Effects of moderate alcohol consumption in the response to a high-intensity interval training in healthy adults. The BEER-HIIT study
- Molina Hidalgo, Cristina
- Andrés Catena Martínez Director
- Manuel Joaquín Castillo Garzón Codirector
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 07 de junio de 2021
- Miguel Pérez García Presidente/a
- Virginia Aparicio García-Molina Secretaria
- Ascensión Marcos Sánchez Vocal
- María Rodríguez García Vocal
- David Jiménez Pavón Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Physical activity is an integral part of a healthy lifestyle and physical exercise is an excellent tool to preserve health, enhance well-being, and improve physical and mental performance. For that, the most effective physical exercises are those leading to improvements in physical fitness and, consequently, are part of a structured training program. High-intensity interval training (HIIT) is a novel form of training particularly effective and efficient since it allows achieving results with less time investment. HIIT leads to improvements in body composition, reducing body fat levels, increasing fat-free mass, and bone mineral content. HIIT also elicits improvements in aerobic capacity, resistance, and muscle strength. Indeed, physical activity enhances cognitive function including better processing speed, attention, and memory, also shows positive associations with self-perception, self-esteem, and mental well-being in young adults. Recent studies have reported the positive effects of HIIT on cognitive function, however, contradictory results have been found related to performance on the executive function tasks. Although gender differences are obvious in physical and metabolic mechanisms concerning exercise, this issue has not generally received much attention, and data derived from men should not be directly applicable to women. Although the multiple and negative effects of high intakes of alcohol have been widely studied and demonstrated, the effect of moderate alcohol doses after exercise is not clear and it is currently under debate. Some studies indicate that post-exercise alcohol intake may have a detrimental effect on muscle recovery. Other investigations have suggested that beer consumption could be associated with increased waist circumference. Further, some research has shown that alcohol-containing beverages may decrease performance, specifically affecting reaction time, fine motor control, levels of arousal, and judgment. However, we can find contradictory and inconclusive results. The main aims of this International Doctoral Thesis are to evaluate the combined effects of a highly demanding training program and moderate alcohol/beer consumption on physical performance (i.e. body composition and cardiorespiratory fitness and muscular strength (Section 1), on cognitive performance (Section 2), and on psychosocial parameters and mood state (Section 3). The present results showed that 10 weeks of HIIT did not influence body weight, but significantly decreased fat mass and fat mass percentage while increasing lean mass. These positive effects were not affected by the concomitant regular intake of beer, or its alcohol equivalent, in moderate amounts (Study 1). Additionally, our 10-week HIIT program improved cardiorespiratory fitness and handgrip strength, while no influence determined by the concurrent daily intake of beer or ethanol in moderate amount was observed (Study 2). Although improvements were found in reaction time (Study 3) and cognitive function (Study 4) we cannot conclude that those benefits were elicited by our HIIT intervention. Interestingly, moderate alcohol consumption did not negatively influence those beneficial adaptations on cognition. Finally, a 10-week HIIT program improved overall psychosocial parameters and mood adaptations in healthy young adults (Study 5). Also, those benefits were not affected by moderate alcohol consumption. Collectively, the results from the present International doctoral Thesis enhance our understanding of the effects of a highly demanding training program on several physical variables, such as body composition and physical fitness, and psychosocial parameters. However, inconclusive results were found regarding the effects of high-intensity training on cognitive performance in healthy young adults. Moreover, it provides novel information regarding the role of moderate beer or ethanol consumption while training in healthy young adults. ---------------------------------------------------- La actividad física es parte integral de un estilo de vida saludable y el ejercicio físico es una excelente herramienta para preservar la salud, mejorar el bienestar y aumentar el rendimiento físico y mental. En este sentido, los ejercicios físicos más efectivos son aquellos que conducen a mejoras en la condición física y, en consecuencia, forman parte de un programa de entrenamiento estructurado. El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) es una novedosa forma de entrenamiento particularmente eficaz y eficiente ya que permite lograr resultados con una menor inversión de tiempo. El HIIT determina mejoras en la composición corporal, reduciendo los niveles de grasa corporal, aumentando la masa magra, así como el contenido mineral óseo. El HIIT también provoca mejoras en la capacidad aeróbica, la resistencia y la fuerza muscular. Por otra parte, la actividad física mejora la función cognitiva, lo que incluye una mejor velocidad de procesamiento, atención y memoria. En adultos jóvenes, también se ha demostrado la existencia de una relación positiva entre el nivel de actividad física y la autopercepción, la autoestima y el bienestar mental. Estudios recientes también han puesto de manifiesto los efectos positivos del HIIT sobre la función cognitiva, sin embargo, los resultados son contradictorios en lo relacionado con el desempeño en las tareas de la función ejecutiva. Aunque las diferencias de género son obvias en los mecanismos físicos y metabólicos relacionados con el ejercicio, este tema generalmente no ha recibido adecuada atención y los datos derivados de hombres no deberían ser directamente aplicables a mujeres. Aunque los múltiples y negativos efectos de la ingesta elevada de alcohol se han estudiado y demostrado ampliamente, el efecto de dosis moderadas de alcohol, en particular después de realizar ejercicio, no está claro y es objeto de debate. Algunos estudios indican que la ingesta de alcohol después del ejercicio puede tener un efecto perjudicial sobre la recuperación muscular. Otras investigaciones han sugerido que el consumo de cerveza podría estar asociado con una mayor acumulación de grasa abdominal. Por otro lado, algunas investigaciones han demostrado que las bebidas que contienen alcohol pueden disminuir el rendimiento, afectando específicamente el tiempo de reacción, el control motor fino, los niveles de excitación y el juicio. Sin embargo, los resultados que muestra la literatura científica son contradictorios y, por tanto, no concluyentes. Los principales objetivos de la presente Tesis Doctoral Internacional son evaluar los efectos combinados de un programa de entrenamiento muy exigente y un consumo moderado de alcohol / cerveza sobre el rendimiento físico (es decir, la composición corporal y la aptitud cardiorrespiratoria y la fuerza muscular (Sección 1), sobre el rendimiento cognitivo (Sección 2). y sobre parámetros psicosociales y el estado de ánimo (Sección 3). Nuestros resultados muestran que 10 semanas de HIIT no influyeron en el peso corporal, pero disminuyen significativamente la masa grasa y el porcentaje de masa grasa al tiempo que aumentan la masa magra. Estos efectos positivos no se vieron afectados por la ingesta habitual y concomitante de cerveza, o su equivalente en alcohol, siempre en cantidades moderadas (Estudio 1). Además, nuestro programa HIIT de 10 semanas mejoró la capacidad cardiorrespiratoria y la fuerza de agarre manual, no observándose ningún efecto asociado a la ingesta diaria simultánea de cerveza o etanol en cantidad moderada (Estudio 2). Por otro lado, aunque se encontraron mejoras en el tiempo de reacción (Estudio 3) y la función cognitiva (Estudio 4), no podemos concluir que esos beneficios fueran consecuencia de la intervención con HIIT. Curiosamente, el consumo moderado de alcohol tampoco influyó negativamente en esas adaptaciones beneficiosas sobre la cognición. Finalmente, un programa HIIT de 10 semanas mejoró los parámetros psicosociales generales y las adaptaciones del estado de ánimo en adultos jóvenes sanos (Estudio 5). Además, esos beneficios no se vieron afectados por el consumo moderado de alcohol.