Deontología profesional como micro-contrato social"concepto moral denso y asociación"

  1. Pedro Francés Gómez 1
  1. 1 Universidad de Granada
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    Universidad de Granada

    Granada, España

    ROR https://ror.org/04njjy449

Libro:
Marketing y comunicación en ética empresarial. XXIX edición del Congreso EBEN España: libro de actas
  1. Abel Monfort de Bedoya (coord.)
  2. Susana Fernández Lores (coord.)

Editorial: Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing, ESIC

ISBN: 9788418944796

Año de publicación: 2022

Congreso: EBEN (29. 2022. Madrid)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Esta comunicación toma como punto de partida, por un lado, el reciente artículo de César G.-Cantón publicado en Philosophy of Management (https://doi.org/10.1007/s40926-021-00192-y) “The Separation Thesis Weighs Heavily on Integrative Social Contracts Theory: A Comprehensive Critique”; por otro la tesis que he defendido también recientemente en “A Liberal.Egalitarian Legitimacy Principle for the Firm” (Luise L. Langergaard (ed.) New Economies for Sustainability – Ethical Economy Series (59) https://doi.org/10.1007/978-3-030-81743-5_10. La tesis de González Cantón es que en la teoría de Donaldson y Dunfee tiene carencias insuperables debido a su adhesión a la llamada “Tesis de la separación” según la cual es posible ofrecer una descripción neutra o no-moral de las acciones y situaciones empresariales/económicas. La tesis de la separación parece responder al funcionamiento habitual de las deliberaciones éticas en el mundo económico. Sin embargo, cuando se asume en teoría moral aplicada –al intento de fundamentar racionalmente un juicio moral sobre una acción o decisión empresarial en este caso– el resultado es que la teoría moral queda tan desconectada de la situaciones en que debería ser aplicada que, de hecho, es incapaz de ofrecer juicios ciertos sobre muchas de estas situaciones. González Cantón señala, mediante ejemplos que ilustran bien su tesis, y argumentos sólidos, que la única solución es aceptar que la descripción de la mayor parte de situaciones y dilemas prácticos ya incorporan una normatividad o una valoración cuya percepción es asumida de hecho por las partes. Por mi parte, defiendo que la ética empresarial gana poco confundiendo las asociaciones de interés mutuo que son las empresas con comunidades de sentido. Si deseamos que la ética empresarial sea un ejercicio de reflexión útil, y no un conjunto de programas ideales o literatura inspiracional poco efectiva, más nos vale asumir como punto de partida cierto escepticismo. El modo contemporáneo de reconstruir la moralidad desde el escepticismo se ha denominado “constructivismo” –y más recientemente, “ficcionalismo”, pero no exploraré esa vía. En ese sentido, una ética empresarial constructivista puede adoptar la forma de un principio de legitimidad que asuma visiones del bien no necesariamente compatibles y acepte que sus metas se reducen a establecer mecanismos de distribución justa de derechos, deberes, y obligaciones; incluyendo no sólo la distribución de recursos y poder (al definir una estructura jerárquica y mecanismos contractuales de compensación) sino también de reconocimiento, respeto y las bases de la auto-estima personal. El enfoque constructivista se centra en la noción de legitimidad. El objetivo de la ética pública –y la ética empresarial es pública, o colectiva– no es realizar el bien sino asegurar una definición de derechos y libertades, y una estructura distributiva de beneficios, tal que todos los participantes, si son racionales y razonables, puedan aceptarla. La cuestión que quiero discutir es si un enfoque constructivista al nivel de la firma –que se diferencia de la ISCT de Donaldson y Dunfee– sería susceptible de la misma crítica de González Cantón. Esa discusión se basa en analizar hasta qué punto el argumento constructivista puede ser acusado de aceptar la tesis de la separación. Si esto fuera así, una posible solución, compatible con las premisas individualistas liberales del enfoque constructivista, consistiría en resaltar el papel de las deontologías profesionales en el marco de la empresa, como fuentes de un tipo de conceptos morales densos, procedentes de una socialización secundaria específica, la formación profesional.