"Tu casa es sangre". Relatos de mujeres sobre violencia familiar en la sierra central del Perú

  1. Parra Toro, Iván
Dirigida por:
  1. Arturo Alvarez Roldán Director

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 29 de febrero de 2012

Tribunal:
  1. Honorio Manuel Velasco Maíllo Presidente/a
  2. Aurelia Martín Casares Secretaria
  3. Isabel María Martínez Portilla Vocal
  4. Ángel Martínez Hernáez Vocal
  5. Juan F. Gamella Vocal
Departamento:
  1. ANTROPOLOGÍA SOCIAL

Tipo: Tesis

Resumen

En esta etnografía pretendo poner de manifiesto los rasgos observables de la sociedad y el mundo doméstico asociados a la violencia contra las mujeres, y expongo los mecanismos culturales responsables del elevado grado de prevalencia que alcanza la violencia familiar en el Valle del Mantaro, en los Andes peruanos. A través de sus relatos de vida, mujeres que sufren violencia a manos de su pareja, intentan dar sentido, expresar sus sentimientos y crear conocimiento en torno a su experiencia. La situación de violencia genera relatos tristes, que contienen diversas voces y puntos de vista, conexiones con factores sociales y opciones por un modo de entender la relación, que pretenden influir en la creación de su entorno doméstico y socio-cultural. En estos relatos, la convivencia de pareja no se entiende como un compromiso fundado en el amor romántico, sino que constituye un proceso prolongado, en el que se parte de la oposición inicial entre dos extraños, para llegar a crear complementariedad. Las interacciones pautadas que tienen lugar a lo largo de ese proceso matrimonial (desde el rapto o el arreglo, a la celebración civil y/o religiosa del matrimonio, pasando por el servinakuy, la safacasa, etc.) son sensibles a los procesos de diferenciación económica, racial y de género. La profunda división en clases, junto a la racialización, encuentra en la violencia contra las mujeres, nuevos códigos expresivos y cometidos instrumentales. Estos procesos de diferenciación se materializan en la emigración, una práctica necesaria para hacer viable la vida campesina. Y hallan en el conflicto entre suegra y nuera, una forma de influenciar la composición y tamaño del hogar. Este conflicto se relaciona, además de con la emigración, con la residencia virilocal, la bigamia, y el trato dado a los niños, y conduce a dos posibles localizaciones del núcleo de solidaridad familiar: en el grupo fraternal o la pareja nuclear. Núcleos de solidaridad familiar centrados en la familia nuclear o en el grupo fraternal, producen formas incongruentes de concebir y situarse en la familia, de administrar la economía doméstica, y actuar las facetas afectivo-cognitivas de las relaciones íntimas. Esto ocasiona que las personas entiendan las prácticas matrimoniales en forma incoherente. La incoherencia realimenta los procesos de diferenciación, y el recurso a la violencia. La violencia familiar encuentra dos ejes de expresión. Uno horizontal, en el que los hombres maltratan a sus parejas física, psicológica y sexualmente, muchas veces con violencia grave, y durante periodos de tiempo muy prolongados. Y otro vertical, en el que el maltrato tiene lugar entre personas de diferente generación, y que abarca la violencia de suegras contra nueras, y padres contra hijos. En ambos casos, la violencia entre personas íntimamente relacionadas afecta a la comunicación, reorganiza la cognición y modula la emocionalidad, tanto de las mujeres maltratadas, como de sus maltratadores. Mientras en las primeras favorece la adherencia a relaciones violentas y sustenta su explotación. En los maltratadores, el uso instrumental de la violencia distorsiona la forma de adquirir conocimiento sobre los otros, y niega la circulación emocional recíproca, y con ello, el modelo complementario de vida familiar. La violencia doméstica es el resultado de la actuación en el nivel familiar de una anticultura de violencia que actúa introduciendo schismogénesis en diferentes niveles, geográfico, político, económico, étnico, o de género, y sobrevive a costa de otros códigos culturales andinos, y, por tanto, de las personas que los comparten y mantienen.