La (des)cortesía en los debates en torno al estado de la nación (DEN). Estudio pragmalingüístico.

  1. Figueredo Flores, Beatriz
Dirigida por:
  1. Luis María Cortés Rodríguez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Almería

Fecha de defensa: 10 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Antonio Martínez González Presidente
  2. Antonio Miguel Bañón Hernández Secretario/a
  3. José María Becerra Hiraldo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 398436 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Los cuatro bloques que componen este trabajo constituyen nuestra aportación para el conocimiento de algunos mecanismos corteses y descorteses presentes en los Debates en torno al estado de la nación española entre 1983 y 2011. En el primer capítulo, en el que nos hemos acercado al fenómeno de la cortesía siguiendo un enfoque teórico, pudimos constatar que se trata de un concepto polisémico desde el punto de vista semántico, así como que posee una naturaleza bivalente por la que sus características son definidas en términos de los pares opuestos: universal/individual y lingüístico/social. También nos hemos aproximado al amplio panorama existente tanto en el ámbito hispánico y en el español peninsular intentando presentar la bibliografía elaborada hasta la fecha; para ello hemos tomado como base un criterio clasificatorio basado en una distinción primaria centrada en la índole teórica o empírica de los mismos. Después de esta aproximación a uno de los pilares fundamentales que compone la tesis, se ha hecho lo propio con otro eje clave: el discurso político, que se ha definido ampliamente como el utilizado en comunicaciones de este tipo con el objetivo de persuadir al auditorio aunando recursos lingüísticos y/o funcionales. Teniendo en cuenta su heterogeneidad característica, se ha considerado sus dos manifestaciones: externa e interna, por lo cual a la hora de su caracterización se puede hablar de lenguaje especial si nos referimos a la primera variante, mientras que la noción de jerga parece más adecuada al remitirnos a su realización interna. Del mismo modo se ha mencionado la presencia de carga ideológica en esta modalidad discursiva desde un enfoque horizontal (izquierda-derecha) y vertical (poder-oposición). Dentro de esta primera modalidad nos hemos basado en los estudios del léxico existentes en dos etapas históricas: la predemocrática, en la que se atestigua la presencia de términos con un marcado carácter connotativo frente a la actual, en la que la mayoría de autores coinciden en señalar una progresiva desideologización del lenguaje político. Bajo el eje vertical, en otra instancia, se han visto diferencias en el plano retórico, léxico y morfosintáctico, de los que se extraen las siguientes conclusiones: -Divergencias entre roles en los planos retórico (discurso de la oposición: vocabulario connotativo y valorativo; técnico, altisonante y perifrástico desde el poder), morfosintáctico (voz activa y personalismo a través de ¿yo¿ para destacar logros en la presidencia y en el caso de la oposición se usa como ataque a la misma junto con el ¿nosotros¿ mayestático¿). Hecho esto, se ha avanzado hasta un nivel más específico del discurso parlamentario, subgénero al que pertenece el corpus estudiado, caracterizado a su vez desde un enfoque discursivo, formal, morfosintáctico, léxico, textual y comunicativo. Finalmente se ha ubicado dentro del marco general del Análisis del discurso partiendo de los niveles de variación externa e interna. Dentro del primero, de otro lado, se han considerado los siguientes condicionantes: -De medio o modalidad: comunicación escrita oralizada con presencia de interlocutores directos. -Funcionales: género elocutivo y registro técnico-distante. -Situacionales: estudio de los participantes, de las relaciones que los unen durante el intercambio, la orientación enunciativa que el hablante dirige al interlocutor ¿preguntas y respuestas-, a sí mismo -opiniones-, hacia cómo enfoca la realidad ¿afirmaciones y declaraciones- y la deixis. Del mismo modo abarca el estudio de la escena de la enunciación (debates, compuestos por un primer discurso presidencial, la réplica de cada representante de cada grupo y la respuesta del jefe del Gobierno, dirigidos al presidente del Congreso, los grupos parlamentarios, a los oyentes, televidentes y lectores) y la voz (diferenciándose entre la persona que habla: el orador que emite el discurso y la persona discursiva, variable según la elección del sujeto que establezca el orador en sus enunciados: predominio del yo, nosotros inclusivo o la tercera persona del singular o del plural). El nivel de variación interna hace referencia a los recursos para alcanzar determinados efectos discursivos en la expresión, como formas (sufijos), mecanismos (orden de palabras), marcadores discursivos y efectos resultantes o interpretativos, como la (des)cortesía. En este ámbito entran en juego los aspectos analizados en la tesis, expuestos en el capítulo cuarto. Es esta última parte la que se ha dedicado al estudio de la presencia de formas corteses y descorteses en los Debates. En el caso de la cortesía, hemos atendido al estudio de formas de dirección vocativas y de los marcadores textuales reformuladores como recursos de eficacia aclaratoria estos últimos en los discursos iniciales emitidos desde el poder y las réplicas de los líderes de la oposición entre 2001 y 2011. Para el análisis de la hemos abarcado un eje temporal más amplio: desde el comienzo de los debates en 1983 hasta 2011. De la misma manera, mientras el acercamiento a la cortesía se ha centrado en un eje vertical (poder-oposición), en la descortesía se han diferenciado las tendencias de ambos grupos parlamentarios (izquierda-derecha). En primer lugar, el estudio de los vocativos ha abarcado tres frentes: -Análisis estructural. Si bien es cierto que tanto la presidencia como la oposición muestran una marcada tendencia al empleo de las primeras, en los discursos de nuestros gobernantes se reportan una cantidad media de estructuras compuestas. -Análisis posicional: Aquí se encuentran divergencias entre ambos roles: si la presidencia se decanta por la colocación inicial, la oposición lo hace por la final. -Análisis funcional. Se diferencian cuatro funciones principales del vocativo en los debates: protocolaria, enfática, organizadora discursiva e indicadora temática, del mismo modo que notamos una mayor profusión de matices en los portavoces de la oposición en los vocativos protocolarios y enfáticos. Por otra parte, al valor enfático nuestros la oposición le agrega seis diferentes matices: exclamativo, interactivo, axial, reiterativo o aposicional El siguiente paso ha consistido en la observación de elementos reformuladores, que a su vez presentan dos subdivisiones: parafrástica y no parafrástica. De esta forma, hemos hallado una cantidad significativamente mayor reformulación parafrástica por parte de los portavoces de la oposición con respecto a la presidencia. Una vez abordado el estudio de la cortesía a través de estos dos mecanismos, se ha tratado el análisis de la descortesía en los debates mediante la localización de las siguientes estrategias: asocia directamente al interlocutor con intenciones, hechos, etc. negativos, dile que miente, muéstrate despectivo, formula contrastes desventajosos para el interlocutor y acúsale de contradictorio. Así pues, los resultados son los que siguen: -Las estrategias que cuentan con una mayor presencia en las réplicas de los candidatos de la oposición son la asociación en hechos negativos y la muestra de contradicciones. En cambio, desde el poder se recurre con mayor frecuencia a las muestras de desprecio. -El único recurso en el que se ha notado una variación notoria en ambos roles es en la relación del interlocutor con intenciones negativos, significativamente mayor en la oposición