La Cordillera Bética, un orógeno desmembrado extensionalmente y sin raíz orogénica en sus zonas internas¿Qué empuja a Sierra Nevada a mantenerse por encima de los 3000 m de altitud?

  1. J.M. Azañón 1
  2. G. Booth-Rea 1
  3. J.V. Pérez- Peña 1
  4. J. Morales 2
  5. D. Stich 2
  6. F.L. Mancilla 2
  7. J.P. Galve 1
  8. F.J. Roldán 3
  9. J. Rodríguez-Fernández 4
  1. 1 Universidad de Granada
    info

    Universidad de Granada

    Granada, España

    ROR https://ror.org/04njjy449

  2. 2 Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, Universidad de Granada
  3. 3 Instituto Geológico y Minero de España
    info

    Instituto Geológico y Minero de España

    Madrid, España

    ROR https://ror.org/04cadha73

  4. 4 Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, CSIC-UGR
Revista:
Geotemas (Madrid)

ISSN: 1576-5172

Año de publicación: 2016

Título del ejemplar: IX CONGRESO GEOLÓGICO DE ESPAÑA

Número: 16

Páginas: 543-546

Tipo: Artículo

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Resumen

Sierra Nevada contiene las mayores altitudes de la Península Ibérica y en ella afloran los dominios estructuralmente más bajos de las Zonas Internas de la Cordillera Bética. Esta cadena montañosa se ha estado elevando durante los últimos 8 millones de años con tasas promedio de 400 m/Ma. Los datos de carácter morfométrico revelan que en la actualidad sigue elevándose, en especial el sector más occidental. Sin embargo, los nuevos datos geofísicos que muestran la estructura litósferica de este sector de la Cordillera Bética reflejan que Sierra Nevada no tiene raíz cortical como sería de esperar en la zona interna de un orógeno activo. La ausencia de una raíz cortical plantea una paradoja, ya que el levantamiento activo se ha mantenido durante el Plio-Pleistoceno. En este trabajo se conjugan datos del relieve y datos de grosor de la corteza y de la litosfera procedentes del análisis de funciones receptoras para calcular la topografía residual de la Cordillera Bética. Se plantea por primera vez la existencia de una topografía dinámica inducida por los efectos del hundimiento de la litosfera ibérica y el flujo mantélico asociado. Así mismo, se presenta la geometría de estas anomalías que están fuertemente condicionadas por el adelgazamiento cortical según la dirección NNW-SSE, perpendicularmente a la extensión activa, y constatable mediante desplazamientos medidos en estaciones GPS, en el orógeno bético. Esta extensión desmiembra los dominios corticales tanto en las zonas internas como en el margen subibérico implicado en la colisión.