La importancia de la segunda persona en la constitución del autoconocimientoun enfoque expresivista / the relevance of the second person in the constitution of self knowledge: an expressivist approach

  1. Ferrer de Luna, Jose
Zuzendaria:
  1. Manuel de Pinedo Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 2019(e)ko ekaina-(a)k 04

Epaimahaia:
  1. Juan José Acero Fernández Presidentea
  2. María Ruz Cámara Idazkaria
  3. Hilan Bensusan Kidea
  4. María José Alcaraz León Kidea
  5. Jesús Vega Encabo Kidea
Saila:
  1. FILOSOFÍA I

Mota: Tesia

Laburpena

RESUMEN EN ESPAÑOL El principal objetivo de esta tesis es ofrecer una explicación del autoconocimiento que tome como punto de partida la perspectiva de segunda persona y que recoja las intuiciones tanto del expresivismo clásico, como del neo-expresivismo y del expresivismo semántico. La principal motivación de esta investigación surge del descontento con un presupuesto común a todos los enfoques tradicionales acerca de este fenómeno. Adoptar este presupuesto ––que denomino “presupuesto individualista”–– implica afrontar la investigación sobre el autoconocimiento partiendo de una dicotomía exclusiva y excluyente entre las perspectivas de primera y tercera persona, obviando, por tanto, la posibilidad de la existencia de otra perspectiva genuina y diferente desde la cual realizar el estudio. Partir de esta dicotomía no solo conduce a una visión parcial del fenómeno sino también a una serie de problemas que, como muestro en este trabajo, se dirimen al adoptar un enfoque que toma como punto de partida la perspectiva de segunda persona. Según el enfoque expresivista de segunda persona objeto de esta investigación, el estudio del fenómeno del autoconocimiento no debe realizarse de manera aislada, sino que debe contar asimismo con una explicación tanto del desarrollo ontogenético de la mente como de nuestra capacidad para la auto-atribución de estados mentales y la atribución de estados mentales a los demás. Con objeto de profundizar en cada uno de estos temas, divido la presente investigación en tres grandes bloques; sin que ello implique una desconexión entre ellos. Dado que el presupuesto individualista se encuentra presente no solo en los estudios acerca del autoconocimiento, sino también en las investigaciones realizadas en los otros dos ámbitos, discuto las carencias y/o problemas que conlleva dicho presupuesto en cada uno de ellos. El primer bloque tiene como objetivo mostrar la importancia de la perspectiva de segunda persona en el estudio del desarrollo ontogenético de los bebés, así como en la constitución de la conciencia de sí mismos y de los demás, es decir, de las perspectivas de primera y tercera persona. En este bloque sostengo que el enfoque de segunda persona ofrece una explicación más plausible del desarrollo de los bebés en este período que los enfoques alternativos que parten de la dicotomía entre la primera y la tercera persona. En primer lugar, defiendo la existencia de una comunicación expresiva mediante la cual los bebés son capaces de conectar y comunicar sus experiencias subjetivas con los demás, es decir, de participar en interacciones intersubjetivas. Para fundamentar esta comunicación expresiva, ofrezco una explicación de la noción de expresión compatible con la misma, así como con la disolución de la dicotomía entre primera y tercera persona. Según esta noción, las expresiones son constitutivas de los estados mentales, en concreto, son su condición comunicativa. De otra parte, sostengo que la perspectiva de segunda persona no solo es anterior en el desarrollo ontogenético, sino que juega un papel constitutivo en la emergencia de las otras dos perspectivas. Finalmente, presento un modelo de comunicación reguladora mutua, según el cual los bebés conciben a la persona que está a su cuidado como una autoridad ––que denomino autoridad de segunda persona. Defiendo que mediante esta autoridad los bebés extienden la regulación emocional que tiene lugar en sus interacciones diádicas, a una regulación normativo-social en sus interacciones triádicas a través de los triángulos de atención conjunta. El segundo bloque está dedicado a la presentación y crítica de las diferentes propuestas que se han llevado a cabo sobre el fenómeno del autoconocimiento. De acuerdo las similitudes inherentes a estas propuestas, distingo tres tipos de enfoques: el introspeccionista, el agencialista y el neo-expresivista. En el primer apartado, dedicado al enfoque introspeccionista, señalo que la explicación que ofrecen estos autores resulta diametralmente opuesta a la ofrecida por el enfoque de segunda persona. Según los introspeccionistas, las interacciones con los demás no tienen relevancia alguna en el estudio del fenómeno del autoconocimiento. El autoconocimiento proviene, a su entender, de un acceso privilegiado del individuo a sus propios estados mentales. Tras la presentación de sus propuestas, expongo las principales críticas a las mismas destacando entre ellas la dificultad para ofrecer una explicación de la existencia de estados mentales en los demás. En el apartado dedicado a los agencialistas sostengo que aunque estos autores sí incluyen las interacciones en sus propuestas, lo hacen desde una perspectiva teórica y centrada en el individuo. Este hecho conduce a una comprensión parcial del fenómeno del autoconocimiento y supone un problema a la hora de dar cuenta del comportamiento que, de hecho, tenemos los seres humanos. La comprensión parcial de este fenómeno conlleva la ausencia del elemento relacional en su explicación de las nociones de razón, responsabilidad, compromiso y autoridad, así como la ausencia del tratamiento de la normatividad social en sus enfoques. Por ello, presento una explicación relacional de estas nociones que elimina las carencias a las que se enfrenta la explicación parcial de las mismas. Asimismo, muestro la necesidad de la inclusión de la normatividad social en la explicación del fenómeno del autoconocimiento. Finalmente, en el apartado dedicado a los neo-expresivitas sostengo que el presupuesto individualista conduce, en su caso, a una visión parcial del proceso de adquisición de las (auto-)atribuciones de estados mentales. Estos autores centran su explicación exclusivamente en la capacidad para la auto-atribución de estados mentales, obviando su relación con la capacidad para la atribución de estados mentales a los demás. Por el contrario, de acuerdo con el enfoque expresivista de segunda persona, ambos capacidades se adquieren simultáneamente. Este hecho, sostengo, resulta crucial para una correcta comprensión de dicho proceso. Asimismo, su explicación sobre el autoconocimiento se extiende a todos los estados mentales sin distinción. Defiendo que la no diferenciación de los distintos tipos de estados mentales conduce a una visión errónea del mismo. Finalmente, suscribo la validez de algunos de los argumentos sobre la transparencia de los estados mentales, en concreto los referentes a la noción de la transparencia-a-la-condición-mental-del-sujeto. En el tercer y último bloque analizo las propuestas de los enfoques tradicionales acerca de la Folk Psychology, así como las propuestas actuales que rechazan la explicación de estos enfoques. En este bloque ofrezco, asimismo, una explicación del autoconocimiento desde el enfoque expresivista de segunda persona. Al igual que en los estudios acerca del desarrollo ontogenético y del autoconocimiento, los enfoques tradicionales sobre la Folk Psychology parten de la dicotomía entre primera y tercera persona. En su caso, este presupuesto ha separado la investigación en dos tipos de teorías contrapuestas, cada una de ellas fundamentada en uno de los dos polos de la dicotomía. De una parte, los defensores de la Teoría de la Teoría desarrollan su enfoque partiendo de la perspectiva de tercera persona. De otra parte, los defensores de la Teoría de la Simulación lo hacen desde la perspectiva de primera persona. En el apartado dedicado a estas teorías, sostengo que el mayor problema al que se enfrentan radica en el presupuesto individualista que ambas comparten. Según este presupuesto, los demás son seres a comprender, por lo que la principal función de la Folk Psychology es, para estos autores, la de predecir y explicar la conducta de los demás. En el siguiente apartado, analizo los distintos argumentos que contra este supuesto se han llevado a cabo desde algunos de los enfoques actuales, suscribiendo la validez de los mismos y ofreciendo una explicación de la Folk Psychology desde el enfoque de segunda persona. Este enfoque entiende la Folk Psychology no como una teoría, sino como una práctica normativo-regulativa cuya principal función no es la de predecir y explicar la conducta sino una función regulativa consistente en aprender, enseñar y exhortar a otros a comportarse de acuerdo a las normas sociales compartidas que rigen las interacciones de los miembros de la comunidad. Para concluir, ofrezco una explicación del autoconocimiento que recoge lo defendido tanto acerca del desarrollo ontogenético, como acerca de la Folk Psychology. Sostengo que la transparencia de lo mental no lo es solo hacia los propios estados mentales sino también hacia los estados mentales que los demás nos comunican de manera expresiva durante las interacciones, es decir, mediante la comunicación expresiva que tiene lugar a través de la perspectiva de segunda persona. De acuerdo a esta definición de la transparencia, argumento la existencia de dos tipos de conocimiento: el conocimiento epistémico, en sentido tradicional, y el conocimiento pre-conceptual, entendido este último como el conocimiento con el que contamos ya desde nuestras primeras semanas de vida. Sostengo que este tipo de conocimiento, lejos de desaparecer una vez introducidos en el lenguaje y, por tanto, una vez poseemos los conceptos necesarios para ello, continúa presente a lo largo de nuestra vida. En cuanto a la autoridad de primera persona, defiendo una concepción relacional de la misma según la cual esta está vinculada tanto con el conocimiento de nuestros estados mentales, como con la responsabilidad de hacer que nuestras auto-atribuciones de estados mentales coincidan con nuestros actos (con lo que, según las normas sociales y lingüísticas se espera de alguien que se auto-atribuye el estado mental en cuestión), así como con el reconocimiento por parte de los demás miembros de la comunidad. Finalmente, sostengo que el autoconocimiento incluye no sólo la perspectiva de primera o de tercera persona sino la perspectiva de primera, la de segunda y la de tercera persona. ENGLISH SUMMARY The primary aim of this dissertation is to propose an explanation of self-knowledge that takes the second-person perspective as a starting point and that gathers the intuitions from classic expresivism, neo-expressivism and semantic expressivism. The main motivation for this research stems from the discontent with an assumption shared by all traditional approaches to this phenomenon. To adopt this assumption–that I call ‘individualistic assumption’–implies facing the research on self- knowledge beginning at an exhaustive and excluding dichotomy between the first and third person that ignores the possibility of the existence of another genuine and different perspective from which to conduct the study. Beginning at this dichotomy not only leads us to a partial vision of the phenomenon, but also to a series of problems that, as I show with my work, are settled by adopting an approach that takes as its starting point the second-person perspective. Under the second-person expressivist approach–the object of this study–, the analysis of the phenomenon of self-knowledge should not be carried out in an isolated manner. It should be accompanied by an explanation of both the ontogenetic development of mind and the human capacity for self-attribution of mental states and the attribution of mental states to others. In order to examine each of these topics in depth, I divide the present inquiry within three large blocks; in no way implying a discontinuity between them. Given that the individualist assumption is present, not only in the studies on self-knowledge, but also in the research carried out in the other two areas, I discuss the shortcomings and/or problems that this assumption entails. The first block is devoted to the relevance of the second-person perspective both in the ontogenetic development of infants and in the constitution of their self-awareness and the awareness of others, i.e., of the first- and the second-person perspectives. In this block I argue that the second-person approach allows for a more plausible understanding of infants’ development during this period than the alternative approaches that assume the dichotomy between the first and the third person. First, I sustain the existence of an expressive communication through which infants are able to connect and communicate their subjective experiences with others, i.e., of participating in intersubjective interactions. I bring forward and explanation of the notion of expression compatible with this expressive communication as well as with solving the dichotomy between the first and the third person. According to this conception, the expressions are constitutive of the very mental states, specifically, they are their communicative condition. Moreover, I argue that the second-person perspective not only precedes the ontogenetic development of the other two perspectives, but that it also plays a constitutive role in their emergence. Finally, I present a mutual communicative regulation model according to which infants conceive their caregivers as an authority–which I call second-person authority. I sustain that it is through this authority that infants extend the emotional regulation that takes place within their dyadic interactions over a socio-normative regulation in their triadic interactions by manner of the joint-attention triangles. In the second block I present and criticize the different proposals that have been brought forward regarding the self-knowledge phenomenon. Following the inherent similarity within these proposals, I distinguish three different approaches: introspectionist, agencialist and neo-expressivist. In the first section, dealing with introspectionism, I point out that the explanation that these authors present opposes radically the one offered by the second-person approach. Introspectionists affirm that interactions with others have no relevance whatsoever in the study of self-knowledge. Self-knowledge arises, they argue, from a privileged and exclusive access to their inner mental states that individuals have. Once their proposals are unfolded, I detail the primary critiques highlighting among them the difficulty to produce an explanation of the existence of others’ mental states. In the section dealing with agentialism, I argue that, although these authors do include interactions in their proposals, they do it from a theoretical perspective and centred on the individual. This leads to a partial understanding of the phenomenon and it has serious problems when it comes to accounting for the behaviour that, in fact, we humans have. This partial understanding of the phenomenon implies the absence of the relational element in their explanation of the notions of reason, responsibility, commitment and authority, as well as the lack of a treatment of social normativity in their approaches. Because of this, I present a relational explanation of these notions that resolves the shortcomings that the partial explanation of them tackles. Furthermore, I show the necessity of including social normativity within the explanation of self- knowledge. Finally, in the section dealing with neo-expressivism, I maintain that the individualist assumption leads, in their case, to a partial vision of both the process of learning the self-attributions of mental states and the notion of expression. Regarding the first question, these authors focus their explanation exclusively on the capacity for self-attribution of mental states, not taking into consideration its connection with the capacity for attributing mental states to others. In contrast, according to the second- person expressivist approach, both capacities are learned simultaneously. This fact, I contend, happens to be crucial for a proper understanding of such a process. Regarding the notion of expression, in the neo-expressivist approach, it appears severed from the notion of mental state, which leads to its understanding as a means through which we know mental states. Moreover, their explanation of self-knowledge comprises all mental states without distinction. I argue that both the separation of the notions of expression and mental state and the lack of differentiation between different mental states, results in an inadequate understanding of them. Lastly, I agree with some of the arguments about transparency of mental states, particularly about transparency-to-the-subject’s- mental-condition. I analyze the proposal of the traditional approaches on Folk Psychology in the third and last block, as well as the recent proposals that reject the explanation of these approaches. In this third block I also provide an explanation of self-knowledge from the second-person expressivist approach. Just as the studies on ontogenetic development and self-knowledge, the traditional approaches on Folk Psychology are based on the dichotomy between the first and the third person. This assumption has split the research into two types of opposing theories, each one grounded in one of the poles of the dichotomy. The supporters of the Theory Theory construct their approach from the third-person perspective, while the supporters of the Simulation Theory embrace the first-person perspective. In the section dealing with these theories, I argue that the main problem they faces arises from the individualist assumption that both share. According to this assumption, the others are beings to be understood. For these authors, then, the primary function of Folk Psychology becomes predicting and explaining the behaviour of others. In the next section I analyze the diverse arguments held by some current approaches, subscribing their validity and providing a second-person approach to Folk Psychology. This approach understands Folk Psychology, not as a theory, but as normative-regulative practice whose primary function is not predicting and explaining behaviour, but a regulative function consisting of learning, teaching and exhorting others to behave according to the shared social norms that rule the interactions of the community members. To conclude, I provide an explanation of self-knowledge that gathers what has been defended both on the ontogenetic development and Folk Psychology. I maintain that the transparency of the mental is not only towards the one’s own mental states, but also towards the mental states that others communicate in an expressive manner during interactions, i.e., through the expressive communication that occurs by means of the second-person perspective. Following this definition of transparency, I argue for the existence of two kinds of knowledge: epistemic knowledge, in a traditional sense, and the pre-conceptual knowledge, this last one understood as the knowledge we have from the first weeks of life. I defend that this type of knowledge, far from disappearing once introduced within language and, therefore, once we possess the necessary concepts for it, stays present through life. Regarding first-person authority, I argue for a relational conception of it, according to which it is linked both with the knowledge of our mental states and the responsibility to put in line our self-attributions with our deeds (with what is expected from someone who self-attributes the mental state in question, according to social and linguistic norms), as well as with the recognition by other members of the community. Finally, I maintain that self-knowledge comprises not only first- or third- person perspective but first-person, second-person and third-person perspectives.