Cartografía de la invisibilidad

  1. García Torrente, Ubaldo
Dirigida por:
  1. Juan Domingo Santos Director

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 08 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Zaida Muxí Martínez Presidente/a
  2. Víctor Pérez Escolano Secretario/a
  3. Francisco Pérez Hernández Vocal
  4. José Luis Daroca Bruño Vocal
  5. Carmen Moreno Alvarez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 549793 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Mirar para un arquitecto es ordenar. Reconocer ópticamente, evaluar, sintetizar y transformar, en el mismo acto, un espacio que se considera caótico para dotarlo de una estructura racional que permita su habitabilidad. La mirada del arquitecto ha sido educada para ser recta, certera y poliédrica, una mirada científica que depende fundamentalmente de la luz, pero que se vuelve vacilante ante situaciones en las que, por distintas circunstancias, existe un predominio absoluto de la oscuridad. Lugares incómodos, velados u opacos, espacios urbanos de la exclusión que esconden tras su cruda apariencia, una serie de particularidades que los hacen especialmente ricos y excitantes, tanto por las situaciones relacionales que propician como por las diferentes formas de espacialidad que generan. Escenarios invisibles de la ciudad que para ser entendidos y poder mostrarlos adecuadamente es necesaria la construcción de una cartografía específica que sirva tanto de registro como de crítica y cuestionamiento a la propia ciudad y sus formas de representación. Cartografía de la invisibilidad es un registro de espacios urbanos a los que difícilmente llega la luz de la racionalidad arquitectónica, pero que se construyen desde el ejercicio de la libertad de sus ocupantes circunstanciales. Áreas de la ciudad donde tienen lugar una serie de prácticas negadas o reprimidas por un sistema discriminador que se nutre de la desproporción y de la creación de desigualdades sociales. Prácticas espontáneas y no identitarias, individuales o colectivas, que han de permanecer invisibilizadas a los ojos escrutadores del poder para lograr sobrevivir y que sin necesidad de afianzamiento territorial, generan el espacio necesario para su desarrollo a partir de la usurpación de ámbitos urbanos concretos, ocupados de forma temporal y superpuesta a otros para los que la ciencia urbanística ha dispuesto de antemano usos y actividades concretos que parten de una programación racional y cerrada. Acciones, situaciones y espacios, elementos indisolublemente unidos que surgen, que surgen no sólo como necesidad perentoria, sino como crítica directa a la injusticia social, como reacción compensatoria y como forma de posicionamiento político de sus actantes ante los intentos de estructuración y homogenización del espacio público ideologizado que el poder impone, construye y codifica en su necesidad de control y represión de movimientos. Para el registro certero de este tipo de espacios y las situaciones de carácter dinámico que generan, es necesario hacer uso de mapas igualmente dinámicos, relatos evocadores de recorridos y emociones, pues los mapas convencionales, inocuos y objetivos, en los que se representan una serie de parámetros y propiedades cuantificables no tienen capacidad suficiente para transmitir toda su esencia, el enorme potencial que contienen. Mapas que, para esta cartografía, se han encontrado en disciplinas como la pintura, la fotografía, la literatura y muy especialmente en el cine, los cuales se construyen a sí mismos cubriendo diferentes áreas de la experiencia humana, emociones, sensaciones y afectos, en los que ha sido posible reconocer espacios múltiples y tensionados por diferentes fuerzas vectoriales de acción, cada uno de los cuales es un relato que no trata de marcar una linealidad ni una tendencia definida, un principio o un final claramente identificados, pero que proponen imágenes, movimientos y tiempos, siempre distintos y abiertos a la interpretación personal y subjetiva. Una cartografía en la que es fundamental, además de la acción en sí misma y del espacio que ésta genera, la ubicación concreta del punto de vista desde el que ésta se construye y se lee. Un punto que aquí se ha decidido situar en una posición no neutral y del lado generalmente incómodo de lo invisible para facilitar numerosas formas de aproximación y lectura de los hechos cartografiados y poder detectar, comprender y transmitir más afinadamente sus maneras y códigos de ocupación espacial. Planteado este trabajo a partir de la construcción dual de conceptos, los que emergen de la ciudad visible y las reacciones que provoca en la invisible, la cartografía que se presenta es un mapa perfilado y dibujado a dos caras en las que se representan tanto los espacios iluminados como aquellos que permanecen camuflados entre las sombras que la propia ciudad y su arquitectura producen, pues las acciones invisibles no pueden entenderse de manera aislada, sino como hechos inseparables, complementarios y superpuestos a las situaciones y prácticas visibles, reguladoras y excluyentes que se producen desde el poder y se consolidan en los espacios que éste crea. Cada una de esas caras son las dos partes principales de las que se compone este trabajo: La construcción de la caverna y Travesías del desierto, las cuales, en conjunto, conformarán un atlas hecho de segmentos, fracciones y derivaciones que pretende ser una aproximación al sujeto, al cuerpo y a los sentimientos que se producen, de forma invisible, en determinados entornos urbanos.