Análisis de los microhábitats acuáticos de la cuenca mediterránea andaluza y su importancia para los anfibios mediante el uso de modelos espaciales

  1. Benítez Lechuga, María Isabel
Dirigida por:
  1. Raimundo Real Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Rafael Márquez Presidente/a
  2. José Manuel Tierno de Figueroa Secretario
  3. Antonio-Román Muñoz Vocal
  4. Ana Luz Márquez Moya Vocal
  5. Mónica Feriche Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Es obvio, pero no menos cierto, que el agua es un elemento clave para la vida, y que configura el medio ambiente y el desarrollo humano. Sin embargo, este recurso ha pasado de ser abundante y gratuito a escaso y costoso, por lo que se ha convertido en un elemento a conservar. El discurso de esta tesis versa sobre hábitats acuáticos de agua dulce de pequeño tamaño, su uso antrópico, y la forma de compaginar este uso con la conservación de los anfibios. Esta relación tiene una perspectiva ecológica en la que el ser humano forma parte. Y como elemento inteligente de los ecosistemas acuáticos, debe estudiar la manera de compartir este recurso con el resto de los seres vivos. También existe la historia de la relación humana con el agua en las diversas culturas. Y por último una perspectiva evolutiva que refleja como los anfibios, han llegado hasta estos pequeños ecosistemas, y cuál es la problemática que encuentran dentro del panorama actual. El ámbito de estudio se enmarca en el sureste peninsular, dentro de los límites de las cuencas hidrográficas andaluzas que vierten al mar Mediterráneo. Una franja costera con grandes diferencias climáticas de oeste a este, y un paisaje muy accidentado. Para abordar esta relación tan compleja se han utilizados dos enfoques, uno que tiene como objetivo conocer las características de los hábitats acuáticos usados por los anfibios, y otro que aporta elementos para la conservación de los mismos. Los microhábitats acuáticos del sur de Europa tienen características muy diferentes a las del resto. Para determinarlas se realizaron modelos de favorabilidad geográfica y favorabilidad ambiental basados en la presencia de cada especie de anfibios en cada punto de agua. Se construyen modelos de favorabilidad geográfica a distintas escalas geográficas dentro del área de distribución de cada especie y así se visualizaron las zonas núcleo y las zonas periféricas. Y se compararon las variables seleccionadas en cada. Las conclusiones de los modelos geográficos muestran dos zonas favorables para la mayoría de las especies, una zona occidental y otra en el centro del área de estudio, coincidiendo con cadenas montañosas. Y las de los modelos ambientales ponen de relieve la importancia de la tipología del hábitat, sobre todo los de origen natural. Entre los artificiales destacan los pozos, de estructura antigua, y la balsa de tierra. La conservación de los microhábitats y su grado de conectividad son dos variables significativas para los anfibios. En la zona núcleo de cada especie se seleccionaron características parecidas entre las diez especies estudiadas, y tenían que ver con rasgos naturales. En las zonas periféricas sin embargo cada especie presenta variables diferentes entre sí, y diferentes con respecto a las seleccionadas en el núcleo, pero la más frecuente es el estado de conservación. Elaborar herramientas para la conservación conjunta de los microhábitats y las especies es esencial, tanto para diseñar estrategias como para localizar los lugares más amenazados. En esta línea, se elaboró un indicador de la calidad de los microhábitats, a partir de una valoración multicriterio de cada punto muestreado, según factores ecológicos y de diversa índole (administrativo, accesibilidad de los anfibios al hábitat, estado de conservación del mismo, riqueza o vulnerabilidad de especies). A continuación se elaboraron otras capas de información geográfica basadas en la presencia en cuadrículas UTM 10x10 de macroinvertebrados amenazados o flora acuática amenazada. Y una capa mostrando las cuadrículas con un valor alto del Índice Combinado de Biodiversidad. La superposición de todas las capas mostró zonas coincidentes donde se propusieron los Lugares Singulares para los anfibios desde el punto de vista de los microhábitats acuáticos. Los hábitats acuáticos mejor valorados se encontraron en zonas interiores y montañosas. Los Lugares Singulares se encuentran también en zonas montañosas, salvo alguna excepción. Esto nos indica que la climatología y orografía de la Cuenca Mediterránea Andaluza favorece la existencia de microhábitats acuáticos adecuados para los anfibios. Aunque la actividad humana también influye en este desplazamiento, puesto que los zonas costeras están superpobladas y las planicies están ocupadas con la agricultura intensiva, relegando a las especies y a zonas más escarpadas. El estudio de un caso concreto justifica e ilustra las medidas de conservación que se pueden aplicar también a otras especies. Se ha estudiado al sapo partero bético (Alytes dickhilleni) por tratarse de una especie amenazada que tiene poblaciones relevantes dentro del área de estudio. Para ver el estado de sus poblaciones se utilizaron herramientas genéticas, que mostraron una diversidad genética alta en sus poblaciones pero diferencias marcadas entre ellas, lo que evidencia un flujo génico escaso. Y los análisis con ADN mitocondrial mostraron en el área de estudio un grupo conservado de haplotipos y con un carácter monofilético, situado en las montañas centrales. Los resultados de los análisis genéticos apuntan a esta zona como posible refugio en las últimas glaciaciones. El riesgo en el que se encuentran las poblaciones de esta especie desde hace cientos de años, separadas en las cadenas montañosas, fundamentan la necesidad de recuperar sus lugares de reproducción. Es importante crear nuevos hábitats en zonas de conexión entre las poblaciones para evitar la fragmentación. Siendo una especie que necesita aguas permanentes tenemos que recurrir a la adaptación de los sistemas de almacenamiento de agua artificiales. Hay evidencias de que la recuperación de algunas de sus poblaciones depende de estos lugares a los que tradicionalmente se ha adaptado bien y para los que ahora no hay alternativa.