Salvajes, ciborgs y alianzas multiespecie. Nuevos imaginarios para inapropiadas/inapropiables

  1. Coto Megido, Beatriz
Dirigida por:
  1. Asunción Lozano Salmerón Directora

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 10 de octubre de 2018

Tribunal:
  1. Alfonso del Río Almagro Presidente
  2. Amalia Belén Mazuecos Sánchez Secretaria
  3. Almudena Fernández Fariña Vocal
  4. M. Angeles Diaz Barbado Vocal
  5. Mª Isabel Moreno Montero Vocal
Departamento:
  1. PINTURA

Tipo: Tesis

Resumen

Esta investigación conforma una narrativa que rastrea los hilos de la red que construye a los “Otros inapropiados/inapropiables”. Aglutina relatos entrelazados de realidad y ficción que configuran nuestras subjetividades, nuestros mundos y nuestras relaciones. Analizaremos la obra de Donna Haraway quien nos propone habitar un nuevo sujeto político, el ciborg, una figura que toma de la ciencia ficción pero que también es metáfora de aquello en lo que nos estamos convirtiendo. Es una llamada a la emancipación. Este trabajo, al igual que los planteamientos de Haraway, no solo persigue un empoderamiento de la mujer sino también el de todos aquellos que no se han sentido identificados con las narrativas ofrecidas por el pensamiento occidental. Este trabajo abre nuevas vías, nuevas línea de investigación en el ámbito artístico que considero necesario abordar. La lucha por la igualdad pasa por reflexionar sobre el imaginario que diseñamos para pensar nuestros cuerpos y nuestras identidades, “importa con qué ideas pensamos otras ideas” (Haraway, 2004:18) La hipótesis de esta tesis será demostrar que existe la necesidad de crear nuevas representaciones que provean a la sociedad de un nuevo imaginario en el que poder reconocerse, un imaginario que persista en la lucha por el control de los significados. Como objetivo nos proponemos ofrecer un nuevo referente visual para el feminismo siguiendo los planteamientos de Haraway, aunque como veremos a lo largo de este trabajo, estos referentes pueden ser también un revulsivo para otros colectivos que no han encontrado encaje en las narrativas occidentales disponibles. Para ello, esta tesis tratará de visibilizar que la producción de lo femenino, la noción de “mujer”, así como la del “salvaje”, ha sido construido desde diferentes saberes y disciplinas, atañe a la psiquiatría, la pedagogía, la medicina, la moral, la filosofía, el arte, contribuyendo también el marco judicial en su anulación como sujetos políticos con poder de decisión. Lo que aquí nos atañe, las representaciones artísticas, pero también las literarias o cinematográficas etc.... han contribuido de manera decisiva en la construcción de dichas identidades, es producto de un complejo entramado que mezcla realidad y ficción. La característica fundamental del ciborg es su capacidad y esfuerzo para asumir su propia condición mestiza, híbrida e imperfecta. Esta postura incómoda atenta contra una de las principales causas de la construcción monstruosa de los Otros, la que está estrechamente relacionada con la búsqueda de referentes puros, no contaminados, para llegar a comprender la esencia de lo humano. El primer capítulo nos muestra uno de los escenarios en los que se da esa construcción inhumana y salvaje de la otredad, un camino que recorreremos de la mano de Roger Bartra. En el segundo capítulo conoceremos al ciborg que plantea Haraway. Su propuesta es tremendamente compleja pues abarca temas transversales que pasan por el análisis y crítica de la lógica interna de la ciencia que Haraway consigue revertir a través de esta figura. En el tercer capítulo se abordará la representación de la mujer, por un lado, como cuerpo construido con fines masculinos y que han contribuido a establecer los tópicos de la feminidad, y por otro, como salvaje cuya esencia está estrechamente relacionada con la animalidad y cuyo imaginario favorece un discurso inclinado hacia el determinismo biológico. En el segundo apartado del tercer capítulo ha sido necesario abordar el tratamiento que se le ha dado al ciborg en el arte contemporáneo bajo la mirada de sus tres artistas más representativos, con el objetivo de establecer las principales diferencias con el ciborg de Haraway. Esta investigación se completa en el capítulo cuarto con la obra artística de Laramascoto, que indaga en estos mismos términos que Haraway y plantea un nuevo imaginario que sirva como referente, pero que también invite a ser reconfigurado y reapropiado, pues el ciborg es ante todo un ser diseñado para la acción política. A lo largo de esta tesis hemos podido comprobar que el método propuesto por Haraway permite luchar contra el determinismo biológico que ha construido los cuerpos en función exclusivamente a su naturaleza biológica, justificando así la desigualdad y la construcción de una sociedad jerarquizada en estatus, riqueza y poder. Dicho determinismo ha conducido hacia una universalización de la diferencia que no solo la concibe como algo inevitable sino también como algo necesario, ya que cumplen una determinada función social. Ha sido necesario profundizar a lo largo del trabajo en la lógica interna de la ciencia para visibilizar la base sobre la que está fundamentado el conocimiento, quién lo provee y a quién beneficia. La labor de Haraway aquí ha sido reconocer la dimensión social de la ciencia, entenderla como un entramado atravesado por múltiples relaciones que generan conocimientos situados. Esta idea dinamita desde dentro el proceso legitimador de la ciencia que se presenta como productor de conocimiento objetivo. Haraway nos propone, en cambio, una objetividad encarnada que tenga en cuenta al sujeto cultural, social y político del que emana dicho conocimiento. Esta idea ha disuelto el binomio naturaleza/cultura, pero a esta autora le interesa además situarse en el contexto actual donde la práctica tecnocientífica ha desestabilizado todos los dualismos, humano/máquina, hombre/mujer, natural/artificial... para superar algunas de la barreras y acotaciones conceptuales a las que se ven sometidos los cuerpos. Haraway no se queda solo en la denuncia, va más allá y propone una figura clave para el desarrollo de esta tesis: al ciborg, un irreverente sujeto político, que huye de identidades estables y de lecturas dualistas. Su propia ontología le impide concebir la naturaleza como un espacio mítico e intocado y la biología como el lugar donde está inscrita la realidad de los cuerpos, pues el suyo es un organismo construido, articulado y en constante dependencia de los agentes activos que lo componen, todos ellos con capacidad de agencia. Una realidad inscrita a fuego en su propia carne. Es por ello que la promesa de los ciborgs pasa por la renuncia de sus orígenes, pues no busca el reencuentro con la naturaleza para desvelar su esencia, no acude a ningún Edén mítico sino que se deja enredar en el “ombligo del monstruo” donde todo está contaminado y enmarañado. Abraza la contradicción y no busca verdades absolutas. En esta postura irreverente es donde reside su subversiva forma de resistencia, y en esta posición de sujeto, susceptible de modificación, mutación y reescritura, es desde donde debemos crear nuevas narrativas y representaciones más fructíferas y comprometidas, que permitan emparentar a los otros inapropiados/ inapropiables. Este trabajo no solo es una investigación teórica sino que también ha sido el sustento de la práctica artística de Laramascoto que trata de generar una nueva mitología, un nuevo imaginario que apuesta por una relectura de los cuerpos, pero también de un mundo cargado de ensamblajes y de co-haceres multiespecie. Porque la liberación de la mujer es la liberación de otros muchos colectivos y pasa por una descentralización de lo humano como lugar de referencia.