer un plan serio y riguroso de medidas para la sostenibilidad del sistema sanitario. Estas medidas hicieron efecto, y generaron una fuerte reducción de gasto junto con un aumento de la actividad en jornada ordinaria que compensó la realizada en horas extras. La lista de espera, que creció mucho en 2012, entró después en una senda de reducción y en 2015 está plenamente controlada en sus flujos de entradas y salidas. La producción asistencial hizo un valle similar, que fue corregido hasta llegar a una actividad muy parecida a la de los años previos a la crisis. La calidad asistencial aumentó de forma importante durante el periodo 2010-13, lo que es lógico cuando se eliminan incentivos perversos, se ordenan carteras de servicios, y se agrupa la patología mediante criterios asistenciales, como vemos en la evolución del indicador sintético de calidad asistencial. La eficiencia global del sistema, analizada utilizando el Análisis Envolvente de Datos, aumentó de forma importantísima, tanto si se comparan recursos empleados con calidad asistencial obtenida, como si se introducen otras variables de output más relacionadas con la producción de servicios asistenciales. No se han observado efectos negativos sobre la equidad en el acceso a fármacos con los cambios en el copago, y los datos parecen confirmar que las no retiradas de medicamentos siguen lógicas asistenciales (menos percepción de gravedad) y no económicas (nivel de copago o precio del medicamento). En las encuestas realizadas a pacientes se constata una satisfacción muy alta, aunque en otras encuestas realizadas a la población en general esta satisfacción con el sistema sanitario, siendo mayoritariamente positiva, no es tan alta. En definitiva, el esfuerzo realizado por todos los profesionales del SESCAM ha sido impresionante, y los resultados han sido más que concluyentes. Habrá sin duda que seguir evaluando la evolución del sistema de cara al futuro, para ver si se producen efectos no detectados a un plazo más largo. Pero, sobre todo, han aparecido en este análisis evidencias de hechos que se dan por conocidos en la gestión sanitaria, pero que no se habían contrastado hasta ahora con la nitidez que nos dan los datos. Esperemos que seamos capaces de aprender entre todos para que una crisis de sostenibilidad como esta no vuelva a suceder.