La realidad social en la lírica contemporáneael grupo poesía ante la incertidumbre, la crónica periodística y la educación literaria

  1. GARCÍA PRADOS, NIEVES
Dirigida por:
  1. María del Carmen Quiles Cabrera Director/a
  2. María Remedios Sánchez García Codirectora

Universidad de defensa: Universidad de Almería

Fecha de defensa: 12 de mayo de 2016

Tribunal:
  1. Luis García Montero Presidente
  2. María del Mar Campos Fernández-Fígares Secretario/a
  3. Allen Josephs Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 418615 DIALNET

Resumen

1. Título La realidad socialen la lírica contemporánea: el grupo poesía ante la incertidumbre, la crónica periodística y la educación literaria 2. Introducción En los últimos años, la crítica de poesía se ha impuesto desde el gusto estético de un individuo concreto estableciendo unas relaciones de poder que han servido para confeccionar el gusto de los lectores. Esa situación ha conducido a la necesidad de un amplio proyecto de investigación titulado El canon abierto, con el propósito de democratizar la crítica y mostrar de una forma plural las diferentes voces y corrientes que se distinguen en la poesía en lengua española en la actualidad. Si consideramos la última poesía, aquella escrita en España e Hispanoamérica por autores nacidos después de 1970, en ella Remedios Sánchez (2015: 43) distingue tres claras corrientes: el grupo Poesía ante la incertidumbre, que abarca poetas españoles y latinoamericanos; la poliédrica y caleidoscópica Estética del fragmento; y los herederos de la poesía neobarroca. Las diferencias entre los tres grupos, lejos de limitarse sólo al plano estético, se hallan en lo más profundo del acto de la creación, en el planteamiento mismo de qué es la poesía o cuál es su función dentro de la sociedad o de cara al lector. Uno de los puntos desde el que pueden distinguirse los tres grupos, desde el que puede realizarse un análisis, una mirada, una perspectiva, es la manera en que los poetas convierten la realidad en lirismo. Considerando a la realidad como un elemento indisoluble del hombre, por estar ligado a la percepción, en ella habría que situar no sólo lo acontecido en el presente, ya que el presente viene definido a su vez por un tiempo anterior y sus acontecimientos. Por tanto, la historia es un elemento muy a tener en cuenta a la hora de abordar lo que entendemos por realidad y su transformación en obra de arte, en un poema en este caso que nos ocupa. En la conocida como era de la comunicación, la poesía parece haber ido pasando a ocupar un papel secundario no sólo a nivel social, sino incluso dentro del campo literario. Los lectores identifican la poesía con un lenguaje difícil, casi irreconocible, como si los poetas no hablasen su idioma. Aunque pudiera parecerlo, no siempre ha sucedido de este modo. Antes de la llegada del siglo XX y de la irrupción de las Vanguardias en gran parte de las literaturas universales, la Poesía era considerada un género popular, incluso multitudinario. Sin embargo, consideramos que la verdadera poesía no ha perdido su capacidad de comunicación, lo que ha perdido es su presencia, relegada a la niebla de los estereotipos y de los discursos huecos de muchos de los autores de nuestros días. La aparición en 2011 de la antología Poesía ante la incertidumbre y su posterior conversión en movimiento, supuso la reivindicación de una poesía que pone de nuevo todos sus instrumentos al servicio de la comunicación. El movimiento Poesía ante la incertidumbre incorpora la realidad como rasgo distintivo de su propuesta lírica en un intento de establecer una comunicación lo más directa y clara posible con el lector. Es por eso por lo que en las obras de sus autores se reconocen diferentes acontecimientos históricos o hechos del presente (la guerra de los Balcanes, la guerra de El Salvador, la Guerra Civil Española, la Revolución Sandinista o la actual crisis migratoria…). Teniendo en cuenta el distanciamiento existente hoy día entre la mayoría de la sociedad y la poesía, se hace más necesario que nunca un nuevo planteamiento de la Didáctica de la Lengua y la Literatura como disciplina específica, es decir, los docentes necesariamente tienen que tomar partido en el esfuerzo por devolver la poesía a los lectores. “Nuestra generación está marcada por esta incertidumbre y creemos que es necesario hacer un alto en el camino, reflexionar, mirarnos a los ojos, establecer una cercanía menos artificial, más humana. La poesía puede arrojar algo de luz para alcanzar algunas certezas necesarias. `La poesía es un modo de ajustar cuentas con la realidad’, ha repetido muchas veces el poeta español Luis García Montero. Sin duda sucede así en los buenos poemas, aquellos que son capaces de provocar emoción, de conmover, de hacer pensar, de llenar un vacío que nos acompaña”. En 1916, el mexicano Ramón López Velarde escribió: “Deseo expulsar de mí cualquiera palabra, cualquier sílaba que no nazca de la combustión de mis huesos”. (Poesía ante la incertidumbre, 8-9) Si el distanciamiento de la poesía con las personas ha tenido que ver de manera proporcional con su distanciamiento de la realidad, centrarnos en la poesía que incorpora la realidad como tal, incluso concediendo el protagonismo a los hechos históricos, va a ser útil para recortar ese distanciamiento y formar nuevos lectores. Un docente tiene que tomar muy distintas decisiones a la hora de enseñar literatura (López Valero y Encabo, 2013: 16). En primer lugar se hace necesario conocer a quién se va a enseñar, tanto como conocer lo que se va a enseñar y de qué manera va a hacerse. La necesidad de hacer operativos los contenidos de la lengua y la literatura nos lleva a un acercamiento necesario con la realidad que no sitúe a la poesía en el territorio de lo antiguo, de lo que ya no sirve. En el mundo de hoy, se hace necesario dar respuesta a las necesidades de un alumnado multicultural y plurilingüe. Poesía ante la incertidumbre plantea la creación de poesía en español como un fenómeno transoceánico, como explicó José Emilio Pacheco (2011: 23). En el panorama educativo actual, y de acuerdo con las directrices europeas en materia de educación, el Marco Común Europeo de Referencia de las Lenguas recomienda una metodología comunicativa que ponga el énfasis del aprendizaje en la dimensión instrumental de las lenguas: la percepción auditiva y la producción oral. En este sentido, existe una plena sintonía con los postulados del movimiento Poesía ante la incertidumbre, cuyos trabajos emplearemos para mostrar a los lectores la manera en que la realidad se transforma en arte. En el Portfolio europeo de las lenguas se definen seis niveles de referencia en el ámbito de la didáctica de la lengua, concediendo una especial atención a la competencia comunicativa, que se define como la capacidad de utilizar el idioma en las distintas actividades de comprensión, expresión e interacción oral y escrita. La enseñanza de la lengua viene por tanto estrechamente unida a la necesidad de comunicación. Por este motivo, se hace necesario replantear con qué textos se debería trabajar dentro de la enseñanza, si deben ser también aquellos textos capaces de transmitir, de portar significado. De las tres corrientes que se distinguen en la actualidad en la lengua española, es Poesía ante la incertidumbre la única que reconoce un esfuerzo por hacerse entender, por portar ese significado, por comunicar. Incluso llegando a asegurar que si un poema no se entiende, la responsabilidad es de su autor, que fue el que debió establecer de un modo adecuado la comunicación. En prescripciones curriculares que se derivan de la LOE (Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación), y los Reales Decretos sobre Enseñanzas Mínimas que la desarrollan (1513/2006 y 1631/2006), se contemplan ocho competencias básicas como objetivo del proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación obligatoria. La Competencia en comunicación lingüística se define así: “Esta competencia se refiere a la utilización del lenguaje como instrumento de comunicación oral y escrita, de representación, interpretación y comprensión de la realidad, de construcción y comunicación del conocimiento y de organización y autorregulación del pensamiento, las emociones y la conducta.” La orientación pedagógica recomendada, de carácter marcadamente interdisciplinar, describe la relación de dicha competencia con las diversas áreas de conocimiento, aunque es el área de Lengua Castellana y Literatura, fundamentalmente, la que vehicula la adquisición de las habilidades descritas a través de sus cuatro bloques de contenidos: 1) Escuchar, hablar, conversar. 2) Leer y escribir. 3) Educación Literaria. 4) Conocimiento de la lengua. En la actualidad, dentro de los estudios literarios se han descrito tres corrientes poéticas en la lengua española, con diferentes matices en España e Hispanoamérica, pero en esencia igual. Centrándonos en España habría que distinguir un tipo de poesía clara, que tiene como objetivo último emocionar sin renunciar a un cierto preciosismo formal. Esta poesía es la elaborada por los denominados como Poetas de la incertidumbre. Establecer una comunicación entre el poeta y el lector es el centro del esfuerzo de estos autores, que pretenden ante todo emocionar. “El límite de la poesía es la emoción”, advierten. De otro lado, se encuentra la conocida como “poética del fragmento”, que pone el foco del poema en el mensaje y su elaboración, confiriendo una mayor oscuridad a los textos. Para el fragmento, la comunicación no es lo primordial, sino una búsqueda de la belleza que descansa en el mensaje, en lo estético (Sánchez, 2015: 53). En este trabajo nos centraremos en el grupo de Poesía ante la incertidumbre dados los nexos que los unen de forma inevitable al campo de la comunicación social y por la manera en que su propuesta puede calar en los nuevos lectores no sólo para acercarlos a la literatura, sino también para colaborar con la enseñanza de otras disciplinas, como la Historia. La propuesta de Poesía ante la incertidumbre pasa por garantizar la llegada del mensaje, por lo que se hace necesario analizar su relación con la Teoría de la Información, así como las diferencias que existen entre los lenguajes periodístico e histórico y el lenguaje que proponen estos nuevos poetas de España e Hispanoamérica. A lo largo del siglo XX, la poesía se ha ido alejando de las personas convirtiéndose en un género minoritario. Lejos de considerarse por la mayoría como una forma de comunicación, su imagen ha pasado a representar casi lo contrario (Valverde, 2015). “La poesía no se entiende”, es la opinión más generalizada sobre ella, la que está en la calle y todavía hoy prevalece sobre las otras. En 2011, un grupo de ocho poetas de España e Hispanoamérica consideraron que era el momento de abordar esa situación y de preguntarse cómo la poesía se había ido acorralando así misma, haciéndose casi invisible. Lo hicieron en un libro titulado Poesía ante la incertidumbre, en el que ofrecían una pequeña muestra de sus poemas. Los autores de esta primera edición del libro fueron Jorge Galán (El Salvador), Raquel Lanseros (España), Alí Calderón (México), Fernando Valverde (España), Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua), Andrea Cote (Colombia), Daniel Rodríguez Moya (España) y Ana Wajszczuk (Argentina), todos ellos menores de 40 años y con unas amplias trayectorias. En mayo de 2011, Poesía ante la incertidumbre se convirtió en uno de los libros más vendidos en España y comenzó a ser reeditado en otros países. Antes de terminar el año sumó ediciones en Nicaragua (Leteo ediciones), Colombia (Ícono), El Salvador (DPI) y México (Conaculta). El libro viene precedido de un texto firmado por los ocho poetas que levantó una conocida y ardua polémica. Titulado Defensa de la poesía, comenzaba reflexionando sobre nuestro tiempo actual, un tiempo “marcado por la incertidumbre” que ha propiciado la caída de las grandes ideologías del siglo XX. Una incertidumbre histórica, social, económica, moral… en todos los sentidos de la vida. En medio de esa incertidumbre, la labor de la poesía debería ser no añadir más oscuridad, sino tratar de aportar algo de luz. Los autores describieron la existencia de un problema en la poesía actual, un problema de comunicación. La poesía había dejado de entenderse, la poesía había dejado de estar dentro del esquema de la comunicación. Este proyecto nace de una doble hipótesis de trabajo; por un lado, la tesis pretende demostrar la manera en que la poesía se ha apartado de la sociedad, pasando a convertirse en un arte elitista que provoca rechazo, en la medida que ha dejado de ser un instrumento de comunicación. Para ello, se estudiará el fenómeno de Poesía ante la incertidumbre, con más de una decena de ediciones en el mundo, que defiende precisamente recuperar una poesía que logre portar un sentido, entenderse. Por otro, si el alejamiento de la poesía de las personas normales es una cuestión lingüística, relacionada con la comunicación, la identificación de este problema servirá para la construcción de un marco de actuación didáctica orientado hacia la educación literaria que ayude a formar nuevos lectores y a destruir poco a poco esa imagen sofisticada y difícil del más puro de los géneros literarios. Además, la tesis mostrará la manera en que los acontecimientos históricos pueden incorporarse a la lírica contemporánea con toda naturalidad y sin la necesidad de construir una estética hartamente considerada social. Tanto el periodismo como la poesía tratan de aportar un significado y un sentido. El periodismo pretende que ese significado sea unitario, único, para lograr una imparcialidad, para eliminar todo el ruido, acotando unos márgenes estrechos al lenguaje. La poesía, en el otro extremo, amplía el campo dando pie a las múltiples interpretaciones, con una intervención del receptor, que deberá aportar su experiencia personal y apropiarse del texto. Al buscar su emoción, la poesía se hace imposible sin la participación activa del lector. La poesía necesita de un sujeto donde pueda reconstruirse. De manera lírica, sería muy fiel a la definición que dio de ella Luis García Montero: poesía es dos soledades juntas. La forma en que nos comunicamos nos significa, de igual manera que la lengua construye nuestra manera de pensar. Por este motivo, la diferencia entre el periodismo y la poesía, que ya hemos aceptado como dos formas de comunicación, de transmisión de un mensaje, son mucho más profundas de lo que podría apreciarse en un primer instante. La diferencia más visible es que protagonizan dos funciones del lenguaje distintas. Como ya hemos dicho, el periodismo se instala en la función referencial, mientras que la poesía entre la función poética y emotiva. La poesía acepta con cierta naturalidad las características de la función referencial, mientras el periodismo huye de todo aquello que se encuentre fuera de los márgenes que acotan la realidad como verdadera. Esta diferencia, lejos de ser de poca envergadura a la hora de reconstruir una realidad, tiene una raíz esencial consecuencia de los dos órdenes de conocimiento de los que dispone la conciencia, según ha descrito el antropólogo Gilbert Durand (2013: 13). Existen dos maneras de representarse el mundo. Por una parte, una directa en la que la percepción se acepta como real, es decir, la realidad se presenta a la conciencia por sí misma, tal y como acontece. De otro lado, existe una forma de representarse en el mundo que por uno u otro motivo no es directa, sino que necesita de la intervención de la memoria y la imaginación del sujeto para lograr una reconstrucción de la realidad. De esta forma, nuestro trabajo vendrá a demostrar cómo es factible trabajar en favor de una educación literaria empleando los vínculos que comparten la poesía y la crónica periodística: el compromiso social, la capacidad de ambos ámbitos para contar lo que sucede en el mundo y denunciarlo, desde perspectivas distintas. El adolescente que llega a un poema de Luis García Montero después de haber leído en la prensa un acontecimiento social que le preocupa, sabrá reconocer ese lenguaje estético que nos habla de lo mismo y lo denuncia desde la óptica del poeta. Entenderá, por tanto, que la poesía no es algo tan alejado del mundo y perderá ese miedo hacia la lectura y el disfrute de la poesía, que probablemente lleva arrastrando desde la infancia. La Tesis combinará distintas metodologías, dada su naturaleza. En primer lugar, el marco teórico será configurado a partir de la investigación pura, entendida esta como un mecanismo para rastrear, seleccionar y analizar los documentos precisos para establecer las claves teórico-literarias del Grupo Poesía ante la incertidumbre y la justificación de su tratamiento en la Educación Secundaria como parte del currículum. Por otro lado, se realizará un análisis cualitativo y en profundidad de datos, teniendo en cuenta la orientación interpreta-comprensiva de la investigación en ciencias sociales. Además, dado que el trabajo se realizará con autores que están desarrollando su obra en la actualidad, se aplicará también el método de la entrevista guiada (focused interview, de Merton, Fiske y Kendall) y los registros cronológicos de acción personal. El análisis documental y el estudio de campo será decisivo para poder comprender la realidad antes de convertirlo en un procedimiento práctico orientado a la docencia. Al tratarse este de un trabajo que no sólo abarca la crítica literaria, sino que se circunscribe al ámbito educativo,los diferentes hallazgos en los textos literarios se proyectarán al contexto escolar con el diseño de un modelo de actuación en el aula de Secundaria que proporcione un marco pedagógico pionero. En este sentido, vamos a usar un método de trabajo heurístico y especulativo, centrado en cómo trasladar al aula un contenido educativo, basándonos en las experiencias y la observación previa. Crewell y Miller (2000) opinan que para escribir trabajos de investigación de calidad es necesario llevar a cabo distintos puntos de rigurosidad, entre los que destacamos “una persistente y prolongada observación”, muy importante en el campo de las ciencias sociales y humanas, Este método nos dará las claves para abordar una futura investigación-acción, que sólo podría realizarse sobre el marco creado con dicha investigación previa.