La tesis bio-antropología de innatismo. Falacias descubiertas desde la reflexión acerca de la experiencia moral

  1. Barroso Fernández, Óscar
Revista:
Contrastes: revista internacional de filosofía

ISSN: 1136-4076 2659-921X

Año de publicación: 2014

Volumen: 19

Número: 2

Páginas: 339-355

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Contrastes: revista internacional de filosofía

Referencias bibliográficas

  • Cf. E. O. Wilson, Sociobiology: The New Synthesis, Harvard University Press, 1975.
  • Una muestra paradigmática de las aplicaciones que dicha revolutión tiene para la comprensión de la conducta humana, la encontramos en la obra de Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobiologia de la emoción y los sentimientos (Barcelona: Critica, 2005).
  • Cf. O. Barroso: «¿Cómo construir un modelo integral del ser humano desde la antropologia filosófica? A propósito de las implicaciones éticas y políticas del enfoque neurocientífico de Damasio», en J. San Martín y T. D. Moratalla (eds.), Perspectivas sobre la vida humana. Cuerpo, mente, género y persona, Madrid: Biblioteca Nueva, 2011, pp. 103-111.
  • «The Risk That Failed», New York Times, 10 de julio de 2003.
  • M. S. Gazzaniga, El cerebro ético, Barcelona: Paidós, 2006, pp. 14-15.
  • D. N. Stamos, Evolución. Los grandes temas: sexo, raza, feminismo, religión y otras cuestiones, Barcelona: Biblioteca Buridán, 2009, p. 64.
  • S. Pinker, La tabla rasa. La negación moderna de la naturaleza humana, Barcelona: Paidós, 2003, p. 173.
  • X. Zubiri, Sobre el hombre, Madrid: Alianza, 1986, p. 425.
  • Obviamente, esta tesis no constituye una gran novedad filosófica. Desde un punto de vista histórico, fue defendida paradigmáticamente por Aristóteles y Spinoza; y en el ámbito de la Antropologfa Filosófica producida en el siglo XX en España, el tema es una constante. Cito sólo a modo de ejemplos los siguientes casos: J. D. García Bacca, Antropología Filosófica Contemporánea, Barcelona: Anthropos, 1982, cap. III
  • J. Chozas, Manual de antropologia filosófica, Madrid: Rialp, 1988, p. 16
  • J. San Martín, El sentido de lafilosofia del hombre. El lugar de la antropologia filosófica en lafilosofia y la ciencia, Barcelona: Anthropos, 1988, cap. IV
  • C. Beorlegui, Antropologia filosófica. Nosotros: urdimbre solidaria y responsable, Universidad de Deusto, 1999, p. 167.
  • J. L. L. Aranguren, Ética, Madrid: Alianza, 1958, p. 88.
  • P.R. Ehrlich, Naturalezas humanas. Genes, culturas y la perspectiva humana, México: FCE, 2005, pp. 574-575. Ciertamente, la actitud de Ehrlich no es mayoritaria entre los cientificos que llevan a cabo incursiones filosóficas a propósito del innatismo. Lo habitual es que estos aún acaben cayendo en posiciones reduccionistas (agravadas en el caso de algunos divulgadores; piénsese, por ejemplo, en la abundante literatura producida por Eduard Punset). Pero el error reduccionista de algunos (o de muchos) no quita un ápice de valor a la tesis innatista.
  • M. S. Gazzaniga, El cerebro ético, Op. cit., pp. 169-170.
  • http://moral.wjh.harvard.edu/v2/Spanish/index.html
  • Cf. J. Rachels, The Elements of Moral Philosophy, Nueva York: McGraw-Hill, 2003.
  • Son muchas las criticas que pueden ser lanzadas contra el concepto de racionalidad moral que habitualmente manejan estos científicos. Partiendo del reduccionismo con que los neuroéticos suelen tratar la racionalidad moral, Adela Cortina ha desarrollado una critica filo-sófica en base a una conception multidimensional de lo que significa la vida moral y que, en parte, se hace cargo de lo que yo mantengo en este trabajo. Cf. A. Cortina, «Neuroética: ¿Las bases cerebrales de una ética universal con relevancia politica?», Isegoría: Revista de Filosofia Moral y Politica, 42 (2010), 129-148.
  • Aqui solo puedo mostrar la posición de Zubiri al respecto en sus lineas maestras. Para un tratamiento màs riguroso de la cuestión véase: O. Barroso, «La experiencia moral: una ética sin verdades absolutas», www.youtube.com/watch?v=hvjVn-9oPjw.
  • El problema de estos autores es que han desterrado completamente del ámbito de la moral el asunto de los ideales de realización; como muestra el hecho de que para Gazzaniga la diferencia entre «moral animal» y humana resida «en la mayor diversidad y complejidad de las emociones morales que tenemos los humanos [⋯] y en las conductas a las que estas emociones contribuyen». M. S. Gazzaniga, ¿Què nos hace humanos? La explicatión cientifica de nuestra singularidad como especie, Barcelona: Paidós, 2010, p. 167.
  • Aunque aún no ha tenido repercusiones en la forma en que desde el ámbito de las ciencias biológicas se entienden los asuntos morales, J. Schwartz, P. Gaito y D. Lennick («That's the Way We (Used to) Do Things Around Here», Strategy + Business, 62 (2011) (http://www.strategy-business.com/issue62-spring2011)), han analizado cómo los hábites y las rutinas instalados en las neuronas pueden ser modificados gracias a la plasticidad neuronal, y han descubierto la importancia que el lenguaje, la verbalización, tiene en este proceso. Pensamos que sus resultados, aplicados en su caso al ámbito de la productividad económica, pueden tener un gran recorrido en su aplicación a los hábites morales.
  • M. S. Gazzaniga, ¿Qué nos hace humanos?, éd. cit., p. 260.
  • En lo que sigue voy a hacer uso de algunas ideas que he tratado con más detenimiento en «Persona, religación y realidad moral. Los conceptos éticos a la luz de la filosofía de Zubiri», Pensamiento, 246 (2009), pp. 781-807.
  • X. Zubiri, Sobre el sentimiento y la volición, Madrid: Alianza, 1992, p. 70.
  • X. Zubiri, Sobre el hombre, ed. cit., pp. 143-144.
  • X. Zubiri, Sobre el sentimiento y la volición, ed. cit., p. 78.
  • Cf. I. Hoyos, Naturalismo y pasión en la filosofía de Spinoza. Las fuentes antiguas de la teoria spinozista de las pasiones, Granada, 2011 (Tesis Doctoral).