Reconstrucción de la identidad social colombiana a partir de algunas obras literarias contemporáneas. Un estudio de la producción de Gabriel García Márquez
- García Dussán, Éder
- María Pilar Núñez Delgado Directora
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 16 de mayo de 2017
- Cristóbal González Álvarez Presidente/a
- Ana María Ramos García Secretaria
- María Asunción Romero López Vocal
- María del Mar Ruiz Domínguez Vocal
- José Manuel de Amo Sánchez Fortún Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Dentro del conjunto de problemas actuales propios del ámbito de las ciencias sociales, aparecen aquellos que sobreponen la importancia de estudiar la identidad social de una nación a partir de los discursos que la bordean. Tal es el caso de ciertas empresas artísticas que, desde sus estrategias creativas y sus propósitos de susurro-denuncia, reflejan y recrean idiosincrasias y patrones culturales. Este tipo de estudios está sustentado en aseveraciones que sostienen que los movimientos que ayudan a lograr una identidad social han estado apoyados en un lenguaje icónico y simbólico; todo esto, en el marco de un apuro por aportar, desde una postura no necesariamente cientificista, a la consolidación de una memoria común que permita un dominio sobre el presente, caracterizado, en nuestro caso, por un debilitamiento identitario y la ausencia de un reconocimiento ecuánime de todas las capas sociales constitutivas del nosotros nacional. Pues bien, tomando como apoyo ese tipo de alertas surgió esta investigación, con el objetivo de contribuir al desciframiento de algunos de los elementos simbólicos relevantes que dan cuenta de la identidad social colombiana -o colombianía-, rasgos que se pueden rastrear desde los engranajes constitutivos entretejidos en ciertos productos culturales, como el caso de la literatura canónica de Gabriel García Márquez. En efecto, en el caso colombiano las narraciones de los políticos-letrados, y su hegemonía impuesta desde 1885 hasta 1930, fundaron una nación caracterizada por crear representaciones sociales excluyentes, con ayuda de una peculiar fusión entre las leyes de la política y las de la gramática lo que, a la postre, fundó la posibilidad contestataria de reconocer y dar voz anudadora a la folclórica popular, lo cual es palmario a partir de la década de 1940, especialmente en figuras como Gabriel García Márquez, cuya empresa confirma la articulación de la construcción de identidad apoyada en una lectura diferente sobre los procesos culturales y los conflictos heredados. En nuestro caso, analizamos e interpretamos la cuentística y novelística primitivas del joven García Márquez, y que comprende los tres primeros lustros de su producción, que va desde 1947 hasta 1962. Justamente en ese intervalo temporal, el quehacer garcíamarquiano coloreó un discurso estético que representaba al pueblo resignado, sufrido y corriente, actuando como garante de un mapa más fiel del carácter del ser colombiano; de esta suerte, concepciones, rasgos conductuales, ideologías, valores, prejuicios y estereotipos históricamente fundados, comienzan a hilarse sutilmente entre sus cuentos y sus novelas cortas. Ahora bien, a partir de este marco de necesidad, del propósito trazado y de su delimitación en la producción del joven García Márquez, el esfuerzo investigativo se desarrolló aprovechando la amalgama entre algunas tesis de la sociología, la psicología social, el análisis del discurso y algunas reflexiones de la didáctica de la lengua y la literatura. Gracias a este apoyo teórico, afirmamos que los productos de la lengua es una de las formas primigenias de la identidad de las naciones al tiempo que, a través de sus manifestaciones en ambientes comunicativos, se reflejan las dificultades y cualidades de la personalidad y raíces históricas de sus receptores. Inmediatamente, y apurando la voluntad de apropiarse de un camino para analizar texturas artísticas de naturaleza narrativa, se construyó un modelo de comprensión discursiva, que contiene dos momentos concretos de acción: el de tensión o análisis y el de distensión o interpretación, lo que da como resultado la comprensión. Así las cosas, la investigación desarrolló tres grandes componentes, íntimamente enlazados, a saber: la profundización del tema de la identidad social desde un enfoque interdisciplinar, aprovechando las posibilidades interpretativas de la relación tríadica lengua-literatura-identidad; la propuesta, y puesta en marcha, de un modelo de análisis para desentrañar elementos discursivos cuyo carácter es narrativo y estético; y, finalmente, la ganancia de un nuevo antecedente investigativo que se sitúa como insumo para aportar a la construcción de la identidad social de una nación, caracterizado por evitar en el asunto mismo su carácter metafísico o psicologista sino, más bien, posicionándolo como un efecto socio-semiótico de las culturas. Los resultados de todo esto permitieron bosquejar un conjunto de rasgos a propósito del ser histórico del colombiano, y que sirve de premisa para entender qué somos a partir de lo que hemos sido a lo largo de unos 207 años de devenir como nación emancipada. Este croquis socio-histórico se muestra en tres momentos (o cadarzos) que dan cuenta de tres cualidades fundamentales de la colombianía, a saber: la anulación del Otro y su reconstruccción fantasmagórica y especular; la estigmatización de lo colectivo como la certeza de que sólo se puede interactuar desde la violencia patriarcal y la imposición ideológica, lo que genera soledad y ruina social y, finalmente, la tendencia a resignificar la vida colectiva refugiándose en lo sobrenatural (lo macondiano) como posibilidad de dar sentido a cada hecho sobredimensionado del mundo de la vida, y que apoya una especie de sonambulismo y de ausencia de memoria, que se alimentan con la carnestolenda y el placer inmediato.