Alimentación en adolescentes. Valoración del consumo de alimentos y nutrientes en España

  1. MESANA GRAFFE, MARÍA ISABEL
unter der Leitung von:
  1. Luis A. Moreno Aznar Doktorvater
  2. Marta Fajó Pascual Doktorvater/Doktormutter
  3. Gerardo Rodríguez Martínez Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 01 von Februar von 2013

Gericht:
  1. Miguel García Fuentes Präsident/in
  2. Germán Vicente Rodriguez Sekretär/in
  3. María Rosaura Leis Trabazo Vocal
  4. Beatriz Tresaco Benedi Vocal
  5. Jesús Fleta Zaragozano Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 336505 DIALNET

Zusammenfassung

En la actualidad existe un considerable interés en el crecimiento, desarrollo y maduración de los niños y adolescentes y cómo estos aspectos se relacionan posteriormente con la obesidad en el adulto. La adolescencia ha sido identificada como una de las etapas que juegan un papel crítico en el desarrollo y persistencia de la obesidad y sus enfermedades relacionadas en la edad adulta (Dietz, 1997). En los últimos veinte años, la obesidad infantil ha alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo (Alberga et al., 2012). En el año 2004 el International Obesity Task Force declaró que, aproximadamente, 1 de cada 10 niños y adolescentes tenían sobrepeso, lo que asciende la cifra a 155 millones de niños y adolescentes a nivel mundial (Lobstein et al., 2004). Particularmente preocupante es la situación de algunos países industrializados, como Canadá, que han visto incrementadas sus tasas de sobrepeso y obesidad en adolescentes del 14% en 1978 al 29% en 2004 (Shields, 2006). En Estados Unidos aproximadamente un tercio de los jóvenes tienen sobrepeso u obesidad (Ogden et al., 2010). El índice de masa corporal (IMC) de los niños y adolescentes se relaciona con el nivel de adiposidad en el adulto, teniendo los niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad un mayor riesgo de convertirse en adultos obesos que los niños y adolescentes normales o con bajo peso (Freedman et al., 2005) De hecho, se ha demostrado que aproximadamente el 80% de los adolescentes obesos se convierten en adultos obesos (Daniels et al., 2005). En el caso de España, es en esta población donde las modificaciones de la dieta mediterránea son más visibles, así como también en la transformación de los hábitos alimenticios, en los que la industria alimentaria y la comida rápida están ganando terreno a las comidas caseras (Serra-Majem et al., 2001). A esto se suma el hecho de que, según datos recientes, los hábitos dietéticos poco saludables suelen ser la norma en las escuelas, especialmente en los grados secundarios y que los estudiantes de todas las edades tienen muy pocas oportunidades para la realización de actividad física en la escuela, siendo sus niveles de actividad aún menores a medida que crecen (Lavizzo- Mourey, 2009). La obesidad en niños y adolescentes se ha convertido, por lo tanto, en una crisis de salud de suma importancia en la última década, y los trabajos de campo son necesarios para aclarar cuáles son los factores que intervienen en la etiología de esta epidemia. Por este motivo, la investigación desempeña un papel fundamental para ayudar a comprender y abordar este problema. El estudio que a continuación se describe ha sido realizado con adolescentes, teniendo como objetivo principal evaluar su ingesta dietética y la tendencia por parte de los adolescentes en la declaración de energía y nutrientes en las encuestas dietéticas según la duración del registro de alimentos utilizado. Por otra parte, se ha valorado la infradeclaración de energía y nutrientes en las encuestas dietéticas y su relación con una serie de características, factores y hábitos de vida de los adolescentes. En este trabajo se describen las diversas características biológicas, psicológicas y sociales propias de la adolescencia y que requieren atención para la adquisición de unos hábitos dietéticos saludables y, con ello, prevenir el sobrepeso y obesidad en estas edades. Se estudian las diferentes herramientas disponibles para la valoración de la ingesta dietética de los adolescentes. Se valoran las ventajas y las limitaciones de cada uno de ellos. A continuación se describe la metodología general utilizada en el Estudio AVENA (Alimentación y Valoración del Estado Nutricional de los Adolescentes españoles), y, en particular, de los métodos utilizados para la presente tesis. En la metodología de evaluación se ha empleado el cuestionario, que ha demostrado ser una herramienta útil y valida, de bajo coste económico y de fácil aplicación práctica en el caso de estudios de población adolescente. En nuestro caso se ha realizado un registro dietético de siete días por estimación del peso para valorar la ingesta dietética de los adolescentes y se han utilizado cuestionarios adaptados y validados para conocer sus hábitos, comportamientos y actitudes hacia la comida y la actividad física, para poder ver su relación con el fenómeno de la infradeclaración de alimentos y su importancia, así como para comparar los resultados con los de otros estudios realizados a nivel nacional y en otros países, con metodologías similares y en el mismo rango de edad. Los principales resultados obtenidos se han presentado en forma de dos artículos en inglés, que se enviarán para su publicación en revistas del área de la nutrición. La ingesta media de energía en la muestra fue de 2005 kcal. La ingesta media de energía en los chicos fue mayor que la ingesta media de energía en las chicas. La ingesta de proteínas contribuyó con un 15,6% de la ingesta energética, la ingesta de grasas con un 39% y la ingesta de hidratos de carbono con un 36,8%. Los ácidos grasos saturados contribuyeron con un 12,8%, los ácidos grasos monoinsaturados con un 18% y los ácidos grasos poliinsaturados con un 5,2%. La ingesta media de energía, macronutrientes y micronutrientes declarados en el primer día, tres primeros días y los siete días del registro dietético de siete días por estimación del peso, fue disminuyendo significativamente desde el día 1 al 7. El porcentaje de infradeclaración en toda la muestra fue de 38%, siendo similar en hombres y mujeres. El peso estuvo significativamente relacionado con la infradeclaración, no así el índice de masa corporal. El consumo habitual de desayuno estuvo inversamente relacionado con la infradeclaración en los adolescentes. Casi todos los factores relacionados con la percepción del propio peso e imagen se asociaron significativamente con la infradeclaración: el riesgo de infradeclaración fue mayor en los adolescentes con la sensación de que a veces están demasiado llenos o se sienten enfermos después de las comidas, que piensan que han perdido el control sobre la cantidad de alimentos que toman, que han perdido más de 6 kilos en los últimos tres meses y que piensan que están demasiado gordos. Este estudio muestra claramente que la energía media y la ingesta de nutrientes de los adolescentes españoles difieren de las recomendaciones actuales. En particular, los adolescentes estudiados consumieron una dieta alta en grasas totales, proteínas y baja en carbohidratos. Por otra parte, los hallazgos de este estudio podrían ser compatibles con una disminución de la motivación y/o colaboración de los participantes al aumentar el número de días de recogida de datos, sobre todo si estos días son consecutivos. Este trabajo confirma la complejidad del fenómeno de la infradeclaración y de sus relaciones con una larga lista de factores determinantes. La identificación de estos factores ayudará a mejorar el diseño de futuros estudios dirigidos a la población adolescente y a entender mejor los resultados de dichos estudios.