La implicación en la práctica de enfermería en cuidados intensivos

  1. Santos, José Reis dos Rôxo
Dirigida por:
  1. Florencio Vicente Castro Director/a
  2. Vítor Franco Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Extremadura

Fecha de defensa: 16 de diciembre de 2004

Tribunal:
  1. Ramona Rubio Herrera Presidenta
  2. Mercedes Gómez Acuñas Vocal
  3. Victor Bermejo Vocal
  4. Nazario Yuste Rossell Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 123579 DIALNET

Resumen

La hospitalización representa, para el enfermo y familia, un acontecimiento único, generalmente acompañado de un ritual complejo y extraño. Es despojado del papel desempeñado en los contextos sociales normales y se ve obligado a asumir el papel de enfermo, a través del cual se enfrenta a reglas que tiene que observar, horarios que cumplir, relaciones interpersonales limitadas, entre otras cosas. Por otro lado, la hospitalización puede ser sentida como una agresión, pues el hospital refuerza la condición de dependencia de los portadores de la enfermedad, imponiéndoles el vestuario típico del hospital y decidiendo casi todo por el enfermo y generalmente sin el enfermo. En este sentido, la hospitalización puede ser encarada como un choque, un enfrentamiento a un mundo nuevo en el que a veces se frustran todos los proyectos para el futuro. Con el internamiento, el enfermo se da cuenta de que ya no es el mismo, de que hay una ruptura en su historia, frecuentemente acompañada de sufrimiento, debido a la alteración de su imagen (Continuad, 1975). En esta fase, el enfermo revive los miedos, angustias, hostilidades y expectativas relacionadas con la enfermedad, y progresivamente va aprendiendo con sus circunstancias la dureza de la vida. Es una Persona que sufre su enfermedad y, por eso, no es un "objeto" enfermo. La adaptación a la hospitalización es difícil para la mayoría de los enfermos. Es frecuente, sobre todo en las situaciones de ingreso prolongado, como en el caso de los ancianos que, incluso en la hospitalización de corta duración, éstos desenvuelvan fenómenos de desorientación, confusión mental e inquietud (Tahka, 1988). Además de los fenómenos referidos, existe una abanico prácticamente interminable de riesgos inherentes a la hospitalización, dependiendo del tipo de unidad donde el enfermo es ingresado y de su estado de dependencia.