Relación entre la osteoporosis y la pérdida ósea marginal en implantes osteointegradosEstudio retrospectivo a dos años
- Alonso-Domínguez, Ana M.
- José Ramón Corcuera Flores Doktorvater/Doktormutter
- Guillermo Machuca Portillo Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 10 von Juni von 2016
- Maximino González Jaranay Präsident/in
- Daniel Torres Lagares Sekretär/in
- E. Torres Carranza Vocal
- Gerardo Moreu Burgos Vocal
- María Carmen Machuca Portillo Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
Sabemos que la osteoporosis es una enfermedad sistémica que se suele dar en pacientes con baja densidad mineral ósea. La periimplantitis es una enfermedad que se da en los tejidos de alrededor de los implantes dentales, provocando inicialmente una inflamación y posteriormente pérdida (parcial o total) del hueso de soporte del implante. El MCI es un índice radiomorfométrico, que se halla mediante la ortopantomografía y según varios estudios es un indicador fiable del grado de osteoporosis y osteopenia56-58,63-73 de un paciente, incluso sin llegar a ser un instrumento intencionalmente reconocido de diagnóstico de osteoporosis. La relación entre la osteoporosis y la enfermedad periodontal (pérdida de los tejidos de soporte del diente) sí ha sido estudiada en la literatura 65,70,76,81-89,91-95 existiendo controversia acerca de la relación entre ambas enfermedades. A su vez también ha sido estudiado de manera más limitada la relación entre la osteoporosis y el fracaso implantológico, siendo aceptado que la osteoporosis no constituye un factor de riesgo para el fracaso implantológico. Pero para nuestro conocimiento hay pocos estudios que comparan la osteoporosis con la periimplantitis sin llegar a una conclusión determinante. Por ello, utilizando el MCI como indicador de la osteoporosis (ampliamente probado), vamos a comprobar si existe relación entre la periimplantitis y el MCI para valorar si el presentar el máximo grado de MCI (C3, ampliamente relacionado con la osteoporosis) supone un factor de riesgo a la hora de desarrollar una periimplantitis.