Influencia del rendimiento visual y factores de accidentabilidad durante la conducción en sujetos con visión normal y con patología ocular

  1. Ortiz Peregrina, Sonia
Dirigida por:
  1. Carolina Ortiz Herrera Directora
  2. María Rosario González Anera Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 09 de septiembre de 2020

Tribunal:
  1. Luis Jiménez del Barco Presidente
  2. Jose Juan Castro Torres Secretario
  3. Aixa Alarcón Heredia Vocal
  4. Oscar Oviedo Trespalacios Vocal
  5. Laura Remón Vocal
Departamento:
  1. ÓPTICA

Tipo: Tesis

Resumen

La sociedad actual basa su sistema de transporte principalmente en el automóvil, del cual depende en gran parte nuestra calidad de vida e independencia. Los accidentes de tráfico constituyen una de las principales causas de mortalidad, siendo la principal entre los más jóvenes. La mayoría de accidentes de tráfico están causados por el factor humano, en el cual se incluyen las capacidades requeridas para conducir. Dentro de estas capacidades, son necesarias una adecuada función cognitiva, motora y sensorial. La visión es el principal mecanismo sensorial implicado en esta tarea, sirviendo como medio de entrada para casi la totalidad de la información de un entorno en constante dinamismo. Por ello, una adecuada función visual resulta imprescindible. Vivimos un envejecimiento importante de la población, por lo que en pocos años la proporción de conductores mayores aumentará considerablemente. El envejecimiento conlleva una serie de cambios fisiológicos que deterioran de forma natural la visión, haciendo al conductor mayor más vulnerable. Además, en la vejez es común padecer patologías oculares como la catarata, que pueden mermar las capacidades visuales necesarias para la conducción mientras el conductor espera a ser sometido a cirugía. Por otra parte, existen otras causas de accidentabilidad importantes, que también están relacionadas con las capacidades del conductor. Una de ellas es la distracción, que a menudo está provocada por la realización tareas secundarias. Una de las causas de distracción al volante más importantes en la actualidad es el uso del teléfono móvil, y en concreto, enviar mensajes de texto cuando conducimos. Un peor estado visual, a parte de impactar sobre la conducción, también podría hacerlo sobre esta tarea, predominantemente visual, multiplicando el riesgo asociado. La conducción bajo el efecto de las drogas es otro de los problemas a los que nos enfrentamos hoy día. La droga ilegal más consumida en nuestro entorno es el cannabis. Su consumo, además de a otras funciones, podría afectar a la función visual, suponiendo un riesgo añadido para la conducción. Por ello, el principal objetivo de esta tesis ha sido estudiar la influencia de la calidad óptica y el rendimiento visual en la capacidad para conducir cuando se consideran distintos factores de accidentabilidad como el envejecimiento del conductor, la distracción o el consumo de drogas. Para conseguir este objetivo, el trabajo de investigación ha sido dividido en varios estudios donde se analiza la influencia de la visión en la conducción en un contexto de envejecimiento y patología ocular (catarata) (Estudios 1 y 2), en un contexto de atención dividida o distracción (Estudio 3) y bajo el efecto del cannabis (Estudio 4). Por último, también se ha analizado la influencia de la distracción, de las características del entorno y del conductor, incluyendo la calidad visual, en la auto-regulación de la velocidad (Estudio 5). Los principales resultados de esta tesis doctoral fueron: 1, 2) El envejecimiento y las cataratas deterioran la capacidad para conducir de forma segura. La medida del scattering intraocular podría ser útil para detectar conductores en riesgo. 3) La distracción deteriora significativamente el rendimiento en la conducción, especialmente de los conductores de mayor edad. Los cambios fisiológicos asociados a la edad, como la disminución en la sensibilidad al contraste o el mayor nivel de straylight estaban correlacionados con un mayor número de colisiones, mayores distancias recorridas fuera del carril y una menor estabilidad en la posición lateral del vehículo. No obstante, los conductores jóvenes adoptan más conductas de riesgo al volante. 4) El consumo de cannabis altera tanto la función visual como el rendimiento en la conducción. Test visuales como la estereoagudeza, la agudeza visual y la sensibilidad al contraste están correlacionados con tareas de la conducción como el mantenimiento de la posición del vehículo en el carril. 5) Los conductores que auto-regulan su conducción reducen su velocidad en presencia de situaciones que implican mayor demanda: mientras están distraídos, en las curvas o cuando hay coches estacionados alrededor. La adaptación de la velocidad está relacionada con la edad del conductor, su experiencia en la tarea secundaria y el riesgo percibido. Sin embargo, en personas con visión normal la calidad visual no parece influir en la velocidad elegida. Nuestros resultados podrían tener una aplicación clínica inmediata, dado que hemos demostrado que estudiar determinadas funciones visuales que no se evalúan usualmente en los conductores, como las relacionadas con la medida del scattering intraocular, proporcionan información significativa sobre la capacidad de conducir de forma segura. La inclusión de estas pruebas tendría un impacto social importante, pues permitiría identificar a aquellos que no tengan las capacidades visuales necesarias para la conducción y que supongan un riesgo potencial para los usuarios de la carretera.