Teoría de la tragedia española en los siglos XVI y XVII. Cristóbal de ViruésElisa Dido.Francisco de Rojas Zorrilla: Lucrecia y Tarquino
- SOLÍS PERALES, MARÍA DOLORES
- Sultana Wahnón Bensusan Codirectora
- María Nieves Muñoz Martín Codirectora
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 17 de julio de 2012
- Maria do Céu Zambujo Fialho Presidente/a
- Francisco Linares Alés Secretario
- Carlos de Miguel Mora Vocal
- Pilar Saquero Suárez-Somonte Vocal
- Concepción López Rodríguez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El objetivo de esta tesis doctoral es contribuir a la definición del género trágico en los Siglos de Oro, a través de una caracterización formal del mismo que permita explicar tanto su aparición como la evolución experimentada del siglo XVI al XVII. La perspectiva de esta investigación es triple, puesto que en ella tenemos en cuenta una dimensión genérica, otra textual y una tercera de naturaleza temporal. En cuanto a la primera, dado que se trata de un género de innegables raíces clásicas, nuestro punto de partida ha sido el examen de la teoría literaria de la Antigüedad, así como el de su recepción en la teoría literaria de los siglos XVI y XVII, a fin de determinar el grado de influencia que esta última acoge del mundo greco-latino como tal género. A partir de este corpus teórico estimamos posible configurar una guía segura para establecer la clasicidad y carácter trágico de los textos dramáticos en los siglos mencionados, a través del estudio de dos tragedias concretas: Elisa Dido de Cristóbal de Virués (siglo XVI) y Lucrecia y Tarquino de Francisco de Rojas Zorrilla (siglo XVII). El análisis pormenorizado de estas dos obras, a la luz de la teoría expuesta, ha demostrado que nuestros dramaturgos de los Siglos de Oro tienen plena conciencia de las reglas del género trágico de acuerdo con los modelos clásicos. Siguen las normas y modelos antiguos revitalizados en las ideas literarias de la época y por los teóricos clasicistas. Ahora bien, asimismo son receptores de los debates literarios y de las prácticas teatrales del momento, que influyen decisivamente en el concepto histórico de tragicidad. En definitiva, en la concepción y evolución de este concepto, se mantienen ciertas constantes que hemos puesto de manifiesto en nuestro análisis y conclusiones, y otras se alteran en razón del aprecio del público.