Goethe y la arquitectura. La dialéctica de la autonomía entre el clasicismo y la modernidad
- Rubio Garrido, Alberto
- Juan Antonio Calatrava Escobar Co-director
- Joan Calduch Cervera Co-director
Universidade de defensa: Universidad Politécnica de Madrid
Fecha de defensa: 14 de abril de 2021
Tipo: Tese
Resumo
El interés de Johann Wolfgang Goethe por la arquitectura se remonta a su juventud. Pero fue, en especial, durante su viaje a Italia (1786-1788) cuando se volcó en la arquitectura con una renovada dedicación. Bajo un prisma marcadamente clasicista, Goethe estudió los principales tratados y escritos (Vitruvio, Palladio, Winckelmann,…), así como aprendió y ejercitó el dibujo arquitectónico y la perspectiva, algo que se prolongó durante los años posteriores a su regreso. Por aquel entonces, su responsabilidad en los proyectos y obras oficiales en Weimar supusieron un estímulo añadido a su atención por cuestiones no sólo conceptuales o teóricas sino también por sus implicaciones en la práctica concreta de la construcción. En lo que al discurso autonomicista se refiere, Goethe mantuvo tanto en su producción teórica como práctica una ambigua distancia. Diríase incluso que nunca se adentró con decisión en la polémica, de tan relevantes frutos entre sus contemporáneos. Por una parte, Goethe asumió el dictum kantiano de la “finalidad sin fin” del arte y la prelación de la utilidad en la arquitectura. Por otra, con Schiller, otorgaba al arte en general un papel soberanista en la sociedad, incitándolo a “regir la época”. Ambas posturas no podían, evidentemente, asumirse en su simultaneidad sin fricciones. En este contexto, la arquitectura en general, y muy especialmente la arquitectura construida, cobra un especial protagonismo. Sus requerimientos materiales (véase técnicas constructivas, usos de materiales de construcción…), su inserción en la tradición y las costumbres o la combinación entre su carácter útil con el artístico permitieron a Goethe adentrarse en una interpretación del autonomicismo que le liberaba de las contradicciones internas a las que le impelía la irreconciliable combinación del discurso autónomo aislacionista o el comprometido. Todo ello precipitó en su aportación más significativa en el terreno de la arquitectura, su inconcluso Baukunst (1795), paradójicamente el producto más sofisticado de su aproximación al clasicismo. El presente trabajo consta de dos apartados. En primer lugar se contextualizan los desafíos que trajo consigo para la arquitectura la irrupción de la autonomía. En segundo lugar se extrae un posicionamiento de Goethe en aquel periodo respecto de la arquitectura, para lo cual se recurrirá puntualmente a aportaciones suyas, tanto en el ámbito teórico como en el práctico. El objetivo último recae en dilucidar en qué medida el choque entre el clasicismo y la modernidad a caballo del XVIII y XIX puede aportar luz sobre la cuestión de la autonomía en la arquitectura. Visto así, la obra arquitectónica de Goethe se muestra como un claro síntoma del desafío que supuso para la arquitectura la irrupción de la modernidad, y muy particularmente la autonomía, y anuncia una tensión que difícilmente puede evitarse sin cesiones.