Desarrollo de herramientas útiles para el control de la leishmaniosis canina

  1. Ledesma Arroyo, Darién
Zuzendaria:
  1. M. Carmen Thomas Carazo Zuzendaria
  2. Manuel Carlos López López Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 2017(e)ko uztaila-(a)k 14

Epaimahaia:
  1. Basilio Valladares Hernández Presidentea
  2. María del Carmen Ruiz Ruiz Idazkaria
  3. Antonio Sánchez Pozo Kidea
  4. Eduardo Berriatua Fernández de Larrea Kidea
  5. Juan José Infante Viñolo Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 490107 DIALNET

Laburpena

El término leishmaniosis engloba a las patologías provocadas por la infección con protozoos parásitos del género Leishmania. Así, se distinguen tres formas principales: visceral (kala-azar), cutánea y mucocutánea (OMS, 2016). Existe una complicación cutánea posterior a la aparente resolución del cuadro visceral conocido como leishmaniosis dérmica post kala-azar (PKDL) que, además de su importancia clínica, también es un importante indicativo de la gran dificultad del establecimiento de criterios de cura en esta infección parasitaria (OMS, 2016). Los protozoos parásitos del género Leishmania presentan un ciclo de vida digenético que alterna entre un hospedador invertebrado que actúa como vector transmisor del parásito (insectos de los géneros Phlebotomus y Lutzomyia) y un hospedador vertebrado (Handman 2001). Se considera endémica en todos los continentes con excepción de Oceanía y la Antártida, con unas estimaciones que se sitúan en torno al millón y medio de nuevos casos anuales (entre 1 y 1,2 millones de casos de la variedad cutánea y entre 200 000 y 400 000 de kala-azar) (Handler, Patel et al. 2015). La inclusión de la leishmaniosis en el listado de la OMS de enfermedades consideradas como desatendidas, nos ayuda a hacernos una idea de mucha de la problemática asociada a este parásito. Los principales tratamientos empleados en la lucha contra el parásito se vienen utilizando desde la década de los años 40 del siglo pasado. Los mismos presentan una elevada toxicidad, una complicada administración y cada vez un mayor número de resistencias a fármacos (Elmahallawy and Agil 2015). El diagnóstico de la infección subclínica también resulta complicado (Torpiano and Pace 2015), especialmente teniendo en cuenta la dificultad en la consecución del aclaramiento parasitario una vez superada la patología. El carácter zoonótico de la leishmaniosis también convierte a la infección con las especies de este género en un importante problema veterinario que, además, para algunos autores, resulta crítico por el papel de reservorio desempeñado por los perros para la infección humana, hasta el punto de que una vacuna efectiva contra la leishmaniosis canina está considerada como la mejor herramienta en la lucha contra el parásito (Alvar, Canavate et al. 2004). La leishmaniosis canina también presenta muchas complicaciones asociadas a la hora del tratamiento (se usan prácticamente los mismos fármacos) y del diagnóstico. Así, el diagnóstico de la infección subclínica en los perros de las zonas endémicas resulta un reto de gran importancia por el papel de estos animales infectados como reservorios del parásito y por la imposibilidad de detección de los mismos por las técnicas existentes. Esto cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que algunos estudios apuntan a prevalencias cercanas al 80% en perros de zonas de elevada endemicidad (Chitimia, Munoz-Garcia et al. 2011). Teniendo en cuenta toda la problemática que acompaña a la enfermedad causada por los protozoos parásitos del género Leishmania, en el presente trabajo se aborda el desarrollo de nuevas herramientas útiles para el control de la infección causada por este patógeno, basadas en antígenos específicos del parásito. Así, los estudios realizados están centrados en tres puntos principales, como son la obtención y caracterización de una vacuna preventiva frente a la leishmaniosis canina, el análisis de la antigenicidad y utilidad diagnóstica de un antígeno específico de Leishmania infantum para la leishmaniosis canina asintomática y el inicio del estudio de patrones de respuesta inmunológica de pacientes con leishmaniosis cutánea tratados y no tratados como biomarcador del estatus de la leishmaniosis cutánea humana. De esta forma, tras diferentes ensayos realizados en modelo murino, se ha identificado una combinación de antígenos específicos del parásito y de adyuvantes que resulta completamente segura, inmunogénica y protectiva frente al reto experimental con promastigotes infectivos de Leishmania infantum en perros de raza Beagle. En el mismo contexto de la leishmaniosis canina, se ha caracterizado un antígeno específico de L. infantum que con una elevada especificidad, resulta de gran utilidad en el diagnóstico serológico de la infección subclínica. Además, se han encontrado patrones fenotípicos y funcionales de células T específicas de antígenos parasitarios relacionados con diferentes fases de la patología en pacientes con leishmaniosis cutánea residentes en zona endémica.