Profissionalismo da docência universitária e sua influência no desenvolvimento das competências pedagógicas dos estudantes em formação de professor no Instituto Superior de Cièncias da Educaçao (ISCED) de Benguela-Angola

  1. Inocêncio Inocêncio, Ernesto Inocêncio
Dirigida por:
  1. Juan Manuel Trujillo Torres Director

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 26 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Tomás Sola Martínez Presidente
  2. María Pilar Cáceres Reche Secretaria
  3. Fernando José Sadio Ramos Vocal
  4. Julio Ruiz Palmero Vocal
  5. José Sánchez Rodríguez Vocal
Departamento:
  1. DIDÁCTICA Y ORGANIZACIÓN ESCOLAR

Tipo: Tesis

Resumen

La profesionalización de la docencia universitaria y su influencia en el desarrollo de las competencias pedagógicas en la Formación de docentes en el Instituto Superior de Ciencias de la Educación (ISCED) de Benguela (Angola). Durante mucho tiempo, no se manifestó la preocupación por la formación del profesor para actuar en la Enseñanza Superior. Las creencias ampliamente difundidas de que "quien sabe enseñar" y "el buen profesor nace hecho" contribuyeron para que la selección de profesores para los cursos superiores fuera determinada principalmente por la competencia en el ejercicio de la profesión correspondiente. Así ocurrió con los cursos de Derecho, Medicina e Ingeniería instalados a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX. Pero con la creación de las primeras Universidades en la década de los 30, se verificó la disposición de órganos gubernamentales para el desarrollo de acciones para conferir mayor competencia técnica a los profesores universitarios. De esta forma se dieron los primeros pasos por ejemplo en Brasil, con la propuesta del Estatuto de las Universidades Brasileñas, en que el Ministro Francisco Campos proponía la implantación de un postgrado en los moldes europeos (Santos, 2003: 19). La realidad muestra que la efectiva implantación del postgrado en Brasil, sin embargo, se dio en 1965, con el dictamen 977, en el entonces consejo federal de educación. Este dictamen definió dos sentidos para el postgrado: el lato sensu y stricto sensu. El lato caracteriza los cursos destinados al dominio científico y técnico de un área limitada del saber o de una profesión. El stricto caracteriza el posgrado constituido por cursos necesarios para la realización de fines esenciales de la universidad, como la creación de ciencia y generación de tecnología. También el stricto sensu, a su vez fue definido en dos niveles: Maestría y doctorado. Gil (2009:19), afirma en el caso de Brasil, la obtención del grado de maestro o de doctor pronto se convirtió en requisito para acceder a los cargos de carrera en las universidades públicas, sobre todo con la edición de la ley nº 5.540, de 28 de noviembre De 1968, que instituyó la reforma universitaria. Las escuelas privadas pasaron a contar principalmente con profesores con cursos de especialización (lato sensu). Masetto (2003) afirma que "de acuerdo a la práctica común de los profesores de enseñanza superior, lo que prevalece hoy en la actuación docente es un proceso de enseñanza en el que el profesor" enseña "a los alumnos que" no saben "y éstos reproducen la información recibida En las pruebas o en los exámenes buscando su aprobación ". Perrenoud (2003:22) menciona, también, que cualquier cambio en el programa, por más banal que sea, requiere siempre una actualización por parte de los profesores. De lo contrario, «nada cambia en el contexto didáctico, en la forma de preparar las clases y evaluar los conocimientos de los alumnos.». En este sentido vamos a analizar las competencias definidas en el Currículo Nacional de la Enseñanza Básica y el papel del profesor frente a esos cambios curriculares. Cró (1998) sostiene que los cambios verificados en la Enseñanza Superior requieren hoy un profesional con características muy diferentes de aquellas que han sido reconocidas como importantes en el pasado. La docencia en la Enseñanza Superior no puede ser ejercida sólo por especialistas en determinada área del conocimiento que buscan en las clases una forma de complementar su salario.También no puede ser ejercida, por personas que juzgan interesante sostener el título de "profesor universitario" o que le enseñan porque ven la actividad como una "actividad relajante" que tiene lugar después de un día de trabajo arduo. Hoy se requiere un profesor universitario competente. Por competencia se entiende como la "facultad de movilizar un conjunto de recursos cognitivos (saberes, capacidades, informaciones, etc.) para solucionar con adecuación y eficacia una serie de situaciones ligadas a contextos culturales profesionales y condiciones sociales" (Perrenoud, 2000). Un maestro que disponga de conocimientos técnicos en un área determinada de conocimiento, adquiridos no sólo en cursos de grado y posgrado, sino también mediante la participación en cursos de formación y actualización, reuniones científicas e intercambios con otros expertos. Debe estar dotado de conocimientos derivados de trabajos de investigación de campo, de laboratorio o de biblioteca. Un profesor que acepta dejar el centro del escenario de la enseñanza y reconozca a los estudiantes como socios del proceso de enseñanza. Que no lo vean como un especialista, sino como un mediador del proceso de aprendizaje. Que tenga la disposición de ser un puente estático, más que un puente "rodante", que activamente colabore para que el aprendiz llegue a sus objetivos.