Patience de l'action Hannah Arendt

  1. Carmona Hurtado, Jordi
Dirigée par:
  1. Gabriel Aranzueque Directeur/trice
  2. Stéphane Douailler Directeur/trice

Université de défendre: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 14 décembre 2012

Jury:
  1. Fréderic Brahami President
  2. Gabriel Aranzueque Secrétaire
  3. Martine Leivobici Rapporteur
  4. Stéphane Douailler Rapporteur
  5. Cristina Sánchez Muñoz Rapporteur
  6. Antonio Gómez Ramos Rapporteur

Type: Thèses

Résumé

La política nombra, según Arendt, una experiencia precisa, infinitamente práctica: el "politeuein". Se trata de la experiencia del actuar. Pero sólo es posible actuar en plural, lo que implica que la praxis es radicalmente autónoma. La política, en plural actuante, efectúa una revelación del-mundo: transforma el desierto de nadie en mundo. Si actuar es fundamentalmente comenzar algo, los momentos revolucionarios nos muestran del modo más claro qué es la política: los momentos de hiato en el tiempo histórico, en los que la capacidad originaria de los hombres aparece a la luz del día. La experiencia de la política nos enseña que el actuar humano es el único y verdadero "arché". El pensamiento político buscado por Arendt supone un tipo de pensamiento capaz de ejercerse en condiciones de pluralidad. Pensar políticamente implica un descentramiento del dispositivo filosófico: desde la teoría, estancia de lo singular-universal, hacia la "Öffentlichkeit", lugar de lo plural-mundial. Pensar políticamente significa sobrellevar el "Faktum" de la pluralidad, desarrollando una paciencia de la acción. El pensamiento político se desarrolla como una comprensión, que resume el momento principal de este descentramiento. Si la acción comienza cada vez algo nuevo, si es fundamentalmente una ruptura, la paciencia de la acción define el trabajo, el esfuerzo y la disciplina del comienzo, del milagro. Esta paciencia define una filosofía del "initium", de la iniciativa. El desafío principal de este modo del pensamiento consiste en sustraer el momento de «en el principio» del poder del mito. De este modo, el pensamiento político arendtiano es un pensamiento crítico, o mejor, un pensamiento "Aufklärer".