La problemática energética como contexto de enseñanza-aprendizajeuna experiencia con profesorado de Ciencias en formación inicial

Resumen

Si reflexionamos sobre los rasgos de la nueva sociedad y reflexionamos sobre su magnitud y la rapidez con la que los cambios se van produciendo, no nos sorprenderemos al comprobar que numerosos aspectos, poco presentes en la educación más tradicional, sean para la educación actual objetivos de primera fila. Según Garritz (2009), la necesidad de esta reflexión se hace más evidente y pronunciada en la educación científica y tecnológica y en lo que se espera de ella, si lo que queremos es una ciudadanía bien formada con capacidades para la toma de deciciones y la participación. En este sentido, un aspecto de gran actualidad e importancia es el que se refiere al enfoque de enseñanza apoyado en aspectos socio-científicos (Zeidler, Sadler, Simmons y Howes, 2005). En ellos, cobra un protagonismo central la toma de decisiones informada, la capacidad de analizar, sintetizar y evaluar información, el razonamiento moral y los aspectos éticos. Estas demandas y propuestas configuran el terreno en el que se ubica esta investigación, la cual arranca de la preocupación que, como formadoras de profesorado de ciencias, tenemos por conocer como estas nuevas demandas educativas son afrontadas por dos de los grandes receptores e intérpretes de la enseñanza: 1) los libros de texto y 2) el profesorado de ciencias en formación inicial. Los primeros se presentan, en muchos casos, como el recurso fundamental y única fuente de información para profesorado y alumnado, y algunas investigaciones, como las de Garcia-Carmona (2008) o de Pro y de Pro (2011), apuntan la distancia en sus planteamientos de las nuevas recomendaciones de la enseñanza de las ciencias. Basándonos en estas premisas, y centrándonos en un problema socio-científico de máxima actualidad como es el de la energía, hemos analizado la presencia que, en una muestra de 36 libros de texto de ciencias de las asignaturas de Ciencias de la Naturaleza de 1º y 2, y de Física y Química de 3º y 4º, de la Educación Secundaria Obligatoria, tienen los aspectos más relacionados con la problemática enérgetica en el mundo actual, el protagonismo se da a la controversia, y el grado de presencia del enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA). En cuanto al profesorado de ciencias en formación, numerosos autores (Salinas, Cudmani y Jaén, 1995; Solís y Porlán, 2003; Porlán y Martín del Pozo, 2004) han dado cuenta de la enorme influencia que las creencias del profesorado tienen en sus percepciones, sus juicios y sus comportamientos en el aula. Esta influencia justifica la necesidad de identificarlas, reflexionar sobre ellas y tratar de orientar nuestra práctica de la manera más adecuada para hacerlas evolucionar en la dirección pertinente. Bajo estas consideraciones, nos hemos planteado conocer la disposición que muestra un grupo de 29 profesores de ciencias en formación inicial ante una serie de aspectos sobre lo que debe ser el conocimiento del profesorado en torno a la enseñanza y aprendizaje de la problemática energética. Estos aspectos han sido: 1) La enseñanza de las ciencias en la actualidad; 2) Propuestas curriculares; 3) Contenidos a enseñar; 4) Papel del profesorado; 5) Metodología en la enseñanza; y 6) Contenido de los libros de texto. Esta parte del estudio se llevó a cabo en el contexto del ¿Máster Universitario de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas¿ de la Universidad de Málaga. El esquema seguido partió del diseño de un cuestionario, que se utilizó para el diagnóstico de creencias en el momento inicial y final. A partir de los resultados de la aplicación del mismo en el punto de partida, se llevó a cabo el diseño de una serie de actividades que conformaron la intervenciones en el aula destinadas a ofrecer oportunidades para reflexionar, tanto individualmente como en pequeño y gran grupo, sobre los 6 aspectos citados. El objetivo fue tratar de llevar sus creencias a terrenos más actuales y acordes con las nuevas demandas educativas. Los resultados ponen de manifiesto cuáles han sido las creencias que han evolucionado de manera más positiva, y cuáles son las que presentan mayores dificultades para el cambio.