Los enebrales de la alta montaña de Sierra Nevadaconservación y restauración

  1. Zamora Rodríguez, Regino Jesús
  2. Barea Azcón, José Miguel
  3. Pérez Luque, Antonio Jesús
  4. García García, Daniel
  5. Aspízua, Rut
  6. Cano Manuel, Francisco Javier

Editorial: Junta de Andalucía ; Universidad de Granada

Año de publicación: 2022

Tipo: Libro

Resumen

El enebral y la comunidad vegetal acompañante es uno de los ecosistemas más singulares de Sierra Nevada. Estos ecosistemas aparecen a lo largo de casi 35.000 hectáreas distribuidas entre los 1.800 y los 2.800 m. de altitud, formando una orla que transcurre desde el límite del arbolado hasta donde comienzan los singulares roquedos y pastizales característicos del crioromediterráneo. En su conjunto, a esta formación se le conoce como matorrales de alta montaña y está incluido en el anexo I de la Directiva Hábitat con el nombre de ‘Formaciones Montanas de Cytisus purgans’ (Hábitat 5120). El enebro (Juniperus communis L.) es una de las especies más características de estos ambientes y en consecuencia una de las que mayor contribución presenta a la hora de mantener las funciones esenciales de los matorrales de alta montaña de Sierra Nevada. Estos enebrales se encuentran justo al límite de su área de distribución y, en consecuencia, se trata de poblaciones considerablemente sensibles a multitud de perturbaciones. Entre estas perturbaciones destaca el cambio climático, el cual implica que cada vez sea más frecuente la presencia de periodos secos en los cuales la capacidad de regeneración del enebro se ve muy mermada, prácticamente paralizada. Igualmente, entre estos factores destaca la reducción de poblaciones de aves que contribuyen a dispersar sus semillas, como es el mirlo capiblanco, una especie de túrdido (mirlos y zorzales) que no se reproduce en Sierra Nevada pero que cada otoño aparece en grandes bandos para consumir y dispersar las semillas de esta planta.