La ocupación de la frontera noroccidental de Nueva España en el siglo XVIIEstrategias, grupos humanos e interacción cultural

  1. Baena Reina, Fuensanta
Dirigida por:
  1. Miguel Molina Martínez Director

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 08 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Antonio Gutiérrez Escudero Presidente/a
  2. María Angeles Gálvez Ruiz Secretaria
  3. María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda Vocal
  4. Alexander Samson Vocal
  5. Miguel Ángel Sorroche Cuerva Vocal
Departamento:
  1. HISTORIA MODERNA Y DE AMÉRICA

Tipo: Tesis

Resumen

Esta Tesis Doctoral recoge un trabajo de investigación llevado a cabo sobre el fenómeno de ocupación de la frontera noroccidental de Nueva España en el siglo XVII y que permitió la apertura de la mayor frontera del mundo hispánico. Por otro lado, fue en este ambiente de frontera donde se generaron unas relaciones interétnicas y culturales protagonizadas por los diferentes grupos humanos que se dieron cita aquí. Para ello hemos puesto el eje de la investigación en tres elementos claves: las estrategias, los grupos humanos y las interacciones culturales. La frontera noroccidental de Nueva España, en torno a las provincias de Culiacán, Sinaloa y Sonora, albergaron un heterogéneo abanico socio-cultural que generó unos descubrimientos mutuos por parte de las diferentes realidades humanas, culturales y ambientales que confluyeron en ella: desde capitanes y soldados, hasta los misioneros jesuitas que dieron comienzo a la evangelización a partir de 1591, pasando por la población africana y afrodescendiente y por supuesto, por indígenas, algunos de ellos llegados de otras regiones del virreinato como eran los mexicas, tlaxcaltecas o los tarascos. Todo ello generó una concepción de la alteridad que desembocó en un fenómeno de interacción humana entre unos y otros. En este sentido, hemos querido poner el punto de referencia en el papel del indígena como sujeto activo en el proceso de ocupación territorial así como en su actuación como agentes culturales a través de los cuales se fue integrando al resto de grupos indígenas al Imperio español y a la religión católica. Además, esta región fue el escenario en el que interactuaron otros grupos como fue la población africana y afrodescendientes, que también jugaron un importante papel como agentes del cambio cultural y que tradicionalmente han quedado fuera del interés investigador. Por último, las mujeres como sujetos del discurso histórico, fueron una alteridad silenciada que apenas si ha sido trabajada por la historiografía de esta región. Indígenas y africanas crearon nuevos discursos de poder y tuvieron en algunas ocasiones, una presencia decisiva para la penetración de los nuevos modelos culturales. En definitiva, una frontera que se constituye como un concepto polisémico de expresión del poder, lugar de encuentros y desencuentros, donde se generaron nuevos discursos e interacciones culturales dentro del fenómeno de extensión, ocupación y vida en una región marginal como era el noroeste de Nueva España a lo largo del siglo XVII.