Desempleoestudio longitudinal de sus efectos en el trabajador y la familia

  1. Nuñez Caballero, Juan Manuel
Dirigida por:
  1. María del Carmen Pichardo Martínez Directora

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Fernando Justicia Justicia Presidente
  2. Ana Belén García Berbén Secretaria
  3. José Manuel Martínez Vicente Vocal
  4. Ángela Muñoz Vocal
  5. Jesús de la Fuente Arias Vocal
Departamento:
  1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA Y DE LA EDUCACIÓN

Tipo: Tesis

Resumen

La crisis financiera que comenzó en 2008 ha dado lugar a una situación laboral mundial solo comparable a la Gran Depresión de los años 30. El nivel de desempleo se ha incrementado de manera espectacular en muchos países, en España se alcanzó durante 2013 las 6.200.000 personas en paro, representando una tasa del 26.03% de la población activa. Existen muchos aspectos asociados al desempleo y a la reducción de recursos económicos, que pueden afectar de forma directa o indirecta no solo a la persona que se encuentra en situación de desempleo, sino también a las personas que le rodean, como son los miembros de la unidad familiar. Es bien sabido que las crisis económicas son una amenaza constante para el bienestar económico de las sociedades. Estas condiciones económicas influyen en las oportunidades de empleo, ingresos y estabilidad económica que pueden ser fuentes de estrés para los miembros de la familia (Ponnet, 2014). Diversos estudios sugieren que la pérdida del puesto de trabajo tiene un efecto negativo sobre la familia (Atkinson, Liem y Liem, 1986; Jackson y Walsh, 1987; Voydanoff y Donelly, 1988), afecta a la economía familiar y, en consecuencia, a su calidad de vida (Farber, 1993; Stevens, 1997; Yeung y Hofferth, 1998), a la salud tanto física como psicológica de los sujetos (Kessler, Turner y House, 1989), a las relaciones de pareja (Conger y Elder, 1994; Rege, Telle y Votruba, 2007) y al rendimiento académico de los hijos (Kalil y Wighttman, 2009). La presente tesis doctoral se centra en el estudio del desempleo, estableciendo como objetivo el estudio de las consecuencias del desempleo de larga duración en el trabajador y en la familia. Se pretende estudiar el desempleo, los problemas económicos asociados, los conflictos familiares, y la salud percibida por parte de la persona desempleada. Se presenta un primer bloque en el que se incluye una breve fundamentación teórica a través de un repaso histórico, para centrar el concepto de desempleo y la procedencia del mismo. En este ámbito, se tratan conceptos como trabajo, esclavitud, las crisis económicas, la pobreza y la exclusión social. En el segundo bloque, dedicado a los estudios empíricos, se incluyen un conjunto de cuatro estudios interrelacionados, cada uno de ellos con un marco teórico específico que fundamenta el trabajo empírico realizado. En los tres primeros estudios participaron un total de 596 sujetos (344 mujeres y 221 hombres), 383 desempleados y 103 empleados, de edades comprendidas entre los 16 y 65 años. Los participantes procedían de las distintas oficinas del INEM-SAE de Granada capital, de algunas empresas y de la pasación de un cuestionario enviado por internet mediante la plataforma Limesurvey. Para la obtención de los datos se realizó un cuestionario elaborado por el investigador donde se recogía información de tipo sociodemográfico, económico y de salud. Igualmente, los sujetos cumplimentaron el cuestionario de Estrés familiar de Broman, Hamilton y Hoffman (1990). En el cuarto estudio, de carácter longitudinal, participaron 383 desempleados, en el primer momento de evaluación, y 160 sujetos en el segundo momento de investigación, realizado después de 36 meses. En el primer estudio se analizan las características sociodemográficas de la población desempleada participante. Los resultados señalan que, tanto de trabajadores como de desempleados, son en su mayoría universitarios, especialmente las mujeres. Respecto a los ingresos, los datos indican que la mayoría de los participantes tienen o han tenido ingresos menores de 1.000 euros mensuales. Respecto al nivel de ahorros, tanto en trabajadores como en desempleados se sitúa, en su mayoría, por debajo de los 3.000 euros. En lo que se refiere al nivel de deudas, es ligeramente superior en las personas desempleadas (43.6%) frente a los que trabajan (36.6%). En cuanto a las características familiares, en los desempleados es más frecuente vivir en pareja y con hijos, y en el caso de las personas que estaban trabajando era más frecuente vivir con los padres. En el segundo estudio se establece una comparación entre empleados y desempleados en el nivel de conflicto familiar, teniendo en consideración otras variables económicas o personales. Los resultados muestran una correlación positiva y significativa entre todas las variables de conflicto familiar analizadas (conflicto de pareja, conflicto con los hijos, problemas de la pareja y problemas de los hijos). Sin embargo, los datos no muestran efectos principales de la situación laboral (empleado o desempleado) o el sexo, en el nivel de conflicto familiar. Por el contrario, sí se encuentran efectos principales y de interacción de las variables situación laboral y sexo en el nivel de ahorros. Los sujetos desempleados tienen menores niveles de ahorros que los sujetos con empleo, siendo similares los niveles de ahorro en hombres y mujeres. Cuando los participantes están desempleados, el nivel de ahorro en hombres es superior al que presentan las mujeres. Por otra parte, el nivel educativo no mostró tener influencia sobre el nivel de conflicto familiar, aunque sí en las variables económicas como el número de deudas o el nivel de ahorros. El tercer estudio se centra en el análisis de la salud percibida de los desempleados, considerando variables económicas y de conflicto familiar. Los resultados muestran que los sujetos desempleados presentan significativamente más problemas de salud percibida que los sujetos con empleo, no existiendo diferencias en función del sexo. Los problemas de salud que se manifiestan en mayor medida son los problemas de sueño y los problemas nerviosos. Igualmente, los datos reflejan que existe un efecto moderador del nivel de ahorros en la salud percibida. Los sujetos con niveles bajos de ahorros son los que presentan mayores niveles de problemas de salud percibida. Por el contrario, las relaciones familiares no se relacionan con los problemas de salud. El cuarto estudio pretende analizar la evolución de un grupo de desempleados, después de 36 meses sin encontrar un empleo estable, tratando diferentes variables como nivel de conflicto familiar, la salud percibida o la economía familiar. Los resultados muestran que un porcentaje elevado de los participantes no ha encontrado un trabajo estable. Por otra parte, la salud percibida de los desempleados es significativamente peor en el segundo momento de evaluación, presentando especialmente problemas relacionados con el sistema nervioso. En cuanto a las relaciones familiares, los resultados indican que los participantes desempleados presentan problemas de pareja y con los hijos con cierta frecuencia. No obstante, no se hallan diferencias significativas en el nivel de conflicto familiar entre ambos momentos de evaluación, lo que lleva a concluir que no existe un deterioro en las relaciones familiares que dependa únicamente de la situación de desempleo de larga duración. Referencias: Atkinson, T., Liem, R. y Liem, J.H. (1986). The social costs of unemployment: Implications for support. Journal of Health and Social Behavior, 27, 317-331. Conger, R. D., y Elder, G. H., Jr. (1994). Families in troubled times: Adapting to change in rural America. New York: Aldine de Gruyter. Farber, H.S. (1993). The incidence and cost of job loss: 1982-91. Brooking Papers on Economic Activity, 1, 73- 132. Jackson, P.R., y Walsh, S. (1987). Unemployment and family. En D. Fryer y P. Ullah (Eds.), Unemployed people: Social and psychological perspectives. Philadelphia: Open University Press. Kalil, A., y Wightman, P. (2009). Parental job loss and children¿s educational attainment in black and white middle class families. (National Poverty Center Working Paper Series No. 09-02). Ann Arbor, MI: National Poverty Center, University of Michigan. Kessler, R.C., Turner, J.B., y House, J.S. (1989). Unemployment, reemployment, and emotional functioning in a community sample. American Sociological Review, 54, 648-657. Ponnet, K. (2014). Financial Stress, Parent Functioning and Adolescent Problem Behavior: An Actor¿Partner Interdependence Approach to Family Stress Processes in Low-, Middle-, and High-Income Families. Journal of Youth and Adolescence, 43, 1752¿1769. doi: 10.1007/s10964-014-0159-y. Rege, M., Telle, K., y Votruba, M. (2007). Plant closure and marital dissolution (Discussion Papers No. 514). Oslo: Reserch Department of Statistics Norway. Stevens, A. (1997). Persistent effects of job displacement: The importance of multiple job loss. Journal of Labor Economics, 15, 165-188. Voydanoff, P., y Donnelly, B.W. (1988). Economic distress, family coping, and quality of family life. En P. Voydanoff y L.C. Majka (Eds.), Families and economic distress: Coping strategies and social policy. Newbury Park, CA: Sage. Yeung, W., y Hofferth, S. (1998). Family adaptations to income and job loss in the U.S. Journal of Family and Economic Issues, 19, 255-283.