Calidad asistencial y seguridad clínica en pacientes con discapacidad intelectual
- Sáez Lorenzo, María
- José Antonio Mirón Canelo Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 29 de julio de 2014
- Ana Almaraz Gómez Presidente/a
- Francisco Javier García Criado Vocal
- Marcos Cepeda Delgado Vocal
- Aurora Bueno Cavanillas Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
[ES]Objetivos: Conocer, analizar y valorar la Calidad Asistencial y la Seguridad Clínica recibida por las personas adultas con discapacidad intelectual comparada con las personas sin discapacidad de la población general de referencia. Método: Estudio de cohortes retrospectivo en el que para identificar los Efectos Adversos (EA) se revisó la historia clínica de 184 pacientes (92 personas con discapacidad intelectual y 92 personas sin discapacidad pertenecientes a la población general de referencia) que fueron atendidos y hospitalizados en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca entre el año 2008 y el año 2012, ambos inclusive. Resultados: De los 92 pacientes pertenecientes a la cohorte de personas con discapacidad, un 30,4% presenta EA adversos en general (relacionados con los medicamentos, con los cuidados, procedimientos¿) y de los 92 pacientes pertenecientes a la cohorte control, un 12% también presenta EA en general. De ellos, un 69,24% en la cohorte de personas con discapacidad y un 25,64% en la cohorte control se han considerado evitables. De los EA relacionados y/o asociados con los medicamentos, un 15,4% de los pacientes de la cohorte de personas con discapacidad y un 7,7% de la cohorte control presenta algún EA relacionado con la medicación. De ellos, el 100% en ambas cohortes se han considerado evitables. Conclusiones: Los pacientes de la cohorte de personas con discapacidad padecen más EA en relación con la exposición a la Atención asistencial hospitalaria. Esta mayor frecuencia es más del doble que en los controles, personas sin discapacidad, pertenecientes a la población de referencia. Entre las causas más frecuentes de EA se encuentran los medicamentos que, además, son más frecuentes en la cohorte de personas con discapacidad que en la cohorte control. Los pacientes más vulnerables tienen más probabilidad de padecer EAs, es decir, las personas con discapacidad intelectual, con independencia de otras variables, constituyen un grupo de alto riesgo frente a la exposición asistencial.