El impuesto de tierras infrautilizadas de la Junta de Andalucía, una opción no utilizada de aplicación de reforma agraria
- RUIZ CONEJERO, FRANCISCO MANUEL
- Santiago Delgado Fernández Director
Universitat de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 03 de de febrer de 2016
- Antonio Robles Egea President
- Rafael Vázquez García Secretari
- José-Francisco Jiménez-Díaz Vocal
- María José del Pino Espejo Vocal
- Belén Blázquez Vilaplana Vocal
Tipus: Tesi
Resum
La agricultura desde su aparición en el Neolítico se ha convertido en la actividad de mayor relevancia económica y de mayor impacto cultural en el devenir de la Humanidad. La transición del cazadorrecolector al agricultor cambió totalmente la forma de vida del ser humano que pasó a organizarse en sociedades más o menos estructuradas cuya subsistencia en gran parte paso dependerá de los cultivos que podían desarrollar. El periodo anterior al desarrollo de la Revolución industrial que abarca la mayor parte de la Historia de la Humanidad, la agricultura consistía fundamentalmente en una “economía natural” en la que se reponían las materias primas y la energía de trabajo tanto humano como animal empleados en el desarrollo de los procesos productivos, sin aportaciones externas. En los procesos agrícolas el ser humano sólo intervenía en la siembra y recolección, además del riego, siendo la fotosíntesis, la trasformación de energía solar en materia vegetal la fase fundamental del proceso. La ganadería aparecía como un eslabón secundario, cuya misión era aportar tanto fuerza de tracción como abonos orgánicos y esporádicamente carne. En tiempos más recientes no se podría concebir las primeras etapas de la Revolución Industrial sin la aportación de capitales y mano de obra procedentes de la agricultura. Hoy en día la agricultura sigue siendo la principal fuente de ingresos de los países menos desarrollados, y aún dentro de las naciones más avanzadas sigue siendo un sector de alto valor estratégico, no sólo como proveedor de alimentos para la población y de materia prima a la industria, sino también, debido a su importante labor a favor de la conservación del medio ambiente, como elemento de fijación de la población en comarcas que debido a la climatología, altitud o calidad de los suelos permanecerían despobladas. La historia contemporánea de Andalucía está caracterizada por una enorme influencia de la agricultura dentro de la economía y dentro de ella por la enorme influencia del latifundismo provocando una situación de monopolio de tierras en todos los aspectos de vida social al establecerse una situación de privilegio como detentadores además de la única fuente de empleo lo que hace que los grandes propietarios ejerzan su dominio sobre el resto de la sociedad. La concentración de la tierra en pocas manos provoca que los procesos de Reforma agraria se conviertan en uno de los fenómenos más interesantes desde el punto de vista histórico, jurídico o político, consolidándose como uno de los temas de más amplio calado político, provocando el posicionamiento de las distintas organizaciones políticas, sindicales, patronales, sociales e incluso la Iglesia ofreciendo vastos campos de posibilidades para el desarrollo de las ciencias sociales para permitir una mejor comprensión de nuestra historia reciente. Como política pública, la Reforma agraria solo puede ser entendida como la plasmación del interés social, cuyo objetivo es aumentar la eficacia y la eficiencia de un sector de la importancia del agrario, de la que amplios colectivos esperan beneficiarse de la acción del Estado contra los detentadores de grandes fincas, que será expropiados de sus propiedades mediante indemnizaciones. Es del todo imposible analizar los procesos de redistribución de la propiedad agraria y sus consecuencias sin una previa valoración del devenir de las principales organizaciones que representan a los distintos sectores. Las organizaciones de la izquierda españolas y por ende las andaluzas aparecen de manera coetánea y siguiendo las mismas hojas de ruta que grupos, partidos y sindicatos similares en Europa occidental y en Estados Unidos, de hecho una de las características de la izquierda española es su fuerte vinculación a organizaciones internacionales siendo en los casos más importantes fundadoras de ellas. Las diferencias sociales dentro del mundo rural se convertirán desde el primer momento y hasta nuestros días un banderín de enganche de dichas organizaciones. En Andalucía las movilizaciones a favor de cambios estructurales en el sector agrario llegarían a la efervescencia revolucionaria durante la crisis institucional de 1917 y el denominado como “Trienio Bolchevique Las organizaciones conservadores han tenido una fuerte dependencia del pensamiento católico, a pesar de que la Iglesia fue la gran afectada por los procesos desamortizadores y aunque algunas voces tras la crisis del 98 propugnaban introducir cambios sociales en el campo andaluz históricamente se ha optado por mantener su status quo dentro de la pirámide social andaluza. En paralelo a estos dos grupos políticos antagónicos surgen los primeros titubeos del nacionalismo andaluz, que terminará vinculando su discurso a la cuestión de la tierra, a pesar de su evidente debilidad en los dos primeros tercios del siglo XX, el nacionalismo andaluz entorno a la figura de Blas Infante fue capaz en los años treinta de poner las bases para que tras su resurgir en los años setenta darían luz a la Junta de Andalucía. Nuestra investigación tratara de demostrar que en Andalucía, y de manera más evidente en el Valle del Guadalquivir y zonas anexas, existe un problema de acaparación de tierras que hunde sus raíces en la conquista cristiana, pero que tiene su cenit en los procesos desamortizadores que se dan en el siglo XIX, siendo ratificada en los primeros años del franquismo. En paralelo mostramos la existencia de una política pública en concreto el proceso de Reforma agraria de la Junta de Andalucía que surge ante las reiteradas apelaciones a la necesidad impostergable de su puesta en marcha, entendida como el mecanismo primordial encaminado hacia un justo reparto de la tierra entre el grueso de los jornaleros y campesinos más pobres, que se convertirá en la base del discurso de socialistas, anarcosindicalista, comunistas, republicanos, regionalistas e incluso sectores progresistas de la derecha andaluza, Dentro del programa de reformas existe un impuesto que los distintos gobiernos andaluces se han negado a recaudar, que fácilmente puede ser adaptado a la nueva realidad andaluza, en un marco de grandes extractores de rentas procedentes de los fondos de la Política Agraria Común, lo que no solo ha restado ingresos a las arcas públicas, sino que además se da en una región asolada de manera histórica por el paro y la marginación. El primer parámetro que hemos analizado es el concepto y límite de propiedad, sobre todo su trascendencia en el mundo rural, entendiendo que es una herramienta necesaria para encarar cualquier estudio de este género. El segundo parámetro que hemos analizado ha sido la acaparación de tierras, en una primera fase de la mano de los conquistadores castellanos. Con la llegada de los borbones la necesidad de aumentar la producción de alimentos y materias primas así como la puesta en valor de tierras deshabitadas se convertirá en una prioridad de la clase política. Con la instauración del Estado liberal siguiendo el modelo de las Cortes de Cádiz, se inicia un proceso de expoliación de los bienes eclesiásticos y municipales para hacer frente a los desmanes de una deuda pública incontrolable, pero estas medidas no estuvieron exentas de polémica ya que en la práctica aumentaba la concentración de tierras y privó a las clases más desfavorecidas de tierras comunales y de organizaciones de beneficencia. Finalmente en los primeros años del franquismo nuevamente se produjo un importante proceso de concentración de tierras a costa de los vencidos en la guerra. El tercer parámetro que hemos analizado son las medidas que se pusieron en marcha para paliar el grave problema social que se cernía sobre Andalucía, desde las tímidas medidas colonizadoras de los gobiernos de la Restauración hasta los procesos de Reforma agraria tanto la republicana que tomará cuerpo con la proclamación de la Ley de Bases de la Reforma Agraria promulgada el 9 de septiembre de 1932 y con la creación del Instituto de Reforma Agraria encargado de la realización de la misma. Como la andaluza Ley 8/1984, de 3 de julio, de reforma agraria. El cuarto parámetro que hemos analizado es el ascenso del nacionalismo andaluz desde sus orígenes hasta la creación de la Junta de Andalucía, entendiendo que su devenir está íntimamente ligado a la denuncia de las condiciones de vida del campo andaluz, el nacionalismo andaluz tiene una serie de características que lo hacen peculiar dentro del resto de nacionalismo periféricos que surgen en España, no habiendo sido debidamente estudiado. El quinto parámetro que hemos analizado es la Reforma agraria de la Junta de Andalucía desde tres puntos de vista: su génesis fruto de la determinación del Presidente Escudero en un marco social explosivo, los ataques desde sectores conservadores, sus ineficiencias desde la óptica de las organizaciones sindicales, su posterior descarte tras el ingreso de España en las organizaciones comunitarias, y las repercusiones de la Política Agraria Común y otros fondos estructurales en Andalucía. Finalmente analizamos de manera específica el Impuesto de Tierras Infrautilizadas. Para realizar esta investigación se ha procedido al estudio del contexto, lo que ha supuesto el análisis de la historia política de cada periodo, ya que, una explicación desde el punto de vista de la ciencia política tiene que buscar siempre alguna forma de contextualismo, para poder conocer la relación de los todos y las partes por su recíproca implicación, para poder ofrecer así una visión de conjunto integral de lo que se estudia. Por ello, esta investigación introduce inicialmente en cada periodo que se trata sus aspectos políticos, culturales y económicos, con especial hincapié los vinculados con el sector agrario. Para la realización de este trabajo de investigación, hemos utilizado el Método Hipotético Deductivo En éste método, se procede de manera que se elaboran hipótesis, y este proceso no requiere justificación epistemológica. En esta instancia nos encontramos con lo que se ha dado en llamar contexto de descubrimiento. Una vez elaborada una hipótesis, la lógica deductiva entra en operación para extraer conclusiones por medio de una deducción lógica. Estas conclusiones lógicas son sometidas a distintas operaciones de discrepancia para establecer su coherencia interna y su aceptabilidad empírica. De acuerdo con este método, las teorías se construyen a través de la contrastación empírica y se mantienen como aceptables mientras las predicciones de la teoría no son falsadas por las observaciones. Utilizando el método hipotético-deductivo llegamos a las siguientes conclusiones, que serán los ejes vertebradoress del trabajo de investigación: 1º Detectamos que en Andalucía a lo largo del siglo XIX se produce un enorme proceso de acumulación de tierras fruto de la actividad política. 2º El proceso de acaparación de tierras en Andalucía a lo largo del Siglo XX, provocará que germinen movimientos de agitación campesina cuyo lema fundamental es la aplicación de la Reforma Agraria en la que subyace la necesidad de generar herramientas locales que permitan el acceso de los trabajadores agrícolas a la tierra. En paralelo surge el llamado nacionalismo histórico. 3º Formulamos la hipótesis de que esos movimientos sociales encuentran su cenit en épocas de crisis profundas, que además llegan a España dentro de olas de crisis mundiales cuyo hipocentro está situado en otras latitudes, pero debido a la participación de España en un mundo globalizado, se ve afectado por ellas. De la acción política los movimientos sociales andaluces llegaran a tener capacidad para lograr la inclusión de la Reforma agraria en la Agenda Política. 4º Nuevamente tras el retorno democrático la Reforma agraria vuelva a tomar actualidad y entra en la agenda política. 5º Fruto de todo ello en la actualidad hay un impuesto que no se recauda, a pesar de haber pasado de manera satisfactoria por el tamiz que supone el Tribunal Constitucional, no contradiciendo tampoco las normas sobre armonización fiscal de la Unión Europea, en un marco social en el que el sector agrícola andaluz se ha transformado con la llegada de ingentes cantidades de euros destinados a los propietarios de fincas que en algunos casos superan el millón de euros, a los que no se les ha exigido contraprestaciones sociales algunas. Finalmente hemos incluido una serie de conclusiones en las que también hemos desarrollado una serie de propuestas de actualización sobre un impuesto, teniendo en cuenta los cambios normativos en la Política Agraria Común que hemos analizado en profundidad.