Historia de la estructura mediática en Rusia1991-2016. Veinticinco años de avances y retrocesos en un sistema de medios oligárquico y centralizado
- Martín Ávila, Antonio Javier
- Antonio Ortega Santos Director
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 08 de septiembre de 2020
- Ramon Reig Garcia Presidente/a
- Diego Checa Hidalgo Secretario
- Magdalena Trillo Domínguez Vocal
- Jorge Ramos Tolosa Vocal
- Rosalba Mancinas Chávez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El estudio de las estructuras mediáticas y de los contextos donde intervienen sus actores se ha convertido en una acción de interés primordial a la hora de comprender ámbitos tan importantes como la política, la economía, los movimientos sociales o la cultura de cada país. Los medios informativos y de entretenimiento son considerados auténticos líderes de masas debido al importante papel que han ejercido en la consolidación de los estados democráticos, y a su gran capacidad de influencia ciudadana. Por ello es necesario analizar los elementos que los rodean y que provocan distintas formas de actuar según sus cometidos. Un cuarto de siglo después de la disolución de la URSS y de su sistema comunista, la situación del mercado mediático en Rusia destaca por una fuerte presencia del Gobierno en las posiciones decisorias de las empresas comunicativas. Los principales grupos de comunicación rusos están controlados por el Estado, ya sea en su totalidad, a través de una participación accionarial directa o indirecta, o bajo la gestión de figuras apegadas a las altas esferas del Kremlin: por lo general, oligarcas y miembros de la antigua nomenklatura enriquecidos durante la Transición. La nueva estrategia económica, impulsada por el presidente Yeltsin tras el colapso soviético, centró sus esfuerzos en transitar rápidamente hacia un sistema capitalista que pusiera en marcha sus anclados sectores productivos. Sin embargo, la amplia mayoría de sus medidas, a pesar de estar respaldadas por las principales organizaciones occidentales, no tuvieron los efectos deseados y provocaron un gran caos financiero, monetario y social que, en última instancia, benefició a las grandes fortunas del país, a los núcleos mafiosos y a los dueños de los nuevos grupos mediáticos. Con la llegada de Vladimir Putin en el año 2000, y la aparente mejora de la situación económica, el Gobierno dio una nueva vuelta de tuerca a su política centralista e inició una serie de actuaciones encaminadas a la adquisición de grandes empresas de origen estatal. Uno de sus principales focos, además del prominente sector energético, tuvo que ver con las empresas comunicativas. El nuevo presidente inició un especial seguimiento de los medios de prensa con la intención de reunirlos en torno al poder central, y obtener así un mayor éxito en la aplicación de sus políticas sobre los flujos informativos. Tras consolidar su proyecto a nivel interno, el Gobierno ruso ha diseñado un nuevo plan mediático de ámbito internacional que, entre otras cuestiones, y según sus propias declaraciones, pretende rebajar la fuerte presión informativa a la que Rusia es sometida por parte de los grandes grupos de comunicación occidentales. Corporaciones que, de un modo similar a las rusas, pero con otro tipo de poderes y directrices, también están sometidas a intereses políticos y económicos. En consecuencia, el siguiente trabajo investiga la evolución histórica de la estructura mediática en Rusia, incluidas cada una de las principales empresas comunicativas que han interactuado en ella, su contexto, la propiedad y la relación con otros sectores económicos, así como la tipología de sus contenidos y productos informativos en aquellos casos en los que se ha considerado pertinente para comprender la evolución del medio o grupo en cuestión.