La autonomía del arte como problemática común a la academia y al arte moderno. De la imposición de la norma a la imposición de la libertad.

  1. Fernández Giraldo, Alejandro
Dirigida por:
  1. Lino Manuel Cabezas Gelabert Director/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 04 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. J.M. Martí Font Presidente/a
  2. Bibiana Crespo Secretario/a
  3. Leopoldo La Rubia de Prado Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 416318 DIALNET

Resumen

En el estudio de la historia y desarrollo de las academias de arte y en el de su relación con la modernidad estética y sus diferentes tendencias, la mayoría de los autores ha centrado su análisis en dos ejes fundamentales: uno, el de las diferencias ideológicas entre el academicismo y la modernidad, y otro, el del difícil encaje de la práctica académica en las propuestas dominantes en el ámbito del arte moderno. Sin perder de vista ambos ejes, el estudio analiza desde una perspectiva histórica una tercera faceta que sólo se ha tocado tangencialmente frente a las dos previas: la relativa al peso que la academia y algunas de las teorías asociadas a ella han tenido en la configuración de diversas características del arte moderno, hasta tal punto que éste, desde sus orígenes en el Romanticismo hasta las tendencias contemporáneas, no podría entenderse en su totalidad sin su precedente. Para elevar la práctica artística al ámbito de las profesiones liberales los teóricos académicos tuvieron que valerse de criterios y argumentos que con los debidos matices se incorporarían al corpus teórico de los románticos, las vanguardias o a la modernidad tardía. Por otro lado, al superar el modelo gremial, en el que toda la actividad artística y el trato con el cliente estaban regulados por los propios artistas-artesanos, la academia potenciaría la incorporación al mundo del arte de toda una serie de mediadores que irían desde el funcionario al servicio del estado, hasta lo que más adelante, y ya fuera de su ámbito, serían los galeristas, críticos y demás promotores mediáticos. Esta situación, en la que a nivel corporativo el artista perdía el monopolio en la gestión de su oficio y entraba a depender de mediadores, no impediría la consolidación de una serie de teorías acerca de la autonomía del Arte, bien por depender éste de principios normativos universales y ajenos a todo desarrollo histórico, bien por hacerlo de la libre voluntad del artista, igualmente ajena a dicho desarrollo. Ahora bien, mientras en la academia la imposición de unas normas fue explícita en sus programas, en el arte moderno dicha imposición se ha producido de manera encubierta, infiltrándose incluso en el ámbito docente en lo que se ha dado en llamar “currículum oculto”. En ambos casos, se plantea también como cada sujeto de estudio ha adoptado usos y esquemas de funcionamiento que tradicionalmente se han considerado propios de su antagonista, demostrando así que paralelamente a la controversia entre la academia y el arte moderno, se han desarrollado también vínculos de influencia e interdependencia a los que hasta la fecha se ha prestado una atención sólo marginal.