Ansiedad, estrategias de afrontamiento e impulsividad en el consumo de alcohol adolescente

  1. Corbí Gran, Beatriz
Dirigida por:
  1. Adolfo Sánchez Burón Director/a

Universidad de defensa: Universidad Camilo José Cela

Fecha de defensa: 07 de junio de 2011

Tribunal:
  1. Juan José Miguel Tobal Presidente/a
  2. Marta M.ª Redondo Delgado Secretario/a
  3. Jorge Barraca Mairal Vocal
  4. Eduardo José Pedrero Pérez Vocal
  5. Gualberto Buela Casal Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 309616 DIALNET

Resumen

TESIS DOCTORAL: ANSIEDAD, ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO E IMPULSIVIDAD EN EL CONSUMO DE ALCOHOL ADOLESCENTE Dra. Beatriz Corbí Gran Los adolescentes, son tal como son, en parte, por el momento que le has tocado vivir (Elzo, 2009). Habitualmente tendemos a hacer comparaciones entre las décadas pasadas y la actual sin percatarnos que la sociedad de antaño era bien distinta a la que hoy viven nuestros adolescentes. Aun así, la adolescencia sigue siendo la etapa de tránsito entre la infancia y la adultez. Una etapa de cambios que conlleva dificultades, contradicciones, donde el adolescente busca su independencia, sentido de pertenencia y su identidad (Becoña y Calafat, 2006). No podemos negar que en las sociedades occidentales esta etapa se va extendiendo cada vez más (Álvarez, Palacios y Fuertes, 1999). La adolescencia en sí, conlleva riesgos. Por tanto, a la hora de trabajar con ellos, y más aún dentro del ámbito de las drogodependencias, no deberíamos obviar este hecho. Sobre todo si hacemos referencia al alcohol, una droga extendida en la sociedad y con una aceptación destacable. A este respecto es importante señalar que a pesar de que el consumo de bebidas alcohólicas pueda ser una conducta de riesgo y ésta, a su vez, desencadenar más conductas de riesgo como accidentes de tráfico, embarazos no deseados, violencia, etc., no existe un rechazo global. Especialmente porque los adultos son los que han transmitido dicha normalidad. Aunque este hecho sea un peligro para la salud y las posibles actitudes de los adolescentes respecto al alcohol. Es importante señalar que la experimentación es intrínseca al desarrollo que ha de efectuar el menor. Una de las posibles experimentaciones más al alcance de nuestros adolescentes es la de contacto con el alcohol. El fenómeno del botellón o el consumo de alcohol entre adolescentes, podemos entenderlo como un rito de transición hacia la madurez, como un símbolo representativo de esta etapa o como un proceso de socialización entre sus iguales. Estos y otros muchos aspectos (las expectativas hacia el alcohol, facilidad de adquisición, etc.), son los que les llevan a experimentar, a la mayoría con el alcohol. Este tipo de contacto puede ser transitorio o por el contrario volverse un consumo prolongado y problemático. Por ello que la adolescencia conlleve riesgos y muchos de ellos les ayuden a su desarrollo no implica que no limitemos o prevengamos dichos factores para el bien de su salud. Debemos ser conscientes de que la adolescencia, es considerada como una etapa del desarrollo que se caracteriza por sus continuos cambios. Unos cambios que pueden llegar a ocasionar estrés (González, Montoya, Casullo y Bernabéu, 2002). Esas exigencias psicosociales, a las que se debe enfrentar el adolescente, pueden llegar a repercutir en el proceso psicológico. Es en este momento cuando resulta interesante analizar la importancia de las emociones y los recursos que el individuo tiene para desenvolverse con ellas. A la luz de la evidencia empírica, como señalaremos en diferentes investigaciones, la ansiedad y la impulsividad pueden ser factores claves en la adolescencia. Estos factores más las estrategias de afrontamiento utilizadas por los adolescentes pueden guardar una relación con el consumo de alcohol. Por ello la presente tesis doctoral, Ansiedad, estrategias de afrontamiento e impulsividad en el consumo de alcohol adolescente, tiene como objetivo principal ver el papel que estos tres factores (impulsividad, afrontamiento y ansiedad) desempeñan en el consumo de alcohol adolescente. La tesis doctoral se ha estructurado en dos partes: una primera parte teórica, donde desarrollaremos ampliamente cada variable de la investigación. Y una segunda parte empírica, donde podremos encontrar los datos obtenidos, pudiendo así establecer unas conclusiones generales. A 7 de junio de 2011, Madrid.