Oseointegración de implantes de titanio con diferentes superficies topográficas en un modelo animal

  1. Blanco López, Pedro Pablo
Dirigida por:
  1. Loreto Monsalve-Guil Director/a
  2. Eugenio Velasco Ortega Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 04 de junio de 2018

Tribunal:
  1. Juan José Segura Egea Presidente/a
  2. María Carmen Machuca Portillo Secretario/a
  3. Maximino González Jaranay Vocal
  4. Gerardo Moreu Burgos Vocal
  5. José López López Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 573058 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

La implantología oral ha revolucionado la práctica clínica odontológica demostrando que la rehabilitación oral de los pacientes con pérdidas dentales unitarias, múltiples o totales con implantes dentales es un tratamiento predecible y con una elevada tasa de éxito. En este sentido, los resultados favorables a largo plazo de los tratamientos implantológicos orales están relacionado con el desarrollo del fenómeno de la oseointegración y de una buena reacción de los tejidos periimplantarios. La investigación experimental y la experiencia clínica en implantología oral ha originado el desarrollo de diferentes superficies de implantes que mejoran los fenómenos biológicos de la oseointegración y favorecen los resultados clínicos de los implantes en el tratamiento de los pacientes con diversos grados de pérdidas dentales. La superficie de los implantes constituye un aspecto importante de la implantología oral porque sus características físicas y químicas pueden influir en el desarrollo de una mejor respuesta tisular del huésped a los implantes. En este sentido, la energía, carga y composición de la superficie de los implantes han sido modificadas con el objetivo de mejorar la interfase hueso-implante. De hecho, desde hace más de 25 años, se acepta que la superficie de los implantes constituye uno de los factores que influyen en la cicatrización tisular del lecho implantario y como consecuencia en el fenómeno de la oseointegración. Los implantes oseointegrados están disponibles con múltiples superficies desde unas relativamente lisas o mecanizadas hasta unas superficies rugosas desarrolladas por aposición de plasma de titanio (TPS, titanium plasma spray) o hidroxiapatita, chorreado de arena (sandblasted), grabado ácido (acid-etched surface), láser o por la combinación de varios tratamientos. La importancia de la superficie de los implantes dentales puede radicar en la respuesta biológica in vitro (estudios de laboratorio con cultivos celulares), in vivo (estudios con animales de experimentación), y finalmente su aplicación clínica como raíces dentales artificiales en pacientes para la rehabilitación prostodóncica en el tratamiento del edentulismo unitario, múltiple o total. La investigación actual sobre las superficies de los implantes, especialmente, los estudios en animales de experimentación permiten conocer más los fenómenos biológicos relacionados con la oseointegración, como respuesta a los diferentes tratamientos de superficies, por lo que el obejtivo de este estudio doctoral es la valoración del grado de contacto hueso-implante, mediante estudios de histología e histomorfometría, de diversas superficies de implantes en animales de experimentación. Los implantes dentales que fueron evaluados estaban fabricados de titanio grado 4. Los implantes testados fueron implantes del modelo IPX ®, con un diámetro de plataforma de 3,5 mm, un diámetro del implante de 3,5 mm y una longitud de 10 mm. El implante de control elegido fue un implante del modelo Bone Level ®, con un diámetro de plataforma de 4,1 mm, un diámetro del implante de 4 mm y una longitud de 10 mm. Los implantes testados eran de superficie mecanizada y posteriormente tratada con un arenado de óxido de aluminio y un grabado ácido posterior con ácido nítrico. Los implantes control eran de superficie mecanizada y posteriormente tratada SLA ® con un arenado y grabado ácido. En todos los conejos Nueva Zelanda se insertaron un implante en cada fémur distal. En total se colocaron 20 implantes en 10 animales, dos implantes por animal. Para evitar errores por el lado de implantación fueron colocados 5 implantes en fémures izquierdos y 5 en derechos de cada uno de los tipos. El periodo de ensayo utilizado fue de 12 semanas. Las muestras obtenidas fueron fotografiadas digitalmente a distintos aumentos utilizando estéreomicroscopio y microscopio óptico. Posteriormente fueron analizadas y medidas las imágenes utilizando un programa de análisis de imagen. Se midió utilizando imágenes de todo el contorno de los implantes a 40 aumentos, considerando el porcentaje de contacto con hueso-implante o BIC (bone-implant contact) como el porcentaje de superficie del implante que tenía contacto directo con el hueso en relación a la superficie total del implante en su porción endoósea. El Comité Ético de Experimentación de la Universidad de Santiago de Compostela examinó el proyecto de investigación y autorizó su realización ya que cumplía los requisitos exigidos para experimentación animal según las normativas vigentes en España y la Unión Europea. Los dos tipos de implantes consiguieron oseointegrarse de forma satisfactoria. Los tejidos respondieron de forma adecuada a la implantación de los dos tipos de implantes. Las características macroscópicas eran similares, en relación a su geometría y diseño roscado, presentando una respuesta biológica semejante lo que se correspondía con el porcentaje de contacto hueso-implante. A nivel micróscopico, los hallazgos fueron muy favorables. De hecho, no existieron casi alteraciones morfológicas en el tejido óseo y la histomorfometría demostró un excelente contacto hueso-implante entre la superficie de los implantes y el tejido óseo de los animales. El porcentaje hueso-implante (BIC) medio fué de 66,57% ±10,51% en el grupo de implantes testados con un rango de 48,68% y 78,37%. En los implantes con superficie control el porcentaje de contacto hueso-implante medio fué 66,43% ±10,89% con un rango entre 47,62% y 83,46%. Las conclusiones del estudio doctoral indicaron que la mayoría de las muestras ensayadas presentaron una anatomía normal con una favorable respuesta ósea alrededor de los implantes ensayados. Las superficies ensayadas demostraron su biocompatibilidad y presentaron un grado favorable de oseointegración. El proceso de arenado con alúmina y grabado con ácidos favorece la oseointegración consiguiendo un contacto hueso-implante elevado.