Nivel de adhesión e influencia de la dieta mediterránea sobre la salud mental en fibromialgia, el riesgo cardiometabólico y la densidad mineral ósea en mujeres perimenopáusicas

  1. Ruiz-Cabello Turmo, Pilar
Zuzendaria:
  1. Pilar Aranda Ramírez Zuzendaria
  2. María López-Jurado Romero de la Cruz Zuzendarikidea
  3. Virginia Aparicio García-Molina Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 2017(e)ko otsaila-(a)k 24

Epaimahaia:
  1. Juan Llopis González Presidentea
  2. Magdalena López Frías Idazkaria
  3. Daniel Jorge Fernández-Bergés Gurrea Kidea
  4. Rinie Geenen Kidea
  5. Mª Magdalena Cuenca García Kidea
Saila:
  1. FISIOLOGÍA

Mota: Tesia

Laburpena

1. Introducción Actualmente, la Dieta Mediterránea es el patrón dietético más estudiado hasta la fecha, con una fuerte evidencia científica que la certifica como la dieta más adecuada para la prevención de enfermedades crónicas y la promoción de la salud.1–3 4. A pesar de esto, la adhesión a la Dieta Mediterránea ha ido disminuyendo progresivamente en los últimos años5. La perimenopausia abarca el período de transición antes y después de la menopausia, pudiendo aparecer 6 años antes de la menopausia y mantenerse de 2 a 5 años después de la menopausia6 que lleva asociado numerosos cambios metabólicos que determinan el bienestar personal7 y la salud general de la mujer89. Conforme la mujer se hace mayor la exposición de ésta a los factores de riesgo cardiovascular aumenta8 así como se acelera la pérdida de masa ósea que puede conducir a osteoporosis10–12. Un adecuado nivel de ejercicio físico se ha asociado a una mejor DMO13. Parece que la condición física, y en concreto la fuerza muscular, pueden promover una mayor DMO14–18. La fibromialgia (FM) ha sido definida recientemente como un trastorno dimensional complejo con el dolor como su principal síntoma19, pero con otros síntomas no dolorosos presumiblemente igual de importantes, como fatiga, rigidez, problemas cognitivos, depresión, ansiedad y problemas cognitivos, entre otros trastornos19. Entre los tratamientos no-farmacológicos la intervención nutricional se presenta como un abordaje prometedor20, sin embargo, es poca la información basada en la evidencia que pueda proporcionar asesoramiento nutricional para esta población21. Por lo tanto, sería de interés evaluar los hábitos dietéticos de esta población y examinar su posible asociación con el riesgo cardiovascular, la osteoporosis y la salud mental. 2. Objetivo El objetivo general de la presente Tesis Doctoral ha sido analizar el patrón nutricional y de Dieta Mediterránea de un grupo de mujeres perimenopáusicas, y determinar su influencia sobre determinantes de salud asociados a la perimenopausia (riesgo cardiovascular y osteoporosis), así como su relación con el estado de salud mental, depresión y optimismo de un subgrupo de mujeres perimenopáusicas enfermas de fibromialgia. OBJECTIVES The overall objective of this PhD Thesis has been to assess the dietary habits, particularly the Mediterranean dietary pattern, of a group of perimenopausal women, in order to analyze their association with potentially modifiable health markers associated with menopause (cardiovascular disease risk factors and osteoporosis), as well as its relationship with mental health, depression and optimism in a subgroup of perimenopausal women with fibromyalgia. 3. Metodología Por la importancia de todo ello, en la metodología de esta Tesis Doctoral, las intervenciones realizadas han sido: • 4. Resultados-Conclusiones Los resultados de la presente memoria de Tesis ponen de manifiesto una serie de conclusiones, entre las que destacan que: I. Existe un progresivo distanciamiento del patrón de Dieta Mediterránea entre las mujeres perimenopáusicas del sur de España, cuya adhesión es mayoritariamente moderada y donde sólo un tercio presenta alta adhesión. II. El consumo de cereales no refinados y legumbres por debajo de las recomendaciones, así como el excesivo consumo de proteína animal resultan en una dieta hipoglucídica, hiperproteica e hiperlipídica. III. Una alta adhesión al patrón de Dieta Mediterránea podría favorecer un perfil cardiometabólico más saludable en mujeres perimenopáusicas, caracterizado por una menor frecuencia cardíaca basal, menores concentraciones plasmáticas de colesterol total, colesterol LDL, ratio colesterol total/HDL, triglicéridos y proteína C-reactiva, independientemente de la edad, índice de masa corporal, menstruación regular, hábito tabáquico, uso de terapia hormonal sustitutiva y niveles de actividad física. IV. Una alta adhesión al patrón de Dieta Mediterráneapodría reducir el riesgo cardiometabólico global, mientras que dicho efecto no se observa cuando la adhesión es moderada o baja. Aunque algunos de los componentes de la Dieta Mediterránea, como cereales integrales, legumbres y vino tinto muestran una asociación inversa con el riesgo cardiometabólico global, estas asociaciones individuales no son tan fuertes como la observada con la Dieta Mediterránea estudiada en su conjunto. V. La fuerza muscular, el peso, el índice de masa corporal y la masa magra se asocian positivamente con la densidad mineral ósea en mujeres perimenopaúsicas, no presentando asociación la adhesión a la Dieta Mediterránea, la masa grasa, ni ninguno de los marcadores cardiometabólicos estudiados. VI. La masa magra muestra una asociación fuerte e independiente con la densidad mineral ósea, explicando el 14% de la variabilidad y mostrando una diferencia clínicamente relevante entre las mujeres perimenopaúsicas en el primer y cuarto cuartil de masa magra. VII. El estudio de los hábitos dietéticos en una muestra representativa de mujeres perimenopáusicas del sur de España con fibromialgia muestra que un consumo diario de fruta y verdura, así como un consumo moderado (2-5 raciones/semana) de pescado se asocia con mejor salud mental y optimismo y menor depresión. Por otro lado, un consumo diario o casi diario de embutidos y bebidas azucaradas se asocian a menor optimismo y mayor depresión. Conclusión general: Los resultados de la presente memoria de Tesis ponen de manifiesto la importancia, en esta población, de mantener una alta adhesión al patrón de Dieta Mediterránea para reducir el riesgo cardiometabólico, así como una adecuada fuerza y masa muscular que preserve la densidad mineral ósea. Asimismo, en la mujer perimenopáusica con fibromialgia, la ingesta diaria de fruta y verdura y el consumo semanal, pero moderado (2-5 raciones/semana), de pescado pueden mejorar su salud mental. CONCLUSIONS I. There is a progressive distancing from the Mediterranean dietary pattern among the perimenopausal women from Southern Spain, whose adherence is mostly moderate, with less than one third of the study population showing a high adherence. II. The lack of cereals, mainly whole grain cereals, and pulses in the diet in favor of a higher consumption of animal proteins determine a hypoglycemic, hyperproteic and hyperlipidemic diet. III. A high adherence to the Mediterranean Dietary pattern promote a better cardiometabolic profile among perimenopausal women, characterized by lower resting heart rate, plasma total cholesterol, LDL-C, total cholesterol/HDL-C ratio, triglycerides and C-reactive protein compared to those with a low adherence, regardless of potential confounders as age, body mass index, regular menstruation, smoking habit, use of substitutive hormone therapy and physical activity levels. IV. Women with a high adherence to the Mediterranean Dietary pattern showed a lower clustered cardiometabolic risk, a protection that was not afforded when adherence was low or medium. Although some of the components of the Mediterranean Diet, such as whole grains, legumes and red wine show an inverse association with the clustered cardiometabolic risk, these individual associations are not as strong as those observed when the Mediterranean Diet is studied as a whole. V. Muscle strength, body weight, body mass index and lean mass are significantly associated with bone mineral density in perimenopausal women. By contrast, neither cardiorespiratory fitness, flexibility, motor agility, cardiometabolic markers (blood pressure, plasma lipids, fasting glucose or C-reactive protein), nor the Mediterranean Diet are associated with bone mineral density. VI. Lean mass is the only factor independently associated with bone mineral density, explaining 14% of its variability. The difference in bone mineral density between the groups with the highest and the lowest quartiles of lean mass is clinically meaningful. VII. The study of the dietary habits in a representative sample of perimenopausal women from Southern Spain with fibromyalgia indicate that a daily consumption of fruit and vegetables as well as a moderate but weekly (2-5 servings/week) consumption of fish is positively associated with better mental health, optimism and a lower risk of severe depression. In contrast, a daily or almost-daily consumption of cured meats and sweetened beverages are associated with less favorable psychosocial outcomes. Overall Conclusion: These findings of the present Thesis highlight that, among the perimenopausal women studied, the Mediterranean Diet adherence is mainly low or moderate, with an overconsumption of animal protein and refined carbohydrates and an intake below recommendations for non-refined cereals and pulses. These results also show the importance of maintaining a high adherence to the Mediterranean Diet in order to reduce the cardiometabolic risk, as well as an adequate lean mass to preserve bone mineral density. Likewise, in perimenopausal women with fibromyalgia, a daily intake of fruit and vegetables and a weekly, but moderate (2 -5 servings/week), consumption of fish can improve the patient’s mental health. REFERENCES 1. Saulle R, Semyonov L, La Torre G. 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