Teorías sistémicas de la literatura. Polisistema, campo, semiótica del texto y sistemas integrados
- Díaz Martínez, Jorge
- Antonio Sánchez Trigueros Director
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 23 de junio de 2014
- Antonio Chicharro Chamorro Presidente
- María Angeles Grande Rosales Secretaria
- María Ángeles Hermosilla Álvarez Vocal
- Celia Fernández Prieto Vocal
- José Rafael Valles Calatrava Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción El éxito cosechado en las últimas décadas por la teoría de los Polisistemas de Itamar Even-Zohar forma parte de una tendencia global que desde comienzos del siglo pasado viene aplicando a diferentes ciencias el modo de pensamiento sistémico o relacional como definitiva superación del positivismo decimonónico. Como suele recordarnos Bourdieu, esto había sido anunciado ya por Cassirer, quien se refería al pensamiento relacional como ¿el de toda la ciencia moderna¿. En efecto, en su obra Substance and Function, de 1910, Cassirer distinguía entre dos principales formas históricas de ciencia, el sustancialismo y el pensamiento relacional. La primera de ellas hundía sus raíces en la epistemología aristotélica y presuponía la abstracción de las propiedades sensibles en series taxonómicas jerarquizadas (como la especie y el género), dando lugar a marcos de entendimiento que tomaban a las cosas en sus inmediatas apariencias. Frente a ésta, Cassirer describe la progresiva aparición de una lógica alternativa que habría empezado a fraguarse ya en el Renacimiento, con Galileo, y que desarrollarían durante el s. XIX toda una serie de científicos, como Julius Robert von Mayer, para quienes el mundo se estudiaba mejor a través de funciones matemáticas que permitían observar complejas series de relaciones de manera más simple. Sin embargo, incluso aquellas funciones matemáticas convencionales podían llegar a resultar a veces ¿demasiado esencialistas¿, lo que habría dado lugar a una nueva ciencia basada en la pura relatividad, gracias a la matemática de Georg Cantor, la química de Mendeléyev o la física de Einstein. Aunque los trabajos de estos autores sean anteriores a las que posteriormente se denominarán corrientes sistémicas, todos ellos participan de una misma perspectiva holística y relacional, un impulso que fue llevado también muy pronto al ámbito de las ciencias humanas con la lingüística de Saussure (que podemos entender como un funcionalismo estático) y más tarde a la sociología, especialmente con Walter Buckley. Dentro de los estudios literarios, la primera manifestación evidente de dicho cambio la encontramos en la última etapa del Formalismo ruso, sobre todo en la obra de Tynianov, quien en opinión de Even-Zohar puede considerase ¿el verdadero padre¿ de los estudios sistémicos de la literatura (EZ, 1990c: 30) -aunque habría que mencionar también a Bajtin-. La propia evolución de la teoría literaria durante el siglo pasado puede tomarse como ejemplo de este cambio de aires: si la crítica positivista del diecinueve se centraba en el estudio de la biografía del autor, la crítica marxista lo reemplazó por el ¿autor colectivo¿ de la sociedad y la historia, dándose luego ¿o simultáneamente- un giro de 180º con los métodos inmanentistas del estructuralismo que limitaban su atención al texto, a los que se opusieron los enfoques que se interesaban por el receptor (Jauss) o bien por el contexto (pragmática), sucedidos finalmente por una serie de teorías que intentaban comprender a todos los factores partícipes en la comunicación literaria, como la teoría empírica de la literatura (Schmidt) o la teoría de los Polisistemas de Even-Zohar. También podríamos sumar a este recorrido las aportaciones de autores post-estructuralistas, como Foucault, que excedieron los límites de sus disciplinas para mostrar las relaciones de compromiso entre discurso y poder. Pues bien, este ¿movimiento expansivo¿, acentuado en los últimos cincuenta años, ha generado un gran número de teorías, de entre las cuales, además de la teoría de los Polisistemas, en el presente estudio nos hacemos eco de la teoría del campo literario de Pierre Bourdieu y la semiótica del texto Yuri M. Lotman, a lo que añadimos algunas nociones pertenecientes a la teoría de sistemas integrados. Objeto de la tesis Se trata de una tesis de análisis sobre cuestiones de teoría literaria y de la propuesta de un modelo teórico de convergencia. La disparidad de criterios y orientaciones obliga a elegir una determinada escuela de pensamiento cuyos presupuestos son a menudo incompatibles con los del resto. Aquí nos ha guiado nuestra conformidad con posturas que defienden un enfoque amplio de los hechos literarios, superando la circunscripción a los textos e incorporando ¿todos¿ los factores que participan en la comunicación literaria. Estas razones nos han acercado a la teoría de los Polisistemas de Even-Zohar, cuya última recopilación fue editada por la Universidad de Tel-Aviv en 2010 y que representa un paradigma de estudios firmemente arraigado en todo el mundo. Desde la teoría de Even-Zohar, hemos lanzado puentes hacia otras concepciones no menos representativas, especialmente la teoría del campo literario de Pierre Bourdieu, pero también han jugado un papel decisivo en nuestra investigación la semiótica del texto de Yuri M. Lotman y las llamadas teorías de sistemas, cuyo manejo no nos hubiera sido posible sin los avances facilitados por Mirko Lampis en su empeño por fraguar una semiótica sistémica. A la comparación de dichas escuelas y la extracción de consecuencias teóricas se dedica esta tesis y, dado su carácter metateórico, muchos capítulos se abren a la disertación, la crítica y la propuesta de posicionamientos concretos. El objetivo de este trabajo es, por lo tanto, múltiple. En primer lugar, se busca ofrecer una síntesis completa del desarrollo de la teoría de los Polisistemas en sus diferentes etapas, incluyendo sus últimas y decisivas indagaciones sobre la creación de repertorios, la planificación cultural o el papel de los intelectuales en el éxito de las sociedades. Aunque se añaden algunos comentarios sobre su relación con el Formalismo ruso, su crítica al estructuralismo estático y la evolución de su teoría, todo el interés de este apartado es el de las propias ideas de Even-Zohar. En los siguientes capítulos, en cambio, se realiza la comparación de diversas teorías y se ofrecen propuestas, aunque éstas no supongan un análisis aséptico, ni inmune a objeciones. Así pues, en segundo lugar, tratamos de medir la compatibilidad de las escuelas mencionadas con vistas a su aplicación en el ejercicio de la crítica, de manera conjunta o, más bien, integradas en una perspectiva teórica de convergencia. Resumen El trabajo de esta tesis se concibe como una serie de reflexiones metateóricas en torno a los enfoques sistémicos de la literatura, el lenguaje y la cultura. Quizá uno de sus aciertos, en su parte I, consista precisamente en facilitar una visión de conjunto de la TPS (teoría de los Polisistemas), subrayando su papel como eslabón entre varias corrientes culturológicas de la pasada centuria. En concreto, Even-Zohar realiza un engarce con el Formalismo ruso, reuniendo algunas de sus mejores nociones y reformulándolas desde el que Cassirer denominaba el modo de pensamiento ¿de toda la ciencia moderna¿, esto es, el pensamiento relacional. Así, la TPS prescinde de las limitaciones del estructuralismo más cerrado y defiende, en cambio, una idea heterogénea y dinámica de sistema, o dicho de otra manera, un Funcionalismo Dinámico. Si al principio su interés se limitaba a la literatura, al cabo de cuarenta años de investigación, Even-Zohar ha llegado a ocuparse de aspectos tan decisivos para la dinámica de las sociedades como la planificación de los repertorios culturales y su rol en el mantenimiento de las identidades colectivas. Por otro lado, la simplicidad y, al mismo tiempo, la versatilidad de sus conceptos, han permitido su aplicación a una gran variedad de ámbitos, así como su combinación con otro gran número de teorías, lo que sin duda contribuye a explicar su éxito internacional. De dichas cualidades se ha beneficiado esta tesis, que puede entenderse como un ejercicio de teoría comparada entre la TPS, la teoría del campo de Pierre Bourdieu, la semiótica de Yuri M. Lotman y las teorías de sistemas complejos. En la parte II, se realiza un análisis de las compatibilidades entre la TPS y la teoría del campo de Pierre Bourdieu. Dado que, a día de hoy, el uso combinado de ambas fórmulas es una realidad, este cotejo puede resultar útil para clarificar aquellas de cuyas premisas se solapan, coinciden o divergen, proponiendo, al cabo, un modelo teórico de convergencia en el que las principales aportaciones de ambos encuentran su lugar. En resumen, se conserva la visión compartida de un sistema o campo estructurado en torno a los procesos de consagración, y se suma a la oposición polisistémica entre actividades primarias -o de innovación- y secundarias ¿o de estandarización- la distinción bourdiana entre dos principios de jerarquización: el de autonomía (capital cultural) y el de heteronomía (capital económico). Dichos principios permiten un estudio de las determinaciones de cada subcampo, en contacto con los conflictos ideológicos que tienen lugar en la sociedad. Este capítulo, además, destaca cómo ambos autores se interesan por la forma en que los procesos literarios interfieren, mediante la modificación de sus repertorios, en el espacio social y la imagen de las identidades nacionales. En la parte III, se introducen algunas claves provenientes de la semiótica de Lotman, lo que lleva a observar los sistemas culturales como circuitos comunicativos y, por tanto, a estudiarlos a partir del esquema de la comunicación de Jakobson. Dado que esta operación había sido ya realizada por Even-Zohar, aquí solo añadimos la consideración de sus funciones asociadas. Para empezar, la serie de transposiciones que tiene lugar entre mensaje, canal, código y signo, descrita por Lotman, equivale a la que ocurre entre consumidor, mercado y re-productor potencial de un repertorio, expuesta por Even-Zohar, lo que sugiere cierta continuidad entre ambos sistemas (texto y literatura). Al entender los mercados literarios como un acto de comunicación, es posible indicar sobre cuáles de sus componentes ¿recae la atención¿, es decir, la jerarquía de funciones (y valores) en juego, lo que, por ende, coincide con los principios de autonomía y heteronomía bourdianos. Pero además, la estructura de centro y periferia también puede ser analizada como los dos polos de un circuito comunicativo. Añadiendo las ideas lotmanianas de auto-reflexividad y de modelización, se entiende, en fin, el papel de la literatura como un sistema de auto-modelización socio-literaria. Su operar se describe como un movimiento dialéctico que confronta a la literatura con el resto de repertorios sociales, pues el arte solo sería, al fin y al cabo, uno más de los grandes sistemas mediante los que la sociedad realiza su actividad automodelizadora, junto a otros, como los políticos, económicos, científicos, etc. En la parte IV, ponemos en uso la serie de principios sintetizados por Mirko Lampis como característicos del pensamiento sistémico, es decir, aquellos que describen el funcionamiento de los sistemas complejos o sistemas integrados. Además, algunas matizaciones del propio Lotman sobre las propiedades de los códigos nos impelen a reabrir el debate sobre la especificidad de lenguaje literario. Para empezar, obtenemos que todos los lenguajes ¿que nos son realmente dados¿ parecen ser sistemas de modelización secundaria, pues todos se apoyan en sistemas previos (que no primarios), lo que nos hace entender al lenguaje literario como una propiedad emergente del lenguaje verbal. Esto conduce a reconocer la presencia de algunas de las propiedades tradicionalmente reservadas a los lenguajes artísticos también en los convencionales, lo que, en consecuencia, implica relativizar algunas de las asunciones más básicas de la lingüística, como la arbitrariedad de los signos y la no significación autónoma de los fonemas. Además, se describe el funcionamiento de una ¿gramática¿ compartida por todos los lenguajes, consistente en la supeditación de los significados de las unidades menores a su función estructural dentro de las unidades mayores en que se integran. Este proceso puede ser observado, como hipótesis, en el origen del lenguaje: si en un primer momento los fonemas hubieron de formar un primitivo sistema verbal-gestual-situacional, en el que poseían un significado ¿propio¿, éste se diluyó cuando se combinaron para formar estructuras más complejas e independientes: las palabras. La deriva lingüística, sin embargo, ocultaría (aunque no del todo) sus significados ancestrales, así como el origen analógico de los signos, provocando una apariencia de arbitrariedad. No obstante, también es posible observar un proceso contrario, en el que uno de los componenetes de un lenguaje se independiza para formar un código más simple, pero tal vez más práctico, como sucedió con el código verbal, al desvincularse, en mayor o menor medida, de sus originales complementos gestuales y situacionales, o al desvincularse, en un segundo momento, de su dimensión sonora, dando lugar a la escritura. La parte V es un acercamiento al ejercicio de la crítica literaria desde los puntos de vista sistémicos. Comentamos la puesta en cuestión, auspiciada por José Lambert, del paradigma de las literaturas nacionales, para concluir que no es posible prescindir de su estudio, aun en entornos plurinacionales. A pesar de que puede entenderse el actual proceso de globalización como una muestra más de ese mecanismo de supeditación de significados menores a estructuras mayores, sería faltar a la historia ignorar el peso de las determinaciones nacionales en la constitución de las nuevas sociedades a que nos dirigimos. También nos referimos a la presencia cada vez mayor de perspectivas sistémicas en la crítica literaria española que se publica actualmente. Y por último, al analizar las alternativas en el repertorio de la poesía española de las últimas décadas, dejamos constancia de la interdependencia entre mercado y repertorio, tanto desde el punto de vista de las condiciones políticas (con los cambios de régimen), como tecnológicas (con la incidencia de internet).