Efecto de los hábitats seminaturales del olivar sobre la biología de la familia Chrysopidae (insectaneuroptera)

  1. Alcalá Herrera, Rafael
unter der Leitung von:
  1. Francisca Ruano Díaz Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 05 von Juni von 2019

Gericht:
  1. Víctor Monserrat Montoya Präsident/in
  2. José Manuel Tierno de Figueroa Sekretär
  3. José Alberto Cardoso Pereira Vocal
  4. Felipe Pascual Vocal
  5. Susana Pascual Vocal
Fachbereiche:
  1. ZOOLOGÍA

Art: Dissertation

Zusammenfassung

Uno de los desafíos de la agricultura del siglo XXI es incrementar su sostenibilidad y reducir su dependencia de los insumos externos. La expansión e intensificación de la agricultura hasta este momento ha provocado una disminución de los hábitats naturales y la biodiversidad, que ha derivado en la pérdida de servicios ecosistémicos de regulación y soporte como el control biológico de plagas. Todo ello ha llevado a la Unión Europea a promover la creación o protección de los hábitats seminaturales (HSNs), para mantener y restaurar la biodiversidad, así como proteger a los organismos beneficiosos importantes asociados. La familia Chrysopidae, con una amplia distribución en casi todos los ecosistemas agrícolas, forma parte del grupo de insectos beneficiosos del cultivo del olivo, donde depredan sobre tres de las dieciocho plagas que inciden en la producción y pueden causar graves pérdidas al olivar, especialmente la polilla del olivo, Prays oleae (Bernad, 1788) (Lepidoptera: Yponomeutidae). En este contexto, la conservación e incremento de las poblaciones de crisópidos en el olivar podría mejorar la presión natural sobre las plagas y reducir su dependencia de insumos externos. Los conocimientos adquiridos en esta tesis han permitido abordar aspectos de la biología de la familia Chrysopidae en el estrato arbóreo de los HSNs adyacentes al olivar. Este es un prerrequisito crucial para la elaboración de efectivos programas de manejo del hábitat orientados a la conservación de este valioso depredador. Tres tipos de metodologías y diseños de muestreo se ejecutaron en cinco olivares ecológicos y sus HSNs adyacentes con el objetivo de establecer el efecto que las especies arbóreas predominantes en estos HSNs tienen sobre la abundancia y diversidad de las especies de la familia Chrysopidae, así como en sus hábitos de oviposición (capítulo 2, 3 y 1). Por ello, el capítulo 1 describe como se localizaron y colectaron mediante observación directa las puestas de crisópidos sobre las copas del olivo y los árboles (almendro, encina y pino) ubicados en los HSNs adyacentes al olivar, para conocer los lugares y formas de oviposición de los crisópidos. La información aportada por el estudio realizado en Agosto de 2016 y 2017, permitió determinar que la comunidad de crisópidos de nuestro biotopo corresponde a especies que depositan sus huevos de forma aislada y en menor medida a especies que lo hacen en racimo. Además se comprobó que el lugar de puesta preferente es el borde y haz de la hoja. Mediante bandas de cartón y succión (capítulos 2 y 3), se ha determinado la abundancia y diversidad de las fases juveniles y adultos presentes en el olivo, almendro, encina y pino, así como los factores más importantes de reducción de sus poblaciones en las fases juveniles (capítulo 2). En el capítulo 2 observamos como la tasa de parasitismo fue el factor de reducción de la población de juveniles más importante y que entre las especies de árbol que presentan mayor abundancia de crisópidos (almendro, encina y olivo), el olivo registró la menor tasa de parasitismo. Si a esto le sumamos que en el olivo se contabilizó el mayor número de juveniles que llegaron a alcanzar la fase adulta, el olivo resulta ser la especie de árbol con mayor contribución al número de crisópidos viables en la próxima generación. La comunidad de crisópidos en el biotopo, estudiada a partir de los juveniles eclosionados, la componen diez especies donde Pseudomallada prasinus es la especie dominante a lo largo de todo el año, además de ser colectada principalmente sobre el almendro, encina y olivo. En cuanto al complejo parasitario, éste está compuesto por cinco especies, siendo Baryscapus impeditus (Eulophidae) la más abundante y parasitando las fases juveniles de Chrysoperla lucasina, Chrysoperla pallida y Chrysoperla mutata, que están asociadas preferentemente al almendro y pino. La segunda especie en importancia fue Helorus ruficornis (Heloridae) que parasitó a los juveniles de las especies de Pseudomallada y Cunctochrysa, las cuales estuvieron asociadas preferentemente a la encina. En el capítulo 3 demostramos que la encina es la especie más atractiva para la fase adulta de los crisópidos, especialmente para la especie Pseudomallada prasinus, que además es la más abundante en el biotopo estudiado. Otras especies importantes de crisópidos por sus abundantes capturas fueron Chrysoperla mutata y Chrysoperla pallida, que mostraron una preferencia por la encina inicialmente y se fueron desplazando hacia el olivo en otoño. Otra especie destacada fue Chrysoperla lucasina, que tiene preferencia por la vegetación herbáceas, y usa el almendro, encina, olivo y pino como lugar de refugio y/o alimentación hasta comienzos del verano (junio, julio y agosto). Aunque no hemos encontrado ninguna asociación entre la abundancia media de larvas y adultos por finca en el olivo con respecto a la depredación media de huevos en la fase antófaga y carpófaga de Prays oleae por finca, si observamos una tendencia general del aumento de capturas de larvas sobre el olivo entre junio y julio. Además, no detectamos ninguna asociación entre las cuatro especies de crisópido más abundantes y la dominancia taxonómica de las familias más destacadas y comunes entre las fincas en los dos tipos de HSNs (cubiertas y mancha-linde). Finalmente, el estudio de cubiertas de herbáceas sembradas con semillas nativas (capítulo 4) fue desarrollado con el objetivo de mejorar nuestro conocimiento sobre la atractividad y el papel funcional de la vegetación herbácea sobre la familia Chrysopidae. Así, 28 de las 42 especies de herbáceas nativas sembradas fueron utilizadas por los crisópidos para refugiarse, reproducirse y/o alimentarse, siendo C. lucasina la especie dominante. Entre las presas potenciales disponibles en la cubierta, la abundancia de thrips mostró una correlación positiva con la abundancia de crisópidos. Aunque no observamos preferencia alguna por ninguna especie herbácea concreta en 2016, en 2017, 8 especies registraron abundancias de crisópidos por encima de la media en ese año y cuatro de ellas fueron las más atractivas. Teniendo en cuenta los aspectos entomológicos y agronómicos, las especies más adecuadas para atraer a los crisópidos fueron: Biscutella auriculata, Borago officinalis, Silene colorata, Crepis capillaris, Nigella damascena y Papaver rhoeas.