Metodología para el análisis histórico- constructivo en edificios granadinos

  1. ACALE SÁNCHEZ, FERNANDO
unter der Leitung von:
  1. Juan Antonio Calatrava Escobar Doktorvater

Universität der Verteidigung: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 27 von November von 2015

Gericht:
  1. Ricardo Anguita Cantero Präsident
  2. Juan Manuel Barrios Rozúa Sekretär
  3. Marco Dezzi Bardeschi Vocal
  4. Fernando Vegas López-Manzanares Vocal
  5. Santiago Sánchez Beitia Vocal
Fachbereiche:
  1. CONSTRUCCIONES ARQUITECTÓNICAS

Art: Dissertation

Zusammenfassung

La historiografía convencional, entendida como el estudio bibliográfico y crítico de los escritos sobre historia y sus fuentes, y de los autores que han tratado de estas materias, ha sido aplicada a la Arquitectura con mayor o menor éxito en las últimas décadas. La historia de un edificio se asemeja a una biografía. Cuando se estudia un edificio desde el punto de vista histórico- constructivo, se busca conocer los hitos biográficos que han llevado al edificio hasta su estado actual: cómo surge la idea de construirlo, cuáles fueron los motivos que llevaron a elegir el lugar donde se ubica, cómo se construyó, cuáles fueron los factores que motivaron su transformación en el tiempo, cómo se han materializado dichos cambios y cómo se encuentra en estos momentos. La comprensión de la evolución histórica es fundamental para poder planificar una intervención de rehabilitación o restauración sobre un edificio. En mayor o menor medida, el conocimiento previo del edificio, constituye la base sobre la que apoyar la estrategia de intervención arquitectónica. En los últimos años, el nivel de exigencia sobre el conocimiento de los edificios en la fase previa a la intervención arquitectónica, ha aumentado. Los medios de los que se dispone en la actualidad, son mejores y más numerosos que hace tan sólo dos décadas. Por ejemplo, en lo que se refiere al trabajo de documentación en archivos, ahora existen catálogos más completos y más accesibles. En algunos casos, la digitalización de fondos y la posibilidad de acceder a ellos desde cualquier lugar, facilita enormemente el trabajo del investigador. Por otro lado existen también, mejores técnicas, más desarrolladas y precisas, para el reconocimiento del edificio como fuente directa. La posibilidad de contar con instrumentos para la cuantificación y cualificación de la propia Arquitectura como elemento material, es también mayor, independientemente de la escala del edificio y de la envergadura de la investigación. La forma y el contenido de los estudios analíticos, previos a cualquier intervención arquitectónica, especialmente aquellos relacionados con el patrimonio histórico, han evolucionado de manera significativa en los últimos años. La mayoría de los proyectos arquitectónicos que se desarrollaban en nuestras ciudades en el siglo XIX estaban formados únicamente por una escueta memoria descriptiva y una propuesta de alzado. A partir de ahí la evolución del contenido de los proyectos ha crecido exponencialmente, incorporándose al documento del diseño arquitectónico todos aquellos estudios analíticos necesarios para entender la realidad material del edificio y determinar cómo ha sido su evolución a lo largo del tiempo. El debate sobre la incorporación de estos estudios complementarios a la propuesta arquitectónica, se produce al mismo tiempo en todos los marcos teóricos posibles. Las reuniones internacionales de expertos y organismos relacionados con el patrimonio histórico, desarrolladas a partir de la década de los años treinta con el fin de fijar criterios únicos sobre la conservación, intervención y transmisión del patrimonio de nuestras ciudades, posibilitó la creación de unas pautas generales de trabajo que, con mayor o menor fluidez, fueron adoptándose en los distintos países representados en dichas reuniones. En España, el desarrollo legislativo en materia de patrimonio, irá incorporando muchas de las directrices incluidas en las Cartas Internacionales. La Ley de Patrimonio de 1933, sobre Defensa, Conservación y Acrecentamiento del Patrimonio Histórico- Artístico Nacional, supuso un gran avance en la protección y tutela de los monumentos nacionales, muchos de ellos en peligro de desaparición. Aunque el debate sobre la protección del patrimonio había estado presente desde mediados del siglo XIX, con la creación en 1844 de las Comisiones de Monumentos histórico- artísticos, no será hasta 1933 cuando se trate de regularizar con criterios objetivos, los instrumentos para la protección del patrimonio, la elaboración del correspondiente catálogo de elementos de valor patrimonial, y la tutela que la administración debía ejercer sobre ellos. La Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 permitió ampliar la definición de patrimonio histórico, incorporando elementos prácticamente olvidados hasta el momento, como son el patrimonio etnográfico, científico o técnico y también los sitios naturales de valor artístico, histórico o antropológico. Además de transferir las competencias sobre patrimonio a las Comunidades Autónomas, por primera vez, en esta Ley, se incorporan los criterios para la protección y enriquecimiento de los bienes históricos y culturales formulados por distintos organismos a través de las Cartas Internacionales de Restauración. El desarrollo posterior de la legislación en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía, profundizará sobre algunos aspectos de la Ley de 1985, adoptándose de forma determinante en la Ley vigente de 2007, los criterios en materia de conservación y restauración dictados a nivel internacional. En concreto, en lo referente a los Proyectos de conservación, se establece la necesidad de participación de equipos multidisciplinares, adoptándose todos los medios científicos y técnicos que contribuyan al estudio del bien y sus valores culturales, realizándose una diagnosis completa de su estado de conservación, previamente al desarrollo de la correspondiente propuesta de actuación. Los estudios previos al desarrollo de la propuesta arquitectónica pueden ser variables en función del propio edificio o lugar de que se trate, de la escala de la actuación y de los medios materiales de que se disponga. Evidentemente la fase de estudios previos para un proyecto de intervención en un conjunto monumental será mayor que para un proyecto de rehabilitación de un edificio de escala doméstica. La legislación actual no detalla los estudios sectoriales que son necesarios para el conocimiento de los edificios históricos. En Granada, es el Plan Especial de Protección, Reforma Interior y Catálogo del Área Centro el que define en su normativa qué documentos debe contener el Proyecto de intervención arquitectónica, en función de la catalogación del edificio (Art.5.3.3. y ss.). Por ejemplo para el caso de un edificio con catalogación A1, se diferencia entre el contenido del proyecto y el documento de información y diagnosis, el cual debe incluir: - Documentación histórica e historiográfica del inmueble (planos originales y de su evolución y transformaciones, identificación de añadidos y ampliaciones con sus fechas, imágenes y evolución del entorno urbano en que se enclava). - Reportaje fotográfico del estado actual - Levantamiento del edificio - Planos de detalle de acabados existentes en el edificio (pavimentos, escaleras, etc.) - Descripción de usos - Análisis y diagnóstico del edificio a partir de los daños y deficiencias observadas. Los Planes Directores para la intervención en conjuntos monumentales como la Catedral de Santa María de Vitoria- Gasteiz o el Plan de rehabilitación integral de la Basílica y el Hospital de San Juan de Dios de Granada, nos muestran una gran diversidad de estudios posibles, a través de los cuales realizar el correspondiente diagnóstico previo a la programación de la intervención. A una escala menor, las posibilidades de contar con grandes equipos de trabajo se reducen considerablemente, no obstante el análisis de las estructuras murarias, sistemas constructivos, patologías y evolución histórica del edificio a través de los análisis tipológicos y de fuentes documentales, suelen ser viables económica y técnicamente en la mayoría de las actuaciones. En este contexto, los estudios histórico- constructivos son fundamentales para comprender cuál es la situación de un edificio antes de planificar una intervención sobre él. A través de ellos podremos situar al edificio en su contexto urbano y también conocer cómo ha evolucionado tipológicamente a lo largo del tiempo, obteniendo información específica sobre su construcción y su transformación a lo largo de su historia. La interpretación de esta información es básica para poder comprender qué es el edificio, cómo está construido y cuáles son los mecanismos que han posibilitado su evolución. Las últimas experiencias desarrolladas en España en el estudio de bienes patrimoniales, revelan una nueva forma de entender el complejo proceso de restauración de un edificio, donde los estudios previos adquieren cada vez una mayor importancia. En el panorama actual existen diferentes corrientes de trabajo, polarizadas hacia los que defienden la autonomía de los tradicionales análisis histórico- estilísticos, principalmente realizados por historiadores del Arte, y los que apuestan por el análisis estratigráfico, como fuente objetiva de conocimiento, realizados fundamentalmente por arqueólogos. En el caso de los primeros, la investigación histórica se centra exclusivamente en el análisis de las fuentes documentales y el análisis estilístico- artístico del edificio, mientras que los segundos trabajan directamente sobre el edificio, aplicando el método arqueológico a la lectura de paramentos. En nuestra opinión, la visión histórico- constructiva de un edificio queda perfectamente definida si se unen ambas formas de trabajo, ya que por separado ofrecen una información incompleta. La metodología de trabajo expuesta en la primera parte de la Tesis, es el resultado de la experiencia desarrollada por el autor en los últimos quince años en la realización de estudios histórico- constructivos de edificios o espacios urbanos de la ciudad de Granada. A partir de esta metodología, la investigación histórica supone la conjunción entre el análisis de las fuentes documentales y el estudio pormenorizado del edificio desde todas las perspectivas posibles. Se trata de un documento concluyente cuyo objetivo último es delimitar las etapas constructivas de un edificio a través de una cronología en la que se recojan los momentos fundamentales de su evolución. Para el conocimiento de todos aquellos aspectos que puedan arrojar alguna información sobre la situación constructiva del edificio en cada período, el estudio histórico- constructivo se sirve de distintas herramientas, que van desde el examen de las fuentes archivísticas y bibliográficas, al análisis pormenorizado del edificio, a través de su tipología, su estilo arquitectónico, sus elementos de valor histórico- artístico, los sistemas constructivos empleados en su ejecución o la composición de los distintos materiales. La diversificación de medios para el estudio de un edificio, lleva a plantear una metodología de trabajo en la que deben integrarse equipos multidisciplinares. Estos equipos serán los encargados de realizar los distintos análisis y de decodificar la información obtenida, poniéndola al servicio del resto de grupos para la elaboración de la secuencia constructiva del edificio. El método expuesto puede aplicarse a edificios de todas las escalas, así como también a distintos lugares de la ciudad, como barrios, plazas o calles. La selección de edificios y lugares estudiados en la segunda parte de la Tesis obedece a esa variedad tipológica y de escala, lo que se traduce en diferentes tipos de análisis, ya que no en todos los edificios concurren las mismas posibilidades de investigación. Se muestra por tanto la metodología de trabajo junto al desarrollo de cinco investigaciones concretas sobre diferentes lugares de la ciudad de Granada, como son la Iglesia de San Nicolás, el Hospital Real, el Palacio de los Condes de Lajarosa, el Cuarto Real de Santo Domingo y la Plaza Pescadería. Se trata de cinco estudios realizados bajo distintas premisas que ilustran perfectamente las posibilidades de desarrollo de la metodología general de trabajo planteada. El estudio de la Iglesia de San Nicolás muestra la evolución histórico- constructiva del edificio desde sus orígenes hasta nuestros días, abarcando aquellos períodos determinantes en la vida del edificio, como son su construcción inicial, rehabilitaciones posteriores, ampliaciones, demoliciones acontecidas como consecuencia del incendio de 1932 y su posterior rehabilitación. Este estudio forma parte de la fase de estudios previos a la realización del proyecto de rehabilitación del edificio del arquitecto Antonio Martín Muñoz. El análisis realizado sobre el Hospital Real, sede actual del Rectorado de la Universidad de Granada, se encuadra dentro del conjunto de estudios realizados para el Plan Director de Rehabilitación Integral del edificio. Se trata de una investigación autónoma pero estrechamente vinculada al resto de estudios analíticos que se estaban realizando paralelamente en el ámbito del propio Plan Director, como son análisis de materiales, constructivos, etc. Para la realización de este trabajo se contó con abundante documentación procedente de numerosos archivos tanto locales como nacionales, lo que permitió establecer una secuencia cronológica en base a datos absolutos, desde el origen del edificio hasta nuestros días. En este sentido resulta de gran interés, por lo desconocido, el proceso de restauración del edificio acometido durante las décadas de los años sesenta y setenta por el arquitecto Francisco Prieto- Moreno. La investigación desarrollada se centra especialmente en estos acontecimientos, determinando el contenido de las actuaciones efectuadas en el edificio a través de los veinticinco proyectos realizados durante dicho período. Se trata, por tanto, de un ejemplo de las posibilidades de la metodología de trabajo, aplicada, en este caso, a un período concreto de la vida de un edificio. El estudio sobre el Palacio de los Condes de Lajarosa, actual sede de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Granada analiza la evolución histórica del edificio a partir de los primeros datos localizados, a mediados del siglo XIX, como palacio de los Condes de Cadimo. Posteriormente, en 1915 el edificio será adquirido por Rafael Fernández de Bobadilla, Conde de Lajarosa, quien lo someterá a una profunda remodelación bajo las directrices del arquitecto Fernando Wilhelmi y del artista Isidoro Marín Garés. Este estudio analiza principalmente la transformación del edificio en este período y su posterior adecuación en los años ochenta como sede de la Cámara de Comercio. La carencia de documentación histórica se compensa con un exhaustivo análisis tipológico y estilístico, que permitirá reconocer cada una de los capítulos de la intervención realizada para su conversión como Palacio de Lajarosa. Este trabajo forma parte de un asesoramiento técnico integral sobre la rehabilitación del edificio y el reconocimiento de sus valores histórico- artísticos, encargado por la Universidad de Granada para su rehabilitación como centro administrativo de la propia Universidad. La investigación realizada sobre el edificio del Cuarto Real de Santo Domingo se enmarca dentro de la fase de estudios previos a la redacción del Proyecto de rehabilitación de los arquitectos Ramón Fernández- Alonso y Javier Gallego. Con este trabajo se pretendía conocer la incidencia que tuvo a mediados del siglo XIX la demolición del pórtico nazarí de la Qubba y el adosamiento del edificio residencial con sus posteriores ampliaciones. Como ocurría con el estudio del Hospital Real, se centra la investigación en un período concreto de la historia del edificio, probablemente el más complejo de todos, no sólo por las intervenciones realizadas de carácter arquitectónico, sino también por la transformación que sufre el entorno del edificio como consecuencia de la implantación de la política urbanística del momento, realizándose diferentes proyectos de alineaciones, demoliciones y aperturas de nuevas calles y plazas. Por último, se incluye en esta Tesis un estudio sobre un ámbito urbano, como es la plaza Pescadería, situada en el centro histórico de la ciudad, probablemente la zona más afectada a finales del siglo XIX por los proyectos de alineaciones de calles. Este trabajo se realiza con el objetivo de clarificar la evolución histórica del entorno de la antigua Casa de la Tercia, previamente a su restauración y en él se aplica la misma metodología de trabajo utilizada en el análisis de edificios, lo que permite mostrar su flexibilidad traspasando los límites de la propia arquitectura, pudiendo aplicarse al análisis urbano de las ciudades. La intervención sobre el patrimonio construido implica un ejercicio de gran responsabilidad por parte de las personas que han de llevarla a cabo. La realización de una fase previa de estudios complementarios, así como la participación de equipos multidisciplinares en el proceso de desarrollo del proyecto, supone un buen punto de partida para poder lograr una intervención coherente con el edificio y su entorno. En lo que se refiere a la investigación histórico- constructiva de un edificio, se trata de analizar con una visión crítica cada uno de los episodios de su vida, como si de una biografía se tratara. Como bien ilustraba Leopoldo Torres Balbás un edificio «es un libro sobre el cual, cada generación ha escrito una página».