Biomarcadores de daño cerebral postanestesia en población pediátrica

  1. MESA SUAREZ, PABLO
Dirigida por:
  1. A. Muñoz Hoyos Director
  2. José Diego Santotoribio Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Salud Luna Lagares Presidente/a
  2. E. Narbona López Secretario
  3. Maria del Carmen Augustín Morales Vocal
  4. Francisco Javier Castejón Montijano Vocal
Departamento:
  1. PEDIATRÍA

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción Desde el año 2000 vienen apareciendo en distintas publicaciones científicas los resultados de numerosos estudios experimentales realizados en animales evaluando el impacto neurotóxico que sobre sus cerebros tenía la exposición a combinaciones de anestésicos de uso habitual. Se constata que la exposición en período de máxima sinaptogénesis conlleva una apoptosis neural diseminada. Comienzan entonces a preocuparse los anestesiólogos que trabajan con niños pues quizás ese daño neuronal también pudiera acontecer a la población pediátrica. Así son varios los estudios que están en marcha desde hace años valorando el desarrollo neurocognitivo de cohortes de niños que se sometieron a anestesias generales en edades tempranas de sus vidas. Objetivo En este sentido, la necesidad de medir un daño cerebral agudo nos anima a utilizar marcadores que han demostrado su asociación con dicho deterioro cerebral en diferentes situaciones clínicas como la hipoxia perinatal, la parada cardiorespiratoria o el traumatismo craneoencefálico. Planteamos este trabajo con el objetivo de determinar si la proteína S100B podría comportarse como un biomarcador de daño cerebral agudo postanestésico y si pudiéramos establecer asociación entre la elevación de este marcador en sangre y alguno de los fármacos anestésicos utilizados habitualmente. Metodología Para lograr nuestros objetivos, diseñamos un estudio cuasiexperimental tipo antes / después. Tras la autorización por parte de la comisión de investigación y ética del hospital se recogió el consentimiento informado por escrito de los padres. Se seleccionaron pacientes pediátricos propuestos para ser intervenidos de hipertrofia amigadalar y vegetaciones adenenoideas. Se establecieron unos criterios de exclusión: enfermedades neurológicas, antecedentes de prematuridad, cirugía urgente, discrasias sanguíneas o alteraciones en las funciones hepáticas o renal, tumores de partes blandas y cartílagos o traumatismos extensos en un período de 3 meses antes de la intervención. El día de la visita preanestésica se extrajo una muestra de sangre venosa periférica en un tubo de suero con gel separador (Vacuette®). Esta será la muestra basal. La segunda muestra sanguínea, denominada postexposición, se obtuvo al finalizar la intervención quirúrgica, con el paciente aún en quirófano durante la educción anestésica. Las muestras sanguíneas basal y postexposición de cada paciente se centrifugaron durante 4 minutos a 4000 revoluciones por minuto para obtener suero. Se determinó en suero de ambas muestras la concentración de la proteína S100B mediante inmunoensayo de electroquimioluminiscencia (ECLIA) en el autoanalizador MODULAR E-170 (Roche Diagnostics®), con valores de referencia para la normalidad entre 0 y 105 picogramos por mililitro (pg/mL). Los datos obtenidos se procesaron mediante los programas estadísticos SPSS® y MEDCALC®, siendo considerada significación estadística una p<0,05 Reusltados Tras analizar los resultados podemos concluir que existe una elevación estadísticamente significativa entre los niveles de proteína S100B antes y después de la exposición anestésica. En segundo lugar podemos establecer una correlación positiva, también con significación estadística, entre el fentanilo administrado y la elevación de dicha proteína al final del acto anestésico. Discusión Por todo lo expuesto hasta ahora creemos que podemos justificar el uso de la S 100 B como biomarcador de daño neuronal postanestesia . Además podemos incidir en su relación con las dosis totales de fármacos comúnmente utilizados para la ansiolisis y para el control del dolor. Dentro de la gran preocupación que genera la realidad de la neurotoxicicdad en población pediátrica que se expone a actos anestésicos, y a modo de recomendaciones prácticas para el día a día mencionaremos las siguientes: ser exquisitos en las indicaciones quirúrgicas por debajo de los 3 años de edad, estar familiarizados con las dosis pediátricas exactas de los diferentes fármacos, intentar huir de las combinaciones de agentes anestésicos y disminuir en lo posible el número de exposiciones anestésicas. Una de las herramientas que han significado un avance en la dosificación de drogas anestésicas ha sido la monitorización del índice biespectral.