Pasar el mal trago. Etnografía del abuso de alcohol juvenil en un servicio de urgencias en granada

Resumen

Antecedentes: En las últimas décadas, en España, hemos asistido, a la extensión de un patrón recreativo de consumo intensivo de alcohol, que forma parte de la construcción de la identidad juvenil y que conlleva en ocasiones excesos que presentan consecuencias adversas, propiciando la atención de estos jóvenes en los servicios de urgencias con Intoxicaciones Etílicas Agudas (IEA) casi todos los fines de semana. Tanto el personal de enfermería, como el personal médico en general, conciben la realidad hospitalaria dentro de los parámetros de la biomedicina y de las fronteras que separan el hospital de la calle, sin tener en cuenta el ¿continuum¿ de una actividad cultural como es el ocio recreativo, que empieza en la calle y se traslada al contexto médico. Son muchos los jóvenes que no son conscientes de haber alcanzado un estado de intoxicación, lo que demuestra una vinculación entre el consumo realizado y una falsa percepción de control. Esta falta de control, los lleva a intoxicarse y requerir los servicios sanitarios en urgencias. Trabajos etnográficos en urgencias, sobre consumo excesivo de alcohol por las personas jóvenes, son escasos. Aún menos, abarcando los dos contextos, el del espacio de ocio recreativo y el espacio clínico. Ante la escasez de trabajos existentes en este campo de estudio y el dominio de enfoques cuantitativos para abordar esta problemática, hemos considerado pertinente realizar una investigación etnográfica, que explore el triángulo existente entre jóvenes, alcohol y servicios sanitarios de urgencias. Objetivo general: Estudiar el consumo de alcohol en las personas jóvenes y su experiencia tras una Intoxicación Etílica Aguda en un Servicio de Urgencias, desde una doble perspectiva: la de los pacientes, para conocer los motivos, sentimientos y actitudes que los llevan a buscar ayuda en estos servicios, y la de los profesionales sanitarios del propio servicio de urgencias. Métodos: La investigación se llevo a cabo entre los años 2008- 2014, durante los fines de semana y especialmente en turno nocturno en el servicio de urgencias del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. Se trata de un estudio etnográfico. Para abordar ampliamente el tema de investigación planteado, realizamos un estudio eminentemente cualitativo, sin embargo, pudimos extraer algunos datos cuantitativos que han enriquecido el estudio y nos ha permitido triangular los resultados. Los datos para esta tesis fueron recolectados de diferentes fuentes: para la metodología cualitativa se realizó observación participante, entrevistas semiestructuradas en profundidad y conversaciones informales. En cuanto a la cuantitativa se realizó una revisión de 315 Historias Clínicas de personas jóvenes atendidas por IEA, encuestas de alcohol, y cuestionarios Audit. Resultados principales: Las personas jóvenes, tienen un patrón de ocio recreativo muy preciso donde se abusa del alcohol habitualmente, que consiste en salir cada fin de semana a divertirse y donde es inconcebible la diversión sin el consumo alcohólico. Por lo general, tienen dos patrones muy diferentes: el de ir de tapas donde beben vino o alcohol sin intención de emborracharse donde sólo beben cerveza o vino o incluso, no consumen alcohol en absoluto y la idea es comer con los amigos y charlar en bares o terrazas. La otra versión es ir de ¿copas¿ de ¿finde¿ o de ¿marcha¿, de ¿fiesta¿ donde consumen grandes cantidades de alcohol, en el botellón, en pub y discotecas. En este contexto, algunas personas jóvenes suelen practicar binge drinking y en ocasiones quedar inconscientes en los locales de ocio, sufriendo una IEA. Los amigos y amigas tras intentar determinadas medidas terapéuticas para minimizar los efectos adversos de la intoxicación y ser ineficaces, deciden trasladarlos a urgencias donde son atendidos. Las personas jóvenes atendidas suelen justificar la IEA con escusas en la mayoría de las ocasiones no relacionadas con el abuso de alcohol, desvinculándose del consumo patológico e intentando parecer consumidores responsables. Por su parte los profesionales sanitarios entienden el abuso de alcohol en los jóvenes como un problema de salud que tiene sus orígenes en la concepción cultural y social de esta sustancia entre nuestra población y la falta de compromiso institucional para solucionarlo. Aunque los profesionales de la salud aceptan su papel fundamental en la atención y tratamiento de los jóvenes con IEA en el servicio de urgencias, son reticentes en cuanto a su papel en la prevención e intervención en los SUH considerando mayoritariamente que no es el lugar adecuado. Conclusión: Los datos sugieren que el colectivo de consumidores de alcohol que ha sufrido una IEA, suele ser muy consciente de los riesgos de sufrir una intoxicación que ocasione la necesidad de ser atendido en urgencias. Salvo en ocasiones puntuales, los jóvenes estudiados habían necesitado atención hospitalaria en una sola ocasión. Sin embargo, en general las personas jóvenes atendidas en urgencias, referían haberse emborrachado en múltiples ocasiones. A pesar de ello, no consideran dejar de beber, solo en algunos casos, han referido considerar moderarse en el consumo. La experiencia de la IEA en urgencias para los jóvenes del estudio, no es mas que un mal trago que hay que pasar y olvidar.