Utopía, márgenesapuntes de arquitectura en la alpujarra

  1. Ortiz Moreno, Eduardo
Dirigida por:
  1. Juan Miguel Hernández de León Director/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 05 de julio de 2005

Tribunal:
  1. Guillermo Cabeza Arnaiz Presidente/a
  2. Gabriel Ruiz Cabrero Secretario/a
  3. Joaquín Casado de Amezúa Vázquez Vocal
  4. Juan Antonio Calatrava Escobar Vocal
  5. Alberto Campo Baeza Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 127924 DIALNET

Resumen

La Alpujarra ha venido manteniendo características propias al margen de la diversidad de condicionantes que la Historia le haya servido. Características propias -no estáticas- que afloran siempre, frente a las dominantes en el entorno en cada momento y a los intentos de imposición de éstas, traídas por un permanente impulso local de "marginalidad activa". El Medio, la organización societaria y la arquitectura concurrentes en este fenómeno permite identificarlo como una plasmación de los valores de Utopía. Ciertamente, la coincidencia temporal entre la conquista de este territorio (último de la Península Ibérica con un Reino islámico) y las guerras que lo mantuvieron en primer plano todo el siglo XVI, con el nacimiento y auge de lo utópico en una Europa con preeminencia española en muchos campos, debió hacer posible la influencia. Desde luego, los contactos del creador de Utopía, Tomás Moro, con Erasmo, Juan de Valdés y a la postre, entre éstos y otros humanistas europeos, muchos españoles, coetáneos y contemporáneos y partícipes del movimiento, están sobradamente documentados. Notoria es, también la admiración que La Alpujarra despertó en aquel momento o la singular generosidad de la letra de las Capitulaciones que otorgaron los Reyes Católicos, dibujando en Granada una suerte de Reino "sincrético-utópico" al que los alpujarreños se adhirieron de grado, como también consta documentalmente. Éstas y otras circunstancias históricas históricas, geográficas o culturales, se apuntan aquí en pro de la verosimilitud del carácterde "fuente" que La Alpujarra pudo tener en lo utópico y, también, de la pervivencia en Granada de los afanes sincréticos que entonces se despertaran. El seguimiento del asunto por esas vías, se percibe del mayor interés- y hasta con el final próximo y feliz- pero el camino que hemos de seguir aquí en la búsqueda de concordancias con Utopía es el de su Arquitectura. Y