Relación entre el estilo de vida y la salud ósea y cardiovascular en una cohorte de pacientes con síndrome metabólico” "association between lifestyle and bone and cardiovascular health in a cohort of metabolic syndrome patients”

  1. Riquelme Gallego, Blanca
Dirigida por:
  1. Virginia Martínez Ruíz Directora
  2. Beatriz García Fontana Directora

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2020

Tribunal:
  1. Javier Zamora Moreno Presidente/a
  2. Carmen Amezcua Prieto Secretaria
  3. Pernille Hermann Vocal
  4. Eladio Jiménez Mejías Vocal
  5. Araceli Muñoz Garach Vocal
Departamento:
  1. MEDICINA PREVENTIVA Y SALUD PÚBLICA

Tipo: Tesis

Resumen

RESUMEN Antecedentes y objetivos: El actual estilo de vida es el principal causante del incremento exponencial de la obesidad, constituyendo una epidemia a nivel global. En España, aproximadamente el 60% de la población adulta presenta sobrepeso u obesidad. De acuerdo con esta tendencia, se ha estimado un incremento del 16% de casos para el año 2030, lo cual provocaría un aumento del 58% del gasto sanitario asociado. La conexión existente entre la osteoporosis, la enfermedad cardiovascular (ECV) y la mortalidad asociada, está siendo actualmente objeto de estudio. Los factores de riesgo involucrados en la fragilidad ósea y en el riesgo cardiovascular (RCV) podrían explicar parcialmente dicha asociación. Ciertas proteínas relacionadas clásicamente con el metabolismo óseo como la osteocalcina (OC), están despertando gran interés por su influencia sobre los eventos cardiovasculares. Esta proteína involucrada en la mineralización ósea, ha mostrado su efecto sobre la regulación de la secreción y la sensibilidad insulínica. Tras su incorporación a la matriz extracelular, libera su fracción infracarboxilada (OCi) al torrente sanguíneo actuando sobre las células beta pancreáticas y los adipocitos tal y como se ha demostrado en modelos animales. Dichos hallazgos le han otorgado al hueso un nuevo rol como órgano endocrino. La confluencia de la obesidad central y otras alteraciones como la dislipemia, la hipertensión arterial (HTA) y la hiperglucemia, da lugar al diagnóstico de síndrome metabólico (SM), lo cual supone un aumento de desarrollar cualquier tipo de evento cardiovascular. La pérdida de peso promovida gracias a una dieta equilibrada junto a la práctica regular de ejercicio físico puede reducir la incidencia de SM y de diabetes tipo 2 (DM2) así como de las complicaciones cardiovasculares osteoarticulares que estas provocan. Tal es así que, una intervención para la pérdida de peso basada en la mejora de la calidad de la dieta y la práctica de ejercicio, podría mejorar la salud ósea, determinada por la microarquitectura ósea (MO) y los biomarcadores óseos que participan en la homeostasis ósea y cardiovascular, como es la osteocalcina infracarboxildada (OCi). Justificación y objetivos: A pesar de la gran bibliografía que sustenta la conexión entre el metabolismo óseo y cardiovascular y las complicaciones asociadas en población con DM2, los estudios realizados hasta la fecha sobre OCi en población con SM no son concluyentes, siendo necesarios más estudios en humanos. Por tanto, la presente tesis doctoral pretende dar respuesta a los siguientes objetivos: 1. Analizar la evolución de los factores determinantes del SM y la DM2, el RCV así como los valores séricos de OCi al inicio del estudio, a los seis y a los doce meses de seguimiento. 2. Analizar la relación entre los factores determinantes del SM y la DM2 y el RCV y los niveles séricos de OCi según la pérdida de peso, la adherencia a la dieta mediterránea (ADM) y el nivel de actividad física en la población de estudio. 3. Determinar la influencia de la dieta mediterránea y la práctica de ejercicio sobre los parámetros óseos determinados por Absorciometría dual de rayos X (DXA) y la puntuación de Trabecular bone score (TBS) en un subgrupo de mujeres de la cohorte y analizar su relación con los niveles de OCi y los parámetros del RCV. Métodos: Se llevó a cabo un estudio prospectivo de 235 pacientes diagnosticados de SM con una edad comprendida entre los 55 y 75 años (53.2% de mujeres) a los que se siguió durante 12 meses. Se recogieron datos antropométricos y se determinaron los valores bioquímicos y niveles séricos de OCi al inicio y a los 6 y 12 meses de seguimiento. El RCV fue calculado como un score global y homogéneo incluyendo los criterios diagnósticos del SM (CV-ZS). Los scores de RCV de Framingham y REGICOR fueron estimados con el fin de dar validez al nuevo score calculado. La ADM y el nivel de actividad física se recogieron mediante cuestionarios. Los parámetros óseos se determinaron a través de la densidad mineral ósea (DMO) medida por DXA y de la MO medida por TBS, así como el riesgo de fractura a los 10 años según la puntuación de FRAX a nivel basal y a los 12 meses de seguimiento en un subgrupo de mujeres procedentes de la cohorte. Se realizaron estudios de comparación con los test T student y ANOVA para el estudio descriptivo. Con el fin de analizar la asociación existente entre los niveles de OCi y el RCV se desarrollaron modelos de regresión lineal. Se realizaron análisis de regresión logística y modelos de curva ROC para analizar la utilidad de la determinación de los niveles séricos de OCi para estimar el riesgo de DM2 en nuestra población de estudio. Resultados: Tras 12 meses de seguimiento de nuestra población, nuestros resultados confirmaron la efectividad de la pérdida de peso para mejorar la salud cardiometabólica en pacientes con SM a través de la estabilización del perfil lipídico y glucídico asociados a la reducción de la obesidad central. El RCV estimado según los diferentes scores mostró una disminución significativa en toda la población. La pérdida de peso mostró una asociación con la calidad de la dieta medida según la ADM y con el nivel de actividad física de los participantes. Aquellos sujetos físicamente activos mostraron un menor RCV y mejoraron los determinantes del SM, así como los niveles de colesterol HDL-C, triglicéridos y la obesidad. Los niveles de OCi mostraron un incremento significativo, especialmente a los 6 meses de seguimiento, aunque a los 12 meses volvieron a disminuir. Las mujeres y la población sin DM2 mostraron mayores niveles de esta proteína, la cual se correlacionó negativamente con el RCV y positivamente con los niveles de HDL-C que actuaron como predictores de sus niveles séricos. La determinación de OCi se mostró como un buen estimador del RCV, ya que aquellos pacientes con unos niveles por debajo del percentil 25 mostraron un peor perfil cardiometabólico. Por otra parte, niveles séricos incrementados de OCi mostraron una asociación independiente con un mayor riesgo de desarrollar DM2 en estos pacientes. Los resultados de la salud ósea del subgrupo de mujeres estudiadas mostraron un aumento significativo de la MO a pesar de reducir su puntuación de DMO. Las pacientes diagnosticadas de DM2 obtuvieron una mayor puntuación de DMO a pesar de mostrar una puntuación de TBS significativamente menor que las mujeres sin DM2. La dieta mediterránea y el ejercicio físico mostraron una asociación con los determinantes de la salud ósea. Conclusiones: Este estudio confirma la relación entre la ADM y el ejercicio físico con la reducción del RCV y la mejora del perfil cardiometabólico, lo cual contribuye a la reversión del SM. La determinación de los niveles de OCi podría convertirse en una herramienta útil para una correcta estratificación de la población con SM en cuanto a RCV, especialmente en aquellos sujetos libres de DM2. Así mismo podría representar una estrategia preventiva para caracterizar aquellos sujetos a mayor riesgo y poder establecer las intervenciones oportunas. La OCi se postula además como estimador del riesgo de DM2 en la población con SM. Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación dirigidas a evaluar el rol que desempeña esta proteína ósea como biomarcador cardiovascular y como intervención terapéutica. Así mismo el uso de un score cardiovascular global y homogéneo como el CV-ZS podría ser constituir herramienta muy útil en la práctica clínica y en futuros estudios longitudinales.