Patronazgo y gestión artística en la Sevilla barroca: el canónigo Alonso Ramírez de Arellano

  1. Romero Torres, José Luis
Dirigida por:
  1. Alfredo José Morales Martínez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 19 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Rafael Jesús López-Guzmán Guzmán Presidente
  2. José Roda Peña Secretario/a
  3. Cristóbal Belda Navarro Vocal
  4. Enrique Valdivieso González Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 395623 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Nuestro estudio gira en torno a la figura del canónigo don Alonso Ramírez de Arellano, que ostentó el cargo de arcediano de Sevilla y durante nueve años otros dos cargos, el deanato y la mayordomía, en la catedral metropolitana de Sevilla, con lo que pudo controlar el desarrollo de esta institución eclesiástica. Por su actividad particular e institucional, se vinculó a los principales artistas sevillanos de mediados del siglo XVII, protagonista del esplendor barroco de Sevilla. Hemos agrupado las iniciativas, que desarrolló este sacerdote, en dos actividades importantes con respecto al fomento artístico: una particular como patrono de la capilla funeraria que su familia poseía en la iglesia parroquial de San Bartolomé de Sevilla; y otra institucional en la catedral, donde era arcediano de Sevilla y en la que desempeñó temporalmente los cargos de deán y mayordomo de fábrica. En ese tiempo consiguió terminar la construcción de la iglesia del Sagrario de Sevilla y redecorar varias capillas de la catedral con la participación de los principales artistas activos en la ciudad: Bartolomé Esteban Murillo, Francisco Herrera el Mozo, Juan de Valdés Leal, José de Arce, Francisco Dionisio de Ribas, Alonso Martínez, Hermanos Borja, Pedro Roldán, Bernardo Simón de Pineda, Juan Gómez Couto, etc. Fue el primer promotor o gestor artístico que consiguió aunar en unos pocos años a diversos artistas y artesanos: aparejadores, arquitectos, canteros, carpinteros, ceramistas-azulejeros, doradores, ensambladores, escultores, herreros, pintores, plateros, tallistas, vidrieros, etc. Esta unión de artistas en la catedral coincide con la creación de la Escuela de Dibujo de Murillo y Herrera, cuyo origen no ha sido valorado en el contexto de la realidad histórica y artística que hizo posible el arcediano de Sevilla don Alonso Ramírez de Arellano entre 1655-1663.