Las fortificaciones medievales de la Alpujarra alta desde la arqueología de la arquitectura y del paisaje
- José María Martín Civantos Zuzendaria
- Alexandra Chavarría Arnau Zuzendarikidea
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 2021(e)ko uztaila-(a)k 05
- Alexandra Chavarría Arnau Presidentea
- José María Martín Civantos Idazkaria
- Jorge Alejandro Eiroa Rodríguez Kidea
- Sophie Gilotte Kidea
- Alberto León Muñoz Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La presente tesis doctoral tiene como temática de estudio principal las fortificaciones medievales –20 en total– de la Alpujarra y su relación con el poblamiento. La Alpujarra es la cara sur de Sierra Nevada, una zona extremadamente montañosa con alturas superiores a los 3000 m en las provincias de Granada y Almería, en el sureste de España. La larga presencia, de ocho siglos, de población musulmana en esta comarca la convierte en un espacio ideal para el estudio de al-Andalus desde la perspectiva de la larga duración. Esta área fue ya estudiada arqueológicamente en los años 80 por P. Cressier, estableciendo una hipótesis para la evolución del territorio a través de la arqueología y las fuentes en base a las fortificaciones, que serían las que articularían el territorio. No obstante, esta propuesta presenta la problemática de ser demasiado estática temporalmente, sin tener en cuenta la evolución de las propias fortificaciones al no hacerse un análisis detallado de sus restos y su evolución. Así, el objetivo principal de la presente tesis es el análisis de la red de fortificaciones de la Alpujarra en relación con el poblamiento rural y el paisaje histórico de la Alpujarra, revisando la propuesta de evolución. Para ello se atenderá a los cambios en la funcionalidad de las fortificaciones, su jerarquización y los cambios en sus técnicas constructivas. Todo esto será fundamental para aportar nuevo conocimiento histórica a nivel local en la Alpujarra, pero también contribuir a la discusión general sobre al-Andalus, en especial en relación con la fortificación, el hábitat rural y las relaciones entre los sucesivos poderes centrales y las comunidades rurales. Para ello, la metodología a emplear tiene tres grandes patas, buscando una visión holística y complejo que permita obtener la mayor información posible de los restos a estudiar. Estas son la Arqueología de la Arquitectura, la Arqueología del Paisaje y las fuentes escritas. Para ello se utilizarán las nuevas tecnologías de registro gráfico –fotogrametría mediante dron– y de análisis espacial mediante Sistemas de Información Geográfica, cuyas posibilidades y limitaciones para aportar nuevos datos de utilidad para realizar nuevas interpretaciones serán testadas. La aplicación de esta metodología ha mostrado que las fortificaciones alpujarreñas tienen una larga cronología de ocupación, extendiéndose en su mayoría desde época emiral hasta inicios de la etapa nazarí. A lo largo de este período sufrirán numerosas reformas, haciéndose sus plantas más complejas y apreciándose una mayor actuación estatal en las mismas desde época taifa. Del análisis espacial se concluye que las fortificaciones no formaron parte de ninguna red defensiva coherente que buscase un control efectivo del territorio, si no que cada una de ellas estaría emplazada buscando el control visual con el poblamiento que debía proteger. Así, su ubicación sería subsidiaria frente al emplazamiento de las alquerías y los sistemas de regadío, lo que indica que las fortalezas fueron construidas en origen por los grupos locales y se mantendrían en funcionamiento largo tiempo, en buena medida por la complicada orografía alpujarreña.