Los registros emocionales del humor

  1. Alejandro Romero Reche 1
  1. 1 Departamento de Sociología. Universidad de Granada
Libro:
Crisis y cambio. Propuestas desde la Sociología: actas del XI Congreso Español de Sociología. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. 10-12 de julio de 2013
  1. Heriberto Cairo (coord.)
  2. Lucila Finkel (coord.)

Editorial: Universidad Complutense de Madrid

ISBN: 978-84-697-0169-0

Año de publicación: 2014

Título del volumen: Adenda

Volumen: 4

Páginas: 1312-1318

Congreso: Congreso Español de Sociología (11. 2013. Madrid)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Las situaciones humorísticas de la vida cotidiana están asociadas a diversos registros emocionales que, por un lado, las condicionan como componentes implícitos o explícitos de la definición de la situación y, por otro, se ven afectados por el desarrollo de dichas situaciones. Este trabajo propone un modelo de análisis de las situaciones humorísticas que considera dichos condicionantes y efectos emocionales. En primer lugar, revisa las dos teorías clásicas sobre el humor (las de Bergson y Freud) desde la perspectiva de sus implicaciones emocionales, enfatizando en particular la premisa bergsoniana de la distancia emocional que se establece con respecto al objeto humorístico, y apuntando una crítica de las aproximaciones vitalistas post-bergsonianas que reducen toda forma de humor a una expresión de joie de vivre. En segundo lugar, aborda la concepción tradicional del humor como mecanismo de control social a través de la burla, asociándola igualmente a los diversos contenidos emocionales y su relación con consideraciones de estructura social y desigualdades de poder y status (en la línea de Kemper). A continuación, propone una definición operativa del humor que consta de dos componentes fundamentales: la intención y la interpretación. Habrá humor, por tanto, no solo cuando coincidan ambos sino también cuando se dé la intención pero no el efecto (lo que entendemos por “humor fallido”) y viceversa (“humor involuntario”). Semejante planteamiento, por oposición al estudio fenomenológico del “efecto cómico/ humorístico”, conlleva implicaciones metodológicas congruentes con las exigencias de un estudio sociológico de las emociones a nivel micro: será preciso conocer tanto la lógica contextual en la que estas se despliegan como el sentido subjetivo que los actores otorgan a los distintos elementos que configuran la situación. En términos de estrategia, la intención humorística puede responder a diversos objetivos (agresivo, defensivo, preventivo, etc.), cada uno de los cuales, a su vez, contempla múltiples condicionantes emocionales. Se debe identificar también el objeto de humor, (el propio emisor del mensaje humorístico, un interlocutor directo, un tercero o terceros presentes, un tercero o terceros ausentes, la propia situación en sus diversos círculos concéntricos, etc.), cuya reacción, si se da y es observada, es fundamental a la hora de definir la situación en sus registros emocionales. Y en cuanto a la interpretación, cuenta con un componente cognitivo y un componente emocional que, una vez más, pueden estar relacionados (así, por ejemplo, una interpretación inadecuada del componente cognitivo puede propiciar determinadas reacciones emocionales, y ciertos estados de ánimo pueden producir una interpretación inadecuada del componente cognitivo). El humor, desde esta perspectiva, se interpreta a partir de la relación social, como algo que se produce entre emisor(es) y receptor(es) (que, lógicamente, pueden y suelen intercambiar sus papeles en el desarrollo de la situación), y se despliega en un paisaje emocional que lo condiciona y al que transforma.