Furiosos, inocentes y melancólicos. Historia de la locura en la Granada del siglo XVIII

  1. Ibarburu Antón, Julen
Zuzendaria:
  1. Francisco Sánchez-Montes González Zuzendaria
  2. José Valenzuela Candelario Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 2020(e)ko ekaina-(a)k 26

Epaimahaia:
  1. Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz Presidentea
  2. Rosa María Medina Doménech Idazkaria
  3. Rafael Huertas García-Alejo Kidea
  4. Valentina Favarò Kidea
  5. María Luz López Terrada Kidea
Saila:
  1. HISTORIA MODERNA Y DE AMÉRICA

Mota: Tesia

Laburpena

El presente ensayo está centrado en el estudio de la locura en la ciudad de Granada durante el siglo XVIII. El análisis de un aspecto de la Humanidad tan complejo ha partido de una perspectiva holística que integrase el máximo número posible de aspectos posibles de la enfermedad. En este sentido, comprender el proceso institucional de la Casa de Locos, vinculada a la institución del Hospital Real resulta esencial, como institución fundamental en la gestión de la locura granadina. El proceso de entrada y salida, la vida dentro de la Casa o las prácticas médicas implementadas en su interior serán algunas de las cuestiones fundamentales. Dentro de esta manipulación del cuerpo del demente podemos distinguir elementos como las estrategias afectivas que los rodeaban o la propia muerte del enfermo y sus lugares de enterramiento. De forma paralela, he integrado en mi estudio la presencia de la locura en pleitos y juicios gestionados por la Real Chancillería de Granada, dentro del volumen documental consultado he podido atestiguar la compleja identidad del enfermo dentro de la sociedad andaluza del siglo XVIII. Asimismo, el análisis del loco en la literatura y teatro es esencial como cara complementaria, la evolución del estereotipo de la locura desde las narrenschaff hasta la melancolía romantizada. Por último, presto atención a la creación del estereotipo estético de la locura desde las primeras obras pictóricas generadas en torno a las casas de locos, donde el pintor zaragozano Francisco de Goya es una de las figuras fundamentales, hasta las diversas series fotográficas de los locos asilados. Todas ellas participan de un imaginario común creado en el siglo XVIII.