Las policromías de la fachada del palacio de Pedro I en el Real Alcázar de Sevilla

  1. López Cruz, Olimpia
Dirigida por:
  1. Ana García Bueno Directora
  2. Antonio Sánchez Navas Director
  3. Víctor J. Medina Flórez Director

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 23 de noviembre de 2012

Tribunal:
  1. Antonio Almagro Gorbea Presidente/a
  2. Teresa Espejo Arias Secretaria
  3. Eduardo M. Sebastián Pardo Vocal
  4. Pilar Roig Picazo Vocal
  5. Francisco Arquillo Torres Vocal
Departamento:
  1. PINTURA

Tipo: Tesis

Teseo: 334446 DIALNET

Resumen

El Palacio de Pedro I, obra cumbre del arte mudéjar, se levantó entre 1356 y 1366 dentro del recinto del Real Alcázar de Sevilla, siendo uno de los monumentos más significativos de la arquitectura medieval en España. Fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987 y tiene la peculiaridad de ser el único palacio europeo que ha sido utilizado por reyes y mandatarios de manera continuada hasta nuestros días. Este hecho, si bien ha permitido su buen estado de conservación tras siete siglos desde su construcción, también ha sido responsable de una gran cantidad de remodelaciones que han enmascarado al primitivo palacio. En un detallado trabajo de campo y de muestreo se recogieron 238 micromuestras sobre distintos tipos de soportes existentes en la fachada: madera, yeserías y piedra. Para la identificación y estudio de los distintos materiales inorgánicos y orgánicos que constituyen las policromías se han combinado diversas técnicas de laboratorio que han sido las siguientes: microscopía óptica con luz reflejada y transmitida, microscopía electrónica de barrido con microanálisis EDX, microespectroscopía Raman, difracción de rayos X y cromatografías de gases y líquida de alta presión. En la fachada se han efectuado un gran número de intervenciones en su policromía a lo largo de su historia. Se ha podido confirmar la existencia de, al menos, nueve policromías que definen niveles realizados en épocas diferentes. Cada policromía suele presentar varias capas: de preparación, base y pictórica o lámina de oro, siendo éste último el material más representado como capa de terminación. Las policromías incluyen una amplia variedad de pigmentos: rojo de plomo, cinabrio/bermellón, blanco de plomo, azurita natural y sintética, azul ultramar sintético, malaquita, verde esmeralda, verde de As y Cu, amarillo de plomo y estaño, amarillo de cromo, litargirio y negro orgánico. El estudio textural detallado y la precisa caracterización de los pigmentos han permitido la datación y la correlación espacial de las sucesivas intervenciones sobre la policromía de la fachada. Con respecto a los pigmentos originales, se han hallado restos de rojo de plomo y cinabrio seguidos por capas de cinabrio/bermellón, azurita y malaquita de origen natural. En policromías de etapas intermedias, situadas entre los siglos XVI y XVIII, se ha detectado que el cinabrio es sustituido por bermellón y la azurita natural por sintética. En intervenciones más modernas el pigmento más utilizado es el verde esmeralda (sintetizado desde 1814) que constituye un nivel de referencia. A partir de finales del siglo XIX, algunos verdes esmeralda y azules de azurita sintética son sustituidos por azul ultramar sintético. En esta investigación se ha puesto a punto una metodología que ha permitido documentar e identificar las diferentes intervenciones decorativas en esta fachada. La elaboración de correlaciones estratigráficas entre todas las muestras ha podido realizarse a partir de la información aportada por los materiales de algunos estratos de referencia, peculiares para cada intervención, que muestran las mismas características en todas las policromías de un mismo nivel estratigráfico. Esto ha permitido establecer la secuencia estratigráfica completa y su comparación con las referencias documentales de las distintas actuaciones de mantenimiento que se han realizado en la fachada. Otro importante objetivo desarrollado en la investigación ha sido la evolución cromática de los diversos elementos decorativos cómo consecuencia de las sucesivas intervenciones, habiéndose constatado que aunque se han producido cambios en las policromías, éstos no se pueden considerar muy importantes El cambio más significativo que ha sufrido la fachada ha sido la pérdida prácticamente total de policromías sobre piedra que da una imagen diferente de la fachada de la que debió tener en origen. Los procesos de alteración de pigmentos en presencia de cloro representan una de las causas más importantes de cambios cromáticos en la fachada, especialmente, la alteración de pigmentos azules (azurita) a verde (atacamita) y de verde esmeralda a azul lavanda (lavendulana). Este último tipo de transformación, desconocido hasta ahora, se describe por vez primera en esta memoria.